David Roberts, "Torre de Comares de la Alhambra", 1833

David Roberts, «Torre de Comares de la Alhambra», 1833

Pocas escenas urbanas despiertan la emoción que provoca ver, al pie del río Darro, la enorme Torre de Comares de la Alhambra. Muchos hemos sentido el síndrome de Stendhal al contemplar la fortaleza nazarí desde el Paseo de los Tristes de Granada, vista que también cautivó al británico David Roberts en 1833, viajero y pintor que nos legó uno de los grabados más maravillosos y famosos existentes sobre la capital granadina, titulado Torre de Comares de la Alhambra.

Para el pintor y experto Juan Fernández Lacomba, David Roberts es el artista y viajero romántico por excelencia en España. Su viaje a Andalucía en la década de los años 30 del siglo XIX comprendió, entre otros enclaves, la visita a Sevilla, Ronda, Málaga, Córdoba y la ensoñada Granada, esta última con su fama de verdadero paraíso y maravilla del arte hispanoárabe.

Los paisajes urbanos y naturales retratados por Roberts iniciarán la pintura de paisaje propiamente dicha en España e influirían en muchos de los románticos de nuestro país, con Genaro Pérez Villaamil a la cabeza, un artista emblemático del romanticismo español que contactaría con el escocés personalmente en Sevilla, y que se dejó sugestionar por una concepción escenográfica y un tanto teatral que se insertaba en lo que podría entenderse como paisajismo topográfico para la época.

Uno de los grabados más divulgados en toda Europa y América a partir de 1837, al editarse en Picturesque Skeches in Spain -o bien formando parte de The Tourist in Spain de Thomas Roscoe-, fue esta visión de la Alhambra tomada desde la Carrera del Darro, con la Torre de Comares centrando la composición. En esta vista no se tiene como objetivo la descripción; por el contrario, se revela la emoción que se siente al contemplar el monumento granadino. Por todo ello se enfatiza la escala, sin duda monumental, y se transmite el deslumbramiento por la grandeza de un pasado incierto o la sugestión que provoca la Alhambra.

Rojos encendidos. Verticalidades imposibles. Monumentalidad abrumadora. Sueños y leyendas medievales. Personajes pintorescos. Cielos crepusculares. Montaña y vergel. Paisaje y belleza. Bienvenidos a la Alhambra. Bienvenidos al sueño del Romanticismo. Bienvenidos a Granada…

David Roberts, Torre de Comares de la Alhambra, 1833. Editado en Picturesque Skeches in Spain, Londres, 1837. De esta imagen se han hecho numerosas versiones, algunas de ellas con la firma de Roberts, otras muchas realizadas por otros grabadores y también pintores

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