Austria ha puesto