¿Por qué Kaliningrado pertenece a Rusia? - El Orden Mundial - EOM
EOM explica Geopolítica Rusia y espacio postsoviético

¿Por qué Kaliningrado pertenece a Rusia?

Actualizado: 6 marzo, 2023

Kaliningrado es uno de los 47 óblasts de la Federación Rusia y el único separado del resto del país. La Unión Soviética incorporó el territorio después de la Segunda Guerra Mundial y desde entonces ha supuesto ventajas y desafíos para Moscú con Europa
¿Por qué Kaliningrado pertenece a Rusia?
Fuente: Pixabay

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Kaliningrado pertenece a Rusia porque la Unión Soviética incorporó el territorio después de la Segunda Guerra Mundial y después lo rusificó. La región había pertenecido a la desaparecida Prusia y en la actualidad es uno de los 47 óblasts de la Federación Rusa, el único separado del resto del país, enclavado entre el mar Báltico, Lituania y Polonia.

Kaliningrado, de la Orden Teutónica al Kremlin

Los caballeros de la Órden Teutónica se asentaron en la región y fundaron la ciudad de Königsberg, actual Kaliningrado, en el siglo XIII. La Orden dominó Königsberg hasta que esta quedó bajo la órbita prusiana desde el siglo XVI. Después, la ciudad se convirtió en capital de Prusia Oriental, una región próspera del Imperio alemán.

El cambio de manos sobre Kaliningrado llegó después de la Segunda Guerra Mundial, cuando pasó a formar parte de la Unión Soviética. Tras la ofensiva contra la Alemania nazi y la firma del acuerdo de Posddam, el territorio de Prusia Oriental quedó dividido en tres partes: una para Polonia, otra para Lituania —entonces parte de la URSS— y otra para Rusia. La ciudad y su área circundante pasó a ser entonces el óblast de Kaliningrado, bajo el control de Moscú. El nombre se eligió en honor a Mijaíl Kalinin, uno de los fundadores de la URSS y presidente del Presidium del Soviet Supremo de la URSS entre 1938 y 1946.

La URSS comenzó entonces la rusificación del territorio, que provocó la migración de la mayoría de los alemanes de la zona. El Gobierno aplicó las mismas políticas que en el resto del país, y Kaliningrado se convirtió en un reflejo social, étnico y político del sistema soviético. El territorio también fue un enclave estratégico en la Guerra Fría: le ofreció a Moscú un acceso al mar Báltico para presionar a Occidente. Kaliningrado tiene aguas mucho más templadas que las de otros puertos bálticos rusos como Víborg o San Petersburgo, que sufren inviernos más severos. De ahí que sea la sede de la Flota rusa del Báltico.

Un enclave estratégico

Después de la caída de la URSS, la ampliación de la Unión Europea hacia el este llevó al ingreso de Polonia y las repúblicas bálticas. Kaliningrado se convirtió entonces en una cuña territorial rusa en pleno territorio de la UE. Eso le ha permitido a Moscú seguir jugando un papel central en la geopolítica del Báltico.

El enclave le proporciona a Rusia un lugar desde donde desplegar sus tropas en Europa, en una zona dominada por la OTAN y donde la tensión ha aumentado por el conflicto ruso con Ucrania y Occidente. Se trata de una zona militarizada, y esa presencia rusa preocupa al resto de países. La OTAN, con bases en diferentes puntos del Báltico, ha aumentado su presencia en Estonia, Letonia y Lituania para reforzar este flanco.

Sin embargo, la separación con el resto de Rusia también es el talón de Aquiles de Kaliningrado. Las carreteras y vías férreas que conectan el territorio con el resto del país pasan por Lituania y Polonia, lo que supone un riesgo para abastecerlo ante las amenazas de un aislamiento. Además, el acceso marítimo al óblast pasa por el golfo de Finlandia, situado entre este país, posible nuevo miembro de la OTAN, y Estonia, que ya lo es.

La guerra en Ucrania ha confirmado que el abastecimiento de Kaliningrado puede convertirse en una debilidad para Rusia. El Kremlin supo sacarle partido desde la anexión en 1945 y en tiempos más distendidos. Ha sido una pieza fundamental en la estrategia defensiva de Rusia en el norte de Europa, y su separación geográfica, más que un impedimento, había sido una ventaja geopolítica. Sin embargo, como la mayoría de las importaciones llegan por tierra, el bloqueo de ciertas mercancías que Lituania intentó aplicar en 2022 al tránsito ferroviario que llega a Kaliningrado ha demostrado la vulnerabilidad del enclave.

Eduardo Saldaña

Madrid, 1994. Codirector de El Orden Mundial (una aventura de la que estamos orgullosos). Graduado en Relaciones Internacionales (URJC) y máster en Estudios Africanos (UAM).

3 comentarios

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    Acuerdo de Potsdam.

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    A mi juicio, hay dos dinámicas interesantes ahora mismo en Kaliningrado. Por un lado, está la importante inversión de Moscú para lograr que la región sea autosuficiente energéticamente y evitar así depender de las rutas que pasan por sus vecinos de la UE: https://www.dw.com/en/kaliningrad-gets-moscow-energy-boost-as-baltic-states-pull-plug/a-47979106

    Por otro, la Germanización de la región es percibida por muchos rusos como una amenaza para la seguridad y la estabilidad de la región: https://jamestown.org/program/creeping-germanization-of-kaliningrad-worries-moscow/

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