Antes de ser Pennywise, Bill Skarsgard fue un vampiro adolescente
Gabriela Sáenz Laverde
En Hemlock Grove, un frío pueblo de Pensilvania (Estados Unidos) pasan cosas extrañas. La familia Godfrey, antigua propietaria de la mina que daba sustento a todo el pueblo, se dedica ahora a la experimentación médica en una torre misteriosa.
Los habitantes del pueblo perdieron su trabajo con el cierre de la mina y culpan de su pobreza a los miembros de la familia. La matrona, Olivia, es una mujer misteriosa que esconde un secreto: es vampiro. Y además tiene un extraño acento inglés que mágicamente desaparece en la segunda temporada de la serie.
Con el acento que aparece y desaparece de Olivia, el televidente empieza a preguntarse si Hemlock Grove es una producción seria, o si es una parodia que se toma muy en serio a sí misma. El hijo, Roman Godfrey (Bill Skarsgaard, hijo de Stellan y hermano de Alexander), tiene todos los defectos del adolescente millonario televisivo: es un patán que disfruta acumulando conquistas, trata mal a sus mayores, y un lado amable que solo deja ver a pocas personas.
Y claro, también es vampiro, como su mamá. Pero al mismo tiempo está obsesionado con Peter Rumancek (Landon Liboiron), el chico “pobre” del pueblo, que además de gitano, es un hombre lobo. Y al parecer está enamorado de su prima. Que es hija del amante de su mamá.
¿Ya se perdió? No se preocupe, nos pasa a todos. Hemlock Grove es ese accidente de carro que uno sabe que no debería ver pero no puede dejar de mirar. Y tampoco puede dejar de preguntarse cómo es que personajes como Famke Janssen (X-Men), Dougray Scott (Ever After) y Lily Taylor (Six feet under) hayan accedido a participar en este experimento tan raro. Seguramente ellos también se lo preguntan. Lo más grave es precisamente eso, que uno no puede dejar de verlo.
Vea a continuación el tráiler de la tercera temporada de Hemlock Grove, que está disponible en Netflix.
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