'The Blues Brothers', la locura que revitalizó un género musical - 35 Milimetros

‘The Blues Brothers’, la locura que revitalizó un género musical

«Estamos a 150 kilómetros de Chicago. Tenemos medio depósito de gasolina. Medio paquete de cigarrillos. Es de noche, y llevamos gafas de sol. En marcha.» Todo el espíritu de The Blues Brothers (Granujas a Todo Ritmo en España, mejorando como siempre la nomenclatura foránea) reside en esta línea de diálogo.

Persecuciones en coche inverosímiles, centros comerciales y edificios destrozados, una misión divina, una ex-novia resentida y, por encima de todo, amor por el Blues y el Soul. Con la gran pareja protagonista formada por el irreverente John Belushi con el cómico físico que es Dan Aykroyd, esta cinta musical y buddy movie alcanza cotas muy altas de respeto por los enormérrimos músicos que participan aquí. Y, por supuesto, la dirección excelsa de un John Landis ya entonces sobradamente testado en Animal House (Desmadre a la Americana en la península, un no parar de grandes títulos patrios) de 1978.

Todo comenzó con este dúo forjado en el mítico Saturday Night Live de la NBC. Con sus números cómicos y musicales, pretendían ensalzar la música negra estadounidense, que a finales de los setenta estaba en horas bajas. Y tal fue su éxito que consiguieron armar la banda con músicos de la talla de Steve Cropper, «Duck» Dunn, Tom Malone, Steve Jordan o Paul Shaffer. Ya juntada esta agrupación estelar, en 1978 lanzarían el álbum Briefcase Full of Blues. La unión del carisma de una pareja en alza y la conjunción del talento de los músicos produjo un estallido creativo inimaginable.

Dado el éxito televisivo y musical, Universal Pictures comienza a mover ficha para lanzar una película basada en las peripecias de esta extraña pareja. Finalmente, tras conseguir a Landis al timón del proyecto y a Belushi y Aykroyd a bordo, acceden a comenzar el divertido rodaje de los Blues Brothers. Fue imprescindible además la participación de toda la banda, ya que el propio Landis afirmaba que sus versiones de clásicos como Sweet Home Chicago de Eric Clapton o Minnie The Moocher de Cab Calloway eran incluso mejores que las originales.

Poco a poco, la película fue convirtiéndose en un punto de reunión de viejas glorias del Blues (Aretha Franklin, Calloway, Ray Charles, James Brown o John Lee Hooker) y de caras conocidas del mundo del cine y el espectáculo como Carrie Fisher, John Candy (que sufrió un destino similar al de Belushi), Frank Oz o un cameo de Steven Spielberg. Este conjunto propició escenas musicales inolvidables (Aretha y su número musical en el bar o Ray Charles al piano) y momentos hilarantes como Fisher intentando sabotear todos los pasos de los hermanos Elwood.

Es frecuente escuchar a algunas personas intentando calificar el género al que pertenece esta película. La verdad es que ni la acción ni la música ni, por descontado, los números musicales coreografiados son divisibles. John Landis diseñó el filme para que todos estos elementos conformaran un todo inamovible, donde las escenas de acción y las musicales se complementasen y mantuviesen un tempo concreto. Aunque es cierto que lo que de verdad hace subir a los Blues Brothers como película de culto son la banda sonora y sus canciones. Un soundtrack que una vez se empieza a devorar por los oídos, es imposible parar. Una música que te acompaña para siempre.

Esta es una de esas obras inolvidables. Risas, gran ritmo y la resurrección de un género tan importante en la historia de la música. El valor histórico y fílmico de The Blues Brothers es incalculable. Además, después de cuarenta años, no ha envejecido ni un ápice. La luz que desprenden Belushi (su muerte por sobredosis fue devastadora para toda una generación que había crecido con él) y Aykroyd es increíblemente cegadora.