Augusto de Primo Porta - La Cámara del Arte

Augusto de Primo Porta

Ficha técnica

Título: Augusto arengando a las tropas o Augusto de Prima Porta
Autor: Anónimo
Cronología: Posterior al año 14 d.C., copia de un original del año 20 a.C.
Estilo: Arte Romano
Materiales: Mármol
Ubicación: Museos Vaticanos
Dimensiones: 2.08 metros y 0.12 metros x 1.3 metros

COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE AUGUSTO DE PRIMO PORTA

ANÁLISIS ICONOGRÁFICO

La escultura de Augusto de Primo Porta representa a Cesar Octavio, primer emperador de Roma (Roma, 63 a. C. Nola, 14 d. C.). 

Tras el asesinato de Cesar, que le había declarado su heredero, formó parte del Segundo Triunvirato junto con Antonio y Lépido, de quienes se deshizo posteriormente. Hecho con el poder absoluto recibió los títulos de Imperator y Augusto. Dirigió sus luchas contra astures, cántabros y germanos. Conquistó la cuenca del Danubio y proporcionó al Imperio una época de paz y esplendor cultural (Pax Augusta), si bien en medio de una notable falta de libertad.

Fue encontrada esta escultura monumental el año 1868 en Prima Porta, un lugar suburbano de Roma, junto a la Vía Flaminia. Probablemente es réplica o copia de otra escultura del emperador, realizada en bronce o tal vez en oro. Apenas unas huellas de rojo, amarillo, dorado y pardo sobreviven en la escultura.




El copista nos presenta a Augusto divinizado, por tanto, descalzo, cual correspondía en el mundo clásico a los dioses y mortales deificados. A sus pies, a modo de soporte, Cupido sobre un delfín en alegórica referencia a la descendencia de los Julios de Venus. Como era habitual en épocas pasadas, de esta forma se entroncaban religión, linaje y política, revistiéndose al poder personal de una aureola sagrada que justificase su ejercicio. 

En él, adivinamos algunos de los rasgos de su carácter: introvertido, nervioso, melancólico, majestuoso, pero sin estridencias; la aristocrática naturalidad de quien se sabe portador y responsable de una gloriosa herencia.

El Augusto de Prima Porta aparece en pie y con coraza; el paludamentum va enrollado en la cintura y sostenido por el brazo izquierdo, mientras el derecho avanza en gesto típico para arengar a las tropas. La corona, coraza y paludamentum vienen a representar las insignias del poder imperial y la grandeza de quien lo encarna. Todo este repertorio iconográfico viene a subrayar, de manera inequívoca, la funcionalidad del arte como elemento de propaganda política.

Con este retrato de Augusto de Prima Porta se inaugura y hace arquetípica la modalidad de retratos imperiales de a pie, que proliferarán por todo el Imperio. Culmina así la larga e intensa tradición del retrato en Roma. 

ANÁLISIS FORMAL

Escultura en bulto redondo, de cuerpo entero en actitud de pie como dirigiéndose al público, realizada en mármol. Las superficies parecen lisas y pulidas aunque en su armadura se aprecian relieves de mucho trabajo. Se aprecia algo de frontalidad y su actitud es reposada y serena, con una posición de contraposto al estilo de la Grecia Clásica. La luz incide de forma homogénea y suave y no se aprecian restos de policromía. En cuanto a sus formas de expresión se aprecia un naturalismo acusado con algo de idealización.

El parecido con la realidad es evidente pero en su rostro se ve al político sereno y seguro: realidad idealizada. La anatomía está muy bien trabajada al igual que los pliegues de sus ropajes. Todo está pensado para dar una dimensión temporal de eternidad.  

La escultura mide aproximadamente dos metros de altura. hay que ver en esta obra una intencionalidad política de propaganda como podemos observar en los relieves representados en la coraza donde, bajo la representación de la bóveda celeste aparece Tiberio, hijo de Livia e hijastro y sucesor de Augusto, recibiendo de los partos las águilas e insignias arrebatadas a las legiones romanas al mando de Craso. así mismo, a ambos lados aparecen representadas las alegorías de las dos provincias incorporadas recientemente al Imperio como eran la Hispania (a la izquierda) y la Galia (a la derecha). En la parte inferior se observa a la Madre Tierra con Rómulo y Remo y el cuerno de la Abundancia, escoltado por Apolo y Diana, ambos dioses. Así mismo bajo los pies de Augusto aparece una representación de Cupido cabalgando a lomos del delfín (alegoría de Venus). 

Así mismo, el hecho de que aparezca Augusto con los pies descalzos, cosa que en la obra original en bronce no sucedía, nos informa sobre la consideración que recibe Augusto como «dios» y nos informa sobre la fecha de la obra, posterior a la muerte de Augusto pues éste no fue divinizado hasta después de su muerte.

OTRO DATOS DE INTERÉS

La parte posterior de la coraza no presenta relieves, ya que se concibió para estar pegada a la pared. Sin embargo la original también estaba decorada, lo sabemos por los restos de pintura encontrados en la escultura en mármol.

En la actualidad existen múltiples copias de esta obra maestra repartidas por diferentes lugares vinculados de una u otra manera a la figura de Augusto. En la misma Roma se levanta una copia en bronce en la Via de los Foros Imperiales delante del Foro del emperador. En España existen copias en Mérida (Emerita Augusta), Zaragoza (Caesaraugusta), Astorga (Asturica Augusta), Gijón (Gegionem), Tarragona (Tarraco)…

GALERÍA DE IMÁGENES

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