Sombras del pasado es la primera parte de la misión legendaria de la historia de Eula del capítulo Aphros Delos: Acto I - Las olas que no vuelven al mar.
Detalles[]
- Habla con la Maestra Jean
- Busca al antiguo aristócrata en la ciudad
- Habla con la persona que hay cerca de la muralla de la ciudad
- Regresa a la Sede de los Caballeros para discutir otro plan
- Habla con Amber
- Busca a Eula en las Montañas Portatormentas
- Derrota a los Fatui cercanos
- Observa cómo la joven derrota a los Fatui restantes
- Habla con Eula
Recompensas[]
Diálogo[]
- (Habla con la Maestra Jean)
- Jean: Gracias por venir en tan poco tiempo, Caballero Honorario. Sé que debes estar ocupado.
- Jean: Para no hablar con rodeos, hay un asunto en particular en el que los Caballeros requieren tu apoyo.
- Veo que los Caballeros están tan ocupados como siempre.
- Jean: Sí. Últimamente, ha ocurrido una cosa tras otra. Ni yo ni otros Caballeros de Mondstadt hemos podido tener un momento de respiro.
- Una frase típica de la Maestra Jean.
- Jean: Si se hubiera presentado la ocasión, me habría gustado hablarlo contigo, pero como sabrás, la seguridad de Mondstadt siempre será mi mayor prioridad.
- Jean: Últimamente, he recibido numerosos informes de los Caballeros acerca de alguien de la familia Lawrence que tiene tratos con los Fatui.
- Paimon: ¿Los Fatui? ¿Ellos de nuevo?
- Paimon: Pero... ¿quiénes son esos Lawrence?
- Jean: Eran tiempos oscuros en la historia de Mondstadt cuando la aristocracia gobernaba la ciudad. En aquel entonces, volvimos a perder la libertad ganada con tanto esfuerzo tras la caída de Decarabian y la esclavitud volvió a imponerse en estas tierras.
- Jean: Vennessa, la primera Caballera de Dandelion, estuvo al frente de la revolución que defenestró el viejo sistema aristocrático y estableció los Caballeros de Favonius, guiando a Mondstadt hasta lo que es hoy día.
- Jean: Aquellos aristócratas que reprimieron al pueblo de Mondstadt no eran nada más ni nada menos que los Lawrence.
- Paimon: Oh, Paimon ya entendió. ¿Así que los descendientes de la familia se unieron a los malos para hacer más fechorías?
- Jean: Eso creemos, aunque todavía tenemos que conseguir pruebas contundentes. La razón por la que los llamé aquí el día de hoy es para pedirles que investiguen este asunto.
- Pero ¿por qué nosotros?
- Suena a un trabajo para los Caballeros de Favonius.
- Jean: *Suspira*, desafortunadamente, los Caballeros de Favonius y la aristocracia han tenido desencuentros desde que tengo memoria.
- Jean: Ya hemos considerado todas las vías posibles para resolver nuestras diferencias, pero parece que los descendientes de la aristocracia siguen guardando rencor contra los Caballeros.
- Jean: No importa cuál sea nuestra postura, el resultado siempre es el mismo... Nuestros esfuerzos solo añaden leña al fuego.
- Jean: Podríamos tocar a sus puertas con una orden de allanamiento, pero si regresáramos con las manos vacías, temo que solo aumentaría las tensiones y la desconfianza.
- Jean: Todos nuestros esfuerzos anteriores habrían sido en vano...
- Pero, como Caballero Honorario, técnicamente también pertenezco a los Caballeros de Favonius...
- Jean: De hecho, eres el mejor candidato para representar a los Caballeros de Favonius.
- Jean: Pero no hace falta que enfatices tu título de Caballero Honorario. Eres un viajero que viene de lejos, y como tal, puedes acercarte a los aristócratas.
- Jean: Una vez que establezcas relaciones amistosas con la familia Lawrence, estarás en una buena posición para aprender más sobre sus conexiones con los Fatui.
- Paimon: ¡Guau! Solo a Jean se le pudo ocurrir un plan tan meticuloso.
- Jean: No es para tanto. Es solo la experiencia de tantos asuntos diplomáticos con los que he tenido que lidiar.
- Jean: El miembro de la familia Lawrence en cuestión se llama Schubert. Últimamente, suele ir de paseo cerca del muro norte de la ciudad.
- Jean: Dicen que es una persona con la que es difícil tratar debido a su temperamento, pero si podemos comunicarnos con él de forma pacífica, no debería haber problema.
- Yo me encargo.
- Espero que todo salga bien.
- Jean: Una vez más, gracias por tu ayuda. Si llegas a tener alguna dificultad, haré todo lo que esté en mi poder para ayudarte.
- (Habla con Michelle)
- Paimon: Hola. ¿Has visto a algún aristócrata llamado Schubert por aquí cerca?
- Michelle: Humm... No recuerdo haber escuchado ese nombre. Pero, últimamente, siempre hay una persona rara merodeando por aquí.
- Michelle: Mira hacia todos lados, y a veces se detiene para anotar o dibujar algo. No sé qué se traerá entre manos...
- Michelle: Si suena como el hombre que están buscando, lo podrán encontrar por los muros de la ciudad.
- (Habla con ???)
- ???: ¿Eh? ¿Quién son ustedes?
- Paimon: Hola, venimos a...
- ???: ¿Hola?
- Ehm... Hola...
- ???: ¿Acabas de decir “hola”?
- ¿Pasa algo?
- ???: ¿“Pasa algo”? ¿Acabas de decir que si “pasa algo”?
- ???: ¡Hum! ¿Crees que puedes simplemente caminar por aquí y saludarme de una forma tan corriente y vulgar?
- Schubert: No te reconozco, así que debes ser un forastero que viene de lejos. Pues, para tu información, estás hablando con Schubert Lawrence, el descendiente directo de una familia noble.
- Schubert: Si deseas saludarme, escoge tus palabras con más cuidado. No permitiré una falta de modales en mi presencia.
- Schubert: Bien, si entendiste algo de lo que dije, debes arrodillarte, disculparte por tus acciones desconsideradas y presentarte como es debido. ¡Ese es el protocolo adecuado!
- Paimon: ¿Eh? ¿Ese es el protocolo? ¡Paimon nunca había escuchado algo tan complicado!
- Schubert: ¡Hum! En otros tiempos, cuando la gente sabía cuál era su lugar y respetaban las tradiciones, ese era el protocolo más elemental a la hora de saludar a un miembro de la nobleza.
- Schubert: Cualquier transgresión se castigaba con unos azotes.
- Schubert: *Suspira*, pero mira al mundo de ahora. Han tirado las reglas a la basura y han olvidado los buenos modales. ¡Puaj! No puedo soportarlo.
- Todo eso suena bastante engorroso...
- No me sorprende que la aristocracia cayera.
- Schubert: ¿Qué dijiste? ¿Estás poniendo en duda la dignidad de la aristocracia?
- Schubert: Te advierto que, aunque la familia Lawrence cayó en desgracia, otros de sangre azul y yo estamos a la espera de una oportunidad para restaurar nuestro honor.
- Schubert: Solo mira a tu alrededor. La gente es cada vez más rebelde e indisciplinada. Yo, por el contrario, conservo la elegancia y la etiqueta de la aristocracia. Después de todo, somos de linajes distintos.
- Y aún no he dicho nada...
- Schubert: Ahórrate tus palabras, tu comportamiento y tu porte me parecen de lo más repugnantes. No tengo nada que discutir con gentuza como tú.
- Schubert: Además, no es mi obligación educar a los plebeyos sobre modales elementales.
- Schubert: Ahora, si me permites, tengo asuntos más urgentes que atender. Me marcho.
- (Regresa a la Sede de los Caballeros para discutir otro plan)
- Amber: Vaya, es el Caballero Honorario! Justo iba de camino a recabar algo de información. ¡No esperaba encontrarlos aquí!
- Amber: ¿Eh? A juzgar por su expresión, parece que se toparon con un problema.
- Paimon: La Maestra Jean nos dio un encargo especial, pero las cosas no salieron como esperábamos.
- Es una larga historia...
- No fue nuestra culpa.
- Amber: No se desanimen. A veces las cosas no salen como las planeamos. Ni siquiera yo puedo obtener información útil cada vez que salgo en una expedición.
- Amber: ¡Solo tienen que insistir y nunca rendirse!
- Gracias.
- Una frase muy típica de Amber.
- Amber: Jeje. Por cierto, ¿qué tal si los ayudo? ¿De qué clase de problema se trata?
- Paimon: La Maestra Jean nos pidió que estableciéramos contacto con alguien llamado Schubert Lawrence.
- Paimon: Pero resulta que tiene un carácter muy peculiar y no escucha a nadie... sobre todo a Paimon.
- Amber: Schubert... ¡Ah, lo conozco! Déjame adivinar, dijo que no tenían modales, ¿cierto?
- Así que tú también lo conoces...
- Parece que a ti también te sermoneó.
- Amber: Jeje, sí, me ha dado sus sermones más de una vez. La familia Lawrence es muy particular con algunos temas.
- Paimon: ¿Quieres decir que todos los Lawrence hacen que te duela la cabeza tanto como él?
- Amber: Como aristócratas, ellos creen que deben guardar las distancias con la gente común. *Suspira*, entiendo sus razones, pero las cosas ya no funcionan así.
- Amber: Sin embargo, hay un caso muy especial en su familia: ¡mi gran amiga Eula!
- Paimon: ¿A-amiga?
- Amber: ¡Sí! Ella es miembro de la familia Lawrence y, al mismo tiempo, Capitana de la 4.ª Compañía de los Caballeros de Favonius.
- Pero Jean dijo que los Lawrence consideran enemigos a los Caballeros.
- ¿Un miembro de la familia Lawrence puede unirse a los Caballeros?
- Amber: ¡Eula es especial! No es como los otros miembros de su familia. Tiene sus propias ideas y formas de actuar.
- Amber: En otras palabras, no se toma en serio las reglas y convenciones estrictas de su familia.
- Amber: Ella sabe muy bien cómo lidiar con los Lawrence. En cuanto la conozcan, sabrán de lo que hablo.
- Paimon: A Paimon le da curiosidad. Si esa tal Eula es miembro de los Lawrence, ¿por qué Jean nos pidió a nosotros hablar con ellos? ¿No podía habérselo preguntado a Eula?
- Amber: Ah, bueno... Es un poco difícil de explicar. En pocas palabras, desde que Eula entró a los Caballeros de Favonius, el resto de su familia no se lleva muy bien con ella...
- Amber: Para ellos, Eula traicionó a la familia.
- Parece que tiene un fuerte carácter.
- Es comprensible desde el punto de vista de su familia...
- Amber: Es bastante fácil llevarse bien con ella. Seguro que puede enseñarles cómo lidiar con Schubert si le cuentan cuál es el problema.
- Amber: Me parece que salió a patrullar por el campo esta mañana. Deberían poder encontrarla cerca de las Montañas Portatormentas.
- Paimon: Gracias, Amber. Bien, ya oíste, ¡vamos a buscar a Eula!
- Amber: ¡Que tengan buena suerte! Yo también tengo asuntos que investigar.
- (Habla con Eula)
- ???: Ustedes no lo piensan dos veces para desenvainar la espada, ¿cierto? ¿Saben cuánto tiempo he estado siguiendo a estos objetivos?
- ???: Y ahora quieren llevarse todo el mérito. Hum, ¿se creen más fuertes porque los alcanzaron primero? Pues recuerden lo que les voy a decir: ¡la venganza será mía!
- Paimon: ...¿Qué?
- ¿Eh? ¿Venganza?
- ???: Exactamente. Escuché una gran conmoción por aquí. Vine lo más rápido que pude y me encontré con ustedes dos enfrentándose a los Fatui. Y no solo eso, ¡sino que se deshicieron de ellos muy rápidamente!
- ???: Si no hubiera entrado en acción, se habrían llevado todo el mérito.
- ???: Pero, por suerte, no salieron heridos. Es muy peligroso enfrentarse a tantos Fatui.
- Ya estoy acostumbrado a pelear contra ellos.
- Soy experto en combate.
- Paimon: Eh... Perdón, Paimon no entiende muy bien lo que quieres decir, pero gracias por preocuparte por nosotros.
- ???: ¿Preocuparme? ¿Por qué me preocuparía la seguridad de mis archienemigos?
- Paimon: ¿Archienemigos? Un momento, pero si acabas de decir que estabas contenta de que no hubiéramos salido heridos...
- ???: Con eso quería decir que, si hubiesen salido heridos, habría tenido que llevar de regreso a Mondstadt a dos extraños culpables de robarme mis objetivos.
- ???: Lo que significa que eso me habría causado aún más problemas... ¡Y mi venganza llegaría aún más pronto!
- Paimon: ¡¿Esa es tu perspectiva de las cosas?!
- Tú debes ser Eula.
- Eula: Esa soy yo.
- Paimon: ¡Paimon piensa que es muy rara! Pero al menos podemos entablar una conversación con ella.
- Eula: ¿Te atreves a llamar “rara” a alguien que acabas de conocer? Eso es de mala educación no solo entre la aristocracia, sino también entre la gente normal.
- Eula: Ahora que lo pienso, ¿cómo saben mi nombre?
- Paimon: El Viajero es el Caballero Honorario de Favonius. Y hablando de falta de modales, estamos investigando a un aristócrata llamado Schubert Lawrence.
- Paimon: Pero está tan obsesionado con la etiqueta que ni siquiera accede a hablar con nosotros.
- Eula: Jajaja, ahora lo entiendo. Ese es mi tío.
- Eula: Pero ¿por qué lo están investigando?
- Se sospecha que pueda estar involucrado con los Fatui.
- Eula: Ya veo... Jaja, pero qué descaro difamar a un miembro de mi familia frente a mí. ¡También me vengaré por eso!9
- Paimon: ¡No, no, no! ¡Es un encargo de la Maestra Jean! ¡Además, solo es una investigación!
- ¿No tienes curiosidad?
- ¿No te preocupa tu tío?
- Eula: A ojos de los habitantes de Mondstadt, todos los miembros de la familia Lawrence son indeseables, así que no me sorprende que los rumores se conviertan en sospechas.
- Paimon: Es difícil evitar tal reputación cuando son conocidos como los tiránicos gobernantes de la antigua Mondstadt.
- Eula: ¿Entonces eso es lo que piensas de mí? Una transgresión más por la cual vengarme...
- Paimon: ¡Pero tú misma lo dijiste primero! Ay...
- Eula: Jajaja, qué interesante. Es la primera vez que nos vemos y ya tengo tres razones para vengarme de ustedes. Hace tiempo que no me encontraba con alguien tan interesante.
- Tu definición de “interesante” es... interesante.
- ¿Por qué estás tan contenta?
- Eula: Humm, supongo que quieren que les instruya sobre las costumbres de los Lawrence. Solo así podrán hablar con mi tío, ¿correcto?
- Paimon: Correcto, fue Amber quien nos recomendó venir a buscarte.
- Eula: Entonces, comencemos con el entrenamiento de inmediato. Será más fácil si regresamos primero a Mondstadt, ya que necesitaremos más personas.
- ¿No ibas a vengarte de nosotros?
- No estás esperando el momento oportuno para vengarte, ¿o sí?
- Eula: Cada cosa a su tiempo. Además, ya que la Maestra Jean les encomendó este encargo y Amber les recomendó que me buscaran, debo cumplir con mi deber.