Dieppe

Castillo de Dieppe

Este imponente castillo, de arenisca y ladrillo rojo y blanco, es poderoso, armonioso y magnífico. En su interior alberga una excepcional colección de marfiles tallados, una de las más ricas de Francia, así como un hermoso conjunto de cartas náuticas, instrumentos de navegación, cúteres y maquetas de veleros, testigos de la historia marítima de la ciudad.

No te pierdas el pequeño sendero que parte de la rue du Faubourg de la Barre y te lleva a pie hasta la explanada del castillo: desde allí arriba, la vista de la ciudad y de la playa es impresionante. Delante de ti, podrás admirar la inmensidad del mar, con sus encantadores tonos azules y verdes, abrazando un espectáculo sobrecogedor.

Iglesia de Santiago

La iglesia principal de Dieppe tardó casi 400 años en construirse: es un admirable ejemplo de la arquitectura gótica francesa.

No te pierdas el rosetón occidental, especialmente elaborado, ni las extrañas gárgolas de la fachada: hay más de 100. La iglesia fue encargada por el capitán de la flota Jean Ango, que proporcionó al rey Francisco I sus barcos para las primeras exploraciones a través del océano: de hecho, uno de los frisos esculpidos en la Capilla del Tesoro representa a indios brasileños, extraídos de las descripciones de los marineros y exploradores que regresaban de sus expediciones.

Puerto de Dieppe

Es una de las zonas más animadas de la ciudad: el ambiente marítimo es encantador y puedes quedarte horas observando los cientos de barcos amarrados en los muelles. Hay muchos cafés y restaurantes en los alrededores, donde podrás disfrutar de la sabrosa cocina marinera de Dieppe. No te pierdas una cena en el puerto, degustando el plato típico de la ciudad, la marmite dieppoise, una sopa cremosa de pescado, marisco y crustáceos.

Por la mañana temprano, puedes ver cómo los barcos pesqueros descargan las vieiras capturadas durante la noche.

Playa de Dieppe

La gran playa de guijarros ofrece una vista maravillosa de la ciudad y, con la marea baja, puedes recoger conchas y piedras de colores. No te pierdas un agradable paseo por el paseo marítimo, caminando hasta la base de los acantilados.

Aquí también encontrarás muchos centros de talasoterapia para pasar una tarde de relajación y bienestar.

El barrio Pollet

Para un paseo verdaderamente romántico, te recomendamos una visita a Pollet, el antiguo barrio de pescadores donde antiguamente tenía lugar el comercio del marfil y las especias. Paseando por las viejas callejuelas, como la empedrada Rue du Petit Fort, podrás admirar maravillosas casas con entramado de madera y bonitas casas de pescadores con muros de pedernal blanco.

Desde esta zona, puedes subir a la capilla de Notre-Dame-du-Bon-Secours en lo alto de los acantilados, desde donde hay una vista espectacular de la ciudad.

El puente Colbert

Una de las vistas más fascinantes de Dieppe es el puente que conecta Le Pollet con el resto de la ciudad: es el puente giratorio más antiguo del mundo. El mecanismo original data de 1889, un dispositivo increíble que se sigue utilizando hoy en día: el puente es la forma más corta de llegar al centro.

Cité de la Mer

Si quieres aprenderlo todo sobre la historia marítima de la ciudad, visita la Cité de la Mer, un interesante museo donde se cuentan todos los aspectos de la navegación, la pesca, la construcción naval, el entorno costero, con varios acuarios marinos.

A través de estos temas, repartidos en 1.600 m², descubrirás toda la riqueza del litoral de Alta Normandía: del drakkar al arrastrero de trabajo, del horno de arenques a la draga de vieiras, de los arrecifes de guijarros y el caballito de mar al bacalao.

Mémorial du 19 Août 1942

Dieppe conserva un vínculo muy fuerte con Canadá, a raíz de la Segunda Guerra Mundial y, en particular, de la Operación Jubileo. En efecto, la mañana del 19 de agosto de 1942 desembarcaron en Dieppe 250 barcos y 8.000 hombres, en su mayoría canadienses: el objetivo era destruir las defensas militares alemanas, traer información, documentos y prisioneros.

Se eligió Dieppe por su puerto de aguas profundas, su amplia playa y su proximidad a la costa inglesa. Desgraciadamente, la operación resultó un sangriento fracaso. En pocas horas perecieron más de 2.000 soldados canadienses.

El monumento conmemorativo, situado cerca de las Tourelles, restos de las murallas que rodeaban la ciudad, hace un seguimiento de la incursión anglo-canadiense a través de documentos, objetos, fotos, uniformes, armas de época y una película de recuerdo.