La canción "Nunca Tristes Siempre Locos" de Junior H cuenta una historia de lealtad, hermandad y las duras realidades de la vida. Las letras expresan un sentido de orgullo en su trabajo, ya que el protagonista recibe una llamada telefónica relacionada con su empleo, enfatizando su compromiso. La mención de una pistola calibre .50 sugiere un estilo de vida duro y peligroso en el que no permiten que nadie cruce su camino.

La canción rememora los buenos tiempos pasados en Las Vegas, donde solían pasear libremente y crear recuerdos. Esto contrasta con su crianza en Puebla, México, donde formaron vínculos estrechos con personas que influenciaron sus vidas.

El interludio rinde homenaje a una persona llamada Norcks, que posiblemente haya fallecido. Esto indica un momento de reflexión sobre la fragilidad de la vida y el dolor de perder a alguien cercano. La referencia a "Viva Las Vegas" resalta la nostalgia y el sentido de escapismo asociados con ese lugar.

La canción también menciona un viaje a Hidalgo, donde fueron con un amigo cercano durante casi un mes para aliviar el estrés. Esto probablemente representa una escapada temporal de las presiones de su estilo de vida peligroso.

Luego, las letras expresan la incredulidad y tristeza del protagonista ante la inesperada pérdida de su hermano ("carnal"), quien murió en un accidente aterrador. Este evento sirve como recordatorio de la naturaleza impredecible y arriesgada de su estilo de vida.

La canción concluye con una determinación de seguir adelante, mencionando a otros compañeros que no se han echado atrás ante los desafíos. La mención de un vehículo GMC negro implica un símbolo de poder y preparación para cualquier situación. La referencia a los géneros musicales de banda y norteño refleja su identidad cultural y el sentido de unidad que encuentran en la música.

En general, "Nunca Tristes Siempre Locos" retrata una vida llena tanto de alegría como de tragedia, resaltando la lealtad y la resistencia del protagonista y sus amigos frente a la adversidad. Enfatiza la importancia de apreciar los momentos y las relaciones en un mundo que puede ser impredecible y peligroso.