Sobre el Jade - Casa del Jade

Jade

La palabra jade hace referencia a dos minerales diferentes: la jadeíta y la nefrita, ambos del grupo VIII (inosilicatos), según la clasificación de Strunz. Para ser considerados como jade, ambos deben estar presentes como agregados en forma de gránulos muy finos o fibras entrelazadas.

El Jade Nefrita, muy común en Asia, es con frecuencia llamado Jade Chino, ya que con este se realizan bellas piezas talladas con diversos motivos como budas, dragones y serpientes, así como algunos símbolos orientales. De igual manera, se encuentran grandes depósitos de Jade Nefrita en lugares como: Columbia Británica, Canadá; Alaska y Wyoming, Los Estados Unidos; Australia y Nueva Zelanda, lugar en el cual se le conoce como “The Green Stone” (La Piedra Verde).

El otro tipo de Jade identificado por los Gemólogos, es el Jade Jadeíta, el cual es un tipo de Jade más escaso y difícil de hallar, básicamente se puede encontrar en cuatro lugares en el mundo: Myanmar o la Antigua Birmania, Japón, Rusia y Guatemala.

La diferencias entre estos dos tipos son:

El jade ha sido utilizado para la elaboración de una variedad de productos, y ha adquirido la fama de ser un amuleto de buena suerte. Desde hace más de 5.000 años en China y Mesoamérica, el jade ha sido utilizado como material para fabricar utensilios y adornos; también ha sido usado para la elaboración de armas y herramientas debido a su dureza y resistencia.

La variedad de Jade que se encuentra en Guatemala es el Jade Jadeíta.

La fuente principal de jade jadeíta, como lo fue para las culturas mesoamericanas,  se encuentra en la región árida de Zacapa, en la Sierra de las Minas y el Río Motagua, a unas 120 millas al noroeste de la capital guatemalteca. Esta región es muy rica en minerales, debido a la catastrófica falla del Motagua en donde se puede encontrar: cuarzo en sus diferentes variedades, plata, Zinc, Hierro, Cobre, Níquel, Mármol, Alabastro y La Sagrada piedra del Jade.

En el valle del Río Motagua en Guatemala, se encuentra uno de los yacimientos de jade más ricos del mundo, en donde se encuentran una amplia variedad de colores de jade.

La gama de colores del Jade Jadeíta guatemalteco va desde un blanco grisáceo, que según los científicos es básicamente uno de los primeros colores de formación y químicamente es la base (Silicato de Sodio y Aluminio) que se tiene al momento de ser expulsado a la superficie, proceso que toma miles de años, y en el cual el jade obtiene diferentes elementos invitados en su composición química y es por esta razón el cambio de colores.

Algunos minerales que producen diversos colores de jade jadeíta son:

  • El titanio, causa los colores pastel, especialmente los Lilas y las tonalidades color Ópalo, estas tonalidades fueron descubiertas durante el huracán Mitch en el año 1998.
  •  El Hierro aporta desde un verde oscuro hasta el escaso Jade Negro que se conoce químicamente como Cloromelanita y se encuentra únicamente en Guatemala.
  • El Cromo provoca las tonalidades Verde hasta llegar al verde Esmeralda, conocido como Jade Imperial. Un color que se caracteriza por su escasez, ya que es por lo regular una veta en el interior de una roca o en ocasiones más como un núcleo, razón por la cual se encuentra casi hoy en día extinto.

Todas estas bellas tonalidades hacen del Jade de nuestro país, un orgullo nacional.

Simbología de los diferentes colores de Jade Jadeíta

Luna

Jade Luna

Pureza, fertilidad, juventud y amor puro.

Verde Jaguar

Jade Verde Jaguar

La tierra, la naturaleza, la vida, tiene efectos curativos, resuelve la irritabilidad, convierte energía negativa en positiva.

Negro

Jade Negro

Protección, aleja la negatividad, simboliza poder, elegancia.

