Victoria Beckham

Hubo un tiempo en el que la pregunta más recurrente entre los niños y adolescentes nacidos en los años ochenta era: ¿Qué Spice eres tú? Estaba la picante, la deportista, la extrovertida, la dulce y después estaba la pija, Victoria. Si eras Victoria acaparabas pocos solos durante las coreografías en salones de actos o patios de recreo, pero vestías de negro, a ser posible con little black dresses muy ajustados, y te movías de una forma elegante y sofisticada. Eso fue antes de que las Spice Girls –probablemente el último gran fenómeno fan de la Historia – se disolvieran y de que Victoria Adams cambiara su apellido de soltera por el de su esposo, David Beckham, y se convirtiera en una auténtica empresa andante y en una auténtica gurú del diseño de moda.

Victoria Adams nació en Inglaterra, se crió –según ella misma ha contado en innumerables ocasiones– entre los algodones de su casa y el acoso escolar del colegio. Cuando alcanzó la mayoría de edad se presentó a un casting y fue elegida para ser una de las cinco chicas picantes. Mientras estuvo en el grupo, conoció al futbolista David Beckham y se casó con él . En 2001, y después de dos álbumes, las Spice Girls se disolvieron definitivamente y Victoria probó suerte en solitario pero, como para el resto de sus compañeras, aquello no acabó de cuajar. Poco después, y ya convertida en un icono/reclamo comercial junto a su esposo para varias marcas y revistas de moda, lanzó una marca de ropa, DVB, y de gafas de sol.

“Hubo un periodo, en el que la gente no sabía exactamente a qué me dedicaba. No creo que ni siquiera yo supiera que quería entrar en la moda de esta forma. Trabajé de una forma bastante discreta, intentando entender cómo funciona esta industria antes de embarcarme en ella por mi cuenta”, aseguraba.

Desde entonces, Victoria ha ido consolidando su imperio y en la actualidad es una mujer emprendedora, madre de cuatro hijos y con un negocio global en plena expansión. La firma de Victoria Beckham se vende en más de 60 países, aparece cada vez más en alfombras rojas y sus desfiles se han convertido en todo un acontecimiento dentro de la Semana de la Moda de Nueva York, primero, y Londres después. Al respecto ella asegura: “No soy sólo una celebrity que aporta su nombre. Me encanta estar involucrada en todo el proceso ”. Algo a lo que añadía : “Yo soy mi clienta. Todo lo que diseño es algo que me quiero poner. No hay una sola prenda en mi colección que yo no llevaría”.