El 26 de octubre de 2001, la iglesia de San Pedro, en Gijón, amanecía radiante. Se preparaba para uno de sus días grandes; puesto que el templo albergaría una de las bodas más esperadas del año, el ‘sí, quiero’ de la modelo Blanca Romero y el torero Cayetano Rivera. No lejos de allí, la novia sollozaba de pena, ahogada en un profundo e incontrolable llanto. 

Cayetano Rivera y Blanca Romero fueron una de las parejas de guapos oficiales de principios de los 2000. Ella estaba un gran momento de su carrera sobre las pasarelas y él despuntaba en las plazas de toros. La modelo ya era madre, y él quería a esa niña como si fuese suya. Desde el principio, Blanca tuvo claro que lo primero era su hija. Si a Lucía no le gustaba su pareja, la relación debía llegar a su fin. Pero no fue lo que pasó. La pequeña adoró con toda su alma a aquel hombre de ojos verdes que quiso darle su apellido. La niña no sería su hija biológica, pero, a efectos legales, lo sería del todo. Este gesto de amor desinteresado conquistó aún más a la maniquí asturiana. 

Lo organizaron todo para poder vivir la boda de sus sueños. La iglesia más emblemática, los invitados más ilustres y el lugar para la celebración con mayor solera, el Gran Hotel Jovellanos; un delirio de la hostelería, al que la familia de Blanca estaba muy vinculada, puesto que su padre, Rafael, había participado en su rehabilitación. Con lo que no contaba la pareja, era con la tragedia que se vivió tan solo unas horas antes del ansiado ‘sí, quiero’. 

La muerte que tiñó de dolor la boda de Blanca Romero y Cayetano Rivera

El drama de la boda de Blanca Romero había permanecido en secreto hasta que la propia actriz lo hizo público en ‘MasterChef Celebrity’. En 2023, durante una de las pruebas de exteriores, la asturiana se abrió en canal y desveló que su primo Iván había fallecido en accidente de coche cuando se dirigía a Gijón para ejercer como testigo en la boda de su prima. Horas antes de caminar hacia el altar, Blanca enterraba a uno de sus familiares más queridos.

Boda Blanca Romero Cayetano
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El shock para Romero era absoluto. No sabía cómo debía sentirse. La ilusión por el día de su boda había quedado hecha añicos al tenerse que despedir de manera tan abrupta de su primo, que solo tenía 29 años cuando falleció en la carretera. 

Empezó a vivir esas horas como un verdadero sinsentido. Ya no encontraba lógica a vestirse de princesa, ni a maquillarse, ni mucho menos a peinarse. De ahí que, cuando caminó del brazo de su padrino, lo hiciera con una comentadísima cabellera al viento que despertó toda clase de comentarios que no sabían qué se escondía detrás de la decisión estilística. 

Lo que escondía el 'no peinado' de Blanca Romero

“Yo estuve en tu boda como reportera, y recuerdo verte con el pelo suelto; que me llamó la atención porque entonces las novias no se casaban así. ¿Por qué te peinaste de ese modo?”, le preguntó Toñi Moreno en el programa de cocina. “Porque veníamos de un entierro”, dijo Blanca Romero de manera heladora. “Mi primo Iván, que iba a ser testigo en la boda, falleció yendo para Gijón. Entonces no tenía ganas ni de peinarme, ni de vestirme, ni de ninguna pijada absurda”. 

Boda Blanca Romero Cayetano
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Al final, la novia acudió al enlace sacando fuerzas de donde no las tenía; con su melena rizada al viento, de la que prendía un discreto velo. El rostro, muy natural, con apenas algo de maquillaje que disimulaba las ojeras y un poco de rubor para levantar, si no el ánimo, sí el tono.

El vestido que lució fue una creación exclusiva de Karl Lagerfeld para ella. Una pieza que recordaba a un abrigo largo, con solapas, puños abotonados y un favorecedor escote; realizado en satén de seda y con una espectacular falda con mil capas de tul, que restaban seriedad y añadían romanticismo al vestido. 

Carmina, la madrina 

A pesar del poso de tristeza que acompañó a la familia de Blanca Romero, la modelo hizo por disfrutar de su gran día. Esta escogió caminar hacia el altar del brazo de su hermano en lugar del de su padre, porque “se pone muy nervioso”, explicó a la revista Hola en 2001. “Él no ha sido el padrino porque se emociona y llora mucho. Así que me pidió que el padrino fuera mi hermano, a quien estoy muy unida”. 

Boda Blanca Romero Cayetano
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Cayetano Rivera sí cumplió con la tradición que manda que sean las madres las que ‘casen’ a sus hijos. Carmina Ordóñez, la Divina, logró superarse. Si en la boda de su hijo Fran fue espectacular, en la de su mediano no decepcionó con un Valentino fucsia que hacía destacar su piel morena. “Quiero muchísimo a Blanca. Ella es superamorosa conmigo. Y lo más importante de todo: los dos están locos de amor, y eso a mí, como madre, es lo único que me importa”. La madrina estaba exultante de felicidad, por eso no pudo reprimir las lágrimas en varios momentos de la ceremonia. Una ceremonia que, por cierto, empezó una hora más tarde. Y todo por las decenas de curiosos que, aprovechando que antes había habido misa, se quedaron en sus asientos para disfrutar, desde un lugar privilegiado, de una de las bodas del año. 

El novio arriesgó poco y apostó por el clásico chaqué que adornó con unos gemelos con gran tradición familiar, puesto que las piezas de rubíes y brillantes habían pertenecido a su padre. Paquirri tenía un enorme cariño a esta pieza de joyería y Carmina quiso que su hijo la vistiera en su gran día. 

Modelos, duquesas, Riveras y Ordóñez entre los invitados

Las gaitas sonaron y los novios, radiantes, salieron a saludar a uno de los balcones del hotel en el que se llevó a cabo el banquete nupcial. Dentro, los distinguidos invitados se distribuían entre las mesas del gran salón. Eugenia Martínez de Irujo y Fran Rivera brindaban con las primas Ordóñez y la tía Belén, hermana de Carmina. Kiko Rivera, los Julianes, hijo y padre, hincaban el diente a los platos dispuestos, mientras que empresarios de la talla de Pedro Trapote y Carlos Goyanes, acompañados de sus respectivas familias, se ponían al día tras llevar un tiempo sin verse. Boris Izaguirre, Marisa y Alicia Jara, Esther Gallego; Fernando Gómez-Acebo y Mónica Martín-Luque… hasta 500 invitados que revolucionaron la tranquila ciudad de Gijón.

Boda Blanca Romero Cayetano
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Tres años más tarde de aquel tronar de gaitas, el matrimonio anunció su separación. No llegaron a tener hijos juntos, pero Lucía ha seguido considerando a Cayetano como su padre. Blanca Romero no ha vuelto a casarse, aunque sí tuvo otro hijo, también como madre soltera. En lo laboral, probó suerte como cantante, haciéndose llamar 'La Perra' y haciendo una propuesta musical de lo más punk. Tras eso, dio el salto al mundo de la actuación; 'Física o química' le concedió una enorme presencia mediática y le abrió las puertas a otros papeles y oportunidades de trabajo. En 2023, tras llevar algún tiempo más tranquila en la televisión, volvió como una de las aspirantes que llegaron más lejos en la edición 8 de 'MasterChef Celebrity'. 

Por su parte, Cayetano sí volvió a pasar por el altar. En 2015, y tras obtener la nulidad de su primer matrimonio, se casó en Sevilla con Eva González, con la que vivió un romance intermitente, con ruptura incluida. La pareja tuvo un hijo y, actualmente, están separados. En 2022 el fin de su amor era una realidad y cada uno iniciaba su vida por su lado. En 2023, Rivera volvió a ilusionarse por una presentadora, portuguesa en esta ocasión, María Cerqueira, con la que se ha llegado a hablar hasta de boda. A la vista está, que él no teme a los 'sí, quiero'.