Las vacaciones españolas de la expresidenta de Orbán caída en desgracia que revolucionan Hungría

Una foto colgada en redes sociales y después eliminada ha desatado la polémica en Hungría a ritmo de la canción de Peret: la expresidenta caída en desgracia de Hungría, Katalin Novák, que desde su dimisión en febrero había desaparecido de la esfera pública, “no estaba muerta, estaba de parranda…” En concreto, en una feria del caballo de Jerez de la Frontera, en la provincia de Cádiz.

La Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre en Jerez, una prestigiosa academia de doma clásica e importante reclamo para el turismo, que recibe entre 20 y 30.000 visitantes al año, colgó en su cuenta de Facebook unas fotos tomadas el jueves 9 de mayo, con una de las muchas visitas internacionales que recibe, sin ser conscientes del terremoto que iban a levantar a más de 3.000 kilómetros de distancia.

En las fotos en cuestión, que después fueron borradas de Internet aunque aún son visibles, aparecía una mujer de camisa rosa junto a un caballo, bajo el título: "Ayer recibimos la visita de la expresidenta de Hungría, Katalin Novak, y el delegado de Defensa en Andalucía, el coronel Ignacio Rosales de Salamanca".

El hecho de que la expresidenta de Hungría visite España no tendría por qué ser inusual en sí mismo si no fuera porque se trata de la primera vez que se revela información sobre sus actividades desde la dimisión de Novák, forzada por la polémica y desde entonces caída en desgracia.

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A. Alamillos Viktória Serdült (HVG. Hungría) György Folk (EUrologus. Bélgica)

Katalin Novák, que en 2022 se convirtió en la primera mujer presidenta de Hungría y muy cercana al primer ministro de Hungría, Viktor Orban, presentó su dimisión el 10 de febrero, una semana después de que estallara el escándalo por la otorgación de un indulto en un caso de pederastia. En abril de 2023, Novák otorgó un perdón presidencial —sin anunciarse oficialmente— para un hombre condenado en un caso de pederastia y muy cercano al propio Orbán. El caso se remonta a 2011, cuando comenzaron a acumularse acusaciones de pederastia contra el director de un orfanato de un pueblo cercano al natal del mandatario húngaro. Tras la muerte de un niño del centro por suicidio, la justicia decidió abrir caso y finalmente condenó, en 2017, al director del centro por pederastia y a su segundo, el vicedirector, por amenazar a varios de los testigos (menores) implicados para que retiraran su testimonio. Es a éste segundo hombre a quien perdonó Novák.

El perdón fue encontrado casi por casualidad por un abogado y filtrado a la prensa, desatando un escándalo social. Tanto el director del orfanato como su segundo eran cercanos aliados de Orbán. La presión fue tal que la presidenta húngara, Katalin Novák, tuvo que dimitir. Tras la polémica, se despidió con un breve vídeo en Facebook el 26 de febrero, y su declaración final de bienes también fue publicada en el sitio web del Palacio Sándor.

Desde entonces ha desaparecido por completo de la esfera pública de Hungría. También se supo que después asistió a la cena de toma de posesión de su sucesor, Tamás Sulyok, pero no acudió a la evaluación anual del primer ministro Viktor Orbán.

Las fotografías fueron publicadas por primera vez por el medio 24.hu y después difundidas en otros periódicos. La pregunta que se hacen ahora los húngaros es: ¿por qué se borró la foto?

En los últimos días, el medio húngaro HVG y El Confidencial han intentado averiguar si la expresidenta de Hungría visitó la escuela de equitación de Andalucía en un viaje oficial o hizo una visita privada. Primero se consultó a la embajada de Hungría en Madrid, que probablemente también necesite saber, por razones de protocolo, si un expresidente visita el país. Desde allí, los periodistas de estos medios fueron dirigidos al Ministerio de Asuntos Exteriores y Comercio en Hungría, que desde entonces no ha respondido a nuestras preguntas. También se pusieron en contacto con la secretaría de Katalin Novák, sin recibir respuesta.

En España, la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre confirmó que a la institución en ocasiones acuden personajes ilustres, y si es necesario, también cuentan con salas aptas para la celebración de reuniones. Y según expusieron por teléfono, Katalin Novák fue invitada "a petición del consulado" y declararon que estas visitas son completamente normales y esencialmente son solo un recorrido por el recinto escolar. Según la escuela, el hecho de que el delegado de Defensa en Andalucía también los visitara en ese momento fue solo una coincidencia y las dos visitas no tuvieron nada que ver.

Una información que también corroboraron desde la delegación de defensa andaluza, donde expusieron que el delegado había llegado como invitado a la Real Academia Ecuestre. "Fue una visita institucional con motivo de la feria del caballo", indicó la secretaría, que añadió que había varios invitados ese día, por lo que el encuentro sería fortuito.

Aunque la expresidenta ha desaparecido completamente de la esfera pública desde su dimisión, según los indicios, el gobierno húngaro no ha cortado relaciones con ella. Sin embargo, todavía no se sabe si visitó la feria del caballo de Jerez de forma oficial o privada, ni tampoco por qué las fotos de la visita, que de otro modo serían completamente normales, fueron borradas de Facebook.

Pese al escándalo del indulto, según la legislación húngara, Novák tiene derecho a un salario para el resto de su vida, que actualmente asciende a 5,2 millones de florines húngaros (13.500 euros) al mes y tiene derecho a atención médica gratuita, a un coche y un chófer. Además, puede contratar una secretaría de tres personas, cuyos gastos de alojamiento y funcionamiento corren a cargo de la Oficina del Parlamento. El diputado húngaro Ákos Hadházy publicó recientemente que, además del secretario personal, el encargado de comunicaciones y el jefe de la secretaría, Novák también necesitaba un ama de llaves.

Es interesante la fascinación de los políticos húngaros de la órbita de Orbán con España. Hace poco también se supo que su director de comunicación, Farkas Vajk, también dimitido con ella, ha sido rescatado como jefe de una nueva sede en Madrid del Centro para los Derechos Fundamentales, un think tank húngaro de tendencia conservadora, cercano al gobierno y del que recibe cuantiosos fondos públicos.