El Archivo Real y General de Navarra (AGN) tiene su sede en el antiguo Palacio real de Pamplona, remodelado según un ambicioso proyecto del arquitecto tudelano Rafael Moneo, y alberga el patrimonio documental del reino de Navarra. La sala de exposiciones del AGN, de estilo protogótico, nos ayuda a situarnos en la época de construcción del edificio durante el reinado de Sancho VI el Sabio (finales del siglo XII), uno de los reyes clave para la historia de Navarra.
Hijo y sucesor de García Ramírez, Sancho el Sabio (1150-1194) fue el primer monarca cuya firma regia era la de “rey de Navarra”. El viejo título de “rey de los Pamploneses” respondía a una concepción personal de la monarquía. El rey era el caudillo de sus barones o ricoshombres y debía vasallaje a Castilla.
El cambio por el título “rey de Navarra” acentuaba el dominio del rey sobre un territorio cada vez más vasto y la autoridad regia sobre todos los grupos sociales del territorio, ya fueran ricoshombres, infanzones, campesinos o clérigos y lo más importante: de modo implícito se repudiaba el vasallaje a Castilla y se reafirmaba una nueva concepción de la monarquía. En definitiva, Sancho VI el Sabio tuvo la capacidad y la visión de reafirmar la cohesión interna del reino y asegurar su supervivencia sin dependencias exteriores ni debilidades internas durante varios siglos.
Todos estos cambios, de gran importancia para la concepción y posterior evolución territorial del reino de Navarra, se pueden apreciar en las intitulaciones de los documentos reales que custodia el Archivo Real y General de Navarra y que nos revelan la noción que los monarcas tenían de su propia autoridad.
Ejemplos: Alfonso I el Batallador, rey de Aragón y Pamplona. 1122. “Yo Alfonso, por la gracia de Dios emperador de España…”. García Ramírez. 1137. “Yo, García Ramírez, por la gracia de Dios rey de los Pamploneses…”. Sancho VI el Sabio. 1162. “Yo, Sancho, por la gracia de Dios rey de Navarra…”