La guerra de los precios bajos (lowcost) puede causar estragos en el sector vitivinícola español y afectar seriamente la imagen de calidad de sus vinos. A la política agresiva de las grandes superficies, con promociones, venta en exclusiva y fuertes rebajas, se unen los vinos de marca “blanca”, que, en el caso de Carrefour, han tenido el privilegio de ser valorados por la prestigiosa Guía Peñín 2014. Y con puntuaciones de notable para arriba. Existen en Internet diversas webs dedicadas a analizar el fenómeno, como eldecantador.es, que lo justifica con el siguiente argumento: “la situación actual de crisis obliga a todos los consumidores a valorar el precio como un elemento principal a la hora de comprar un vino. No todos los vinos lowcost son de baja calidad, hay vinos muy económicos y que gustan a muchísima gente. Porque para nosotros es más divertido comprar muchos vinos lowcost que comprar menos pero más caros”. Lo que no les impide ser muy críticos con algunas marcas.
Que existen vinos a buen precio y de buena calidad es un hecho incontestable, y nada de extrañar en un país como España, donde la uva se ha pagado históricamente poco y mal, la producción ronda los 40 millones de hectólitros anuales, y el consumo per cápita es ridículamente bajo. Hay excelentes marcas de generosos, blancos, rosados, tintos y cavas a precios que oscilan entre los 4 y los 10 euros. La duda surge ante determinadas ofertas, como un Rioja Reserva 2008 por 3,80 euros, el Tres Reinos de Carrefour (84 puntos GP), embotellado por Marqués del Atrio. Y sólo es un ejemplo de precios por los suelos. Casos parecidos se dan en otras grandes superficies.