La retratada es la hija mayor de Felipe III y Margarita de Austria. Casó en 1615 con Luis XIII de Francia, hijo de Enrique IV y de María de Médicis. Su marido, enfermo mental con aires de grandeza, hizo de su matrimonio
una pesadilla que ésta aliviaba de vez en cuando con su amante George Villiers, Duque de Buckingham, el noble por excelencia de Inglaterra. Estos amoríos
soliviantaron al cardenal Richelieu, favorito del rey, que azuzó
a su dueño y señor en contra de su mujer hasta forzar el
destierro de Ana a su residencia en Val-de-Grace; lugar
donde años después fallecería. El personaje aparece de cuerpo entero con una mano apoyada en una mesa sobre la cual hay un libro y la otra en el pecho. Con ricas vestiduras Ana María mira al espectador con pose serio. La figura está muy iluminada en contraste con el fondo grisáceo. La atribución de este cuadro a Bartolomé González la hace María Kusche en su libro "Juan Pantoja de la Cruz y sus seguidores B. González, R. de Villandrando y A. López Polanco" (2007).