Verde Claro

Jade Verde Claro

La tierra, la naturaleza, la vida, tiene efectos curativos, resuelve la irritabilidad, convierte energía negativa en positiva.

Celeste

Jade Celeste

Riqueza, energía positiva, paz y reflexión.

Naranja

Jade Naranja

Es energético, aporta alegría, enseña la interconexión de todos los seres.

Verde Manzano

Jade Verde Manzano

La tierra, la naturaleza, la vida, tiene efectos curativos, resuelve la irritabilidad, convierte energía negativa en positiva.

Lavanda

Jade Lavanda

Prosperidad, aporta paz interna, atrae el amor, buena salud, alivia dolores emocionales.

Verde Imperial

Jade Verde Imperial

Poder, estatus, eternidad, buena suerte, antiguamente únicamente era portado por la realeza y personas con mucho poder.

El jade para nuestros antepasados fue considerado de sumo valor. Para las culturas prehispánicas de Mesoamérica como los Olmecas, Mayas, Toltecas, Kichés, Mixtecas, Zapotecas y Aztecas; el jade era la piedra de la creación, significaba vida, fertilidad y poder. Simbolizó la selva, el verde de las plantas, el verde de la vida del bosque y he ahí el porqué del concepto de un pasaporte a otro mundo, al mundo que los Mayas llamaron “XIBALBA” (El Inframundo). Los arqueólogos han logrado determinar que el Jade definitivamente era propiedad de la clase noble. Por lo cual, el jade fue incluso valorado más que el oro.

Nuestros antepasados alcanzaron un desarrollo impresionante en la creación de obras de arte en Jade, verdaderos tesoros encontrados en tumbas de diversos sitios arqueológicos desde el valle de México hasta Costa Rica. Entre dichos tesoros podríamos mencionar collares, pulseras, anillos, tobilleras, figurillas, cráneos con incrustaciones dentales, hasta impresionantes trabajos en mosaico como la máscara funeraria del rey Pacal; y piezas maestras de Tikal, como los vasos retrato de Yikin Chan Kawil y Hasaw Chan Kawil o la hermosa máscara Funeraria de la tumba 160 que posiblemente perteneció al gobernante Kalomte Balam.

Tomando en cuenta la dureza del jade y el hecho de que en la actualidad el jade se trabaja con maquinaria de diamante industrial, nos surge la interrogante ¿Cómo la antigua cultura Maya hace más de 2,000 años trabajó esta piedra sagrada sin el uso de tecnología sofisticada?

Basado en un hallazgo en el sitio arqueológico de Cancuén se han podido determinar algunas posibles técnicas usadas por los Mayas para trabajar el jade. Una de estas técnicas fue la fricción de Jade sobre Jade, y el uso de herramientas tipo sierra hechas de cuero con un abrasivo, como el cuarzo, para cortar parte de la piedra grande. Además se han hallado indicios de herramientas hechas del mismo Jade con agarradores de maderas duras y resistentes para realizar los detalles de las esculturas. De igual manera usaron brocas hechas del mismo Jade para poder perforar las cuentas de sus collares ceremoniales (llamados “Chachales”) o bien pendientes. Finalmente, se cree que les dieron un cierto brillo a las piezas con resinas de los árboles, polvos de cristales y con arena como si fuese una lija moderna. Aun hoy, es un increíble misterio el entender como con tan limita tecnología, nuestros antepasados produjeron piezas tan asombrosas.

 

Casi desde el principio se han intentado vender otros minerales con la denominación de jade, lo cual se logró con el mineral llamado serpentina. La serpentina no sólo tiene el mismo aspecto que el jade, sino que aparece en los mismos yacimientos que la jadeíta y la nefrita. Es un material más blando y menos resistente que el jade. Como se trabaja mucho mejor que el jade se ha establecido como sustituto preferido en los últimos años. 

En Guatemala podemos encontrar muchas otras piedras que se pueden encontrar en el mercado y no son Jade, entre ellas estan: la Guatemalita, el cuarzo, la obsidiana y la serpentina. 

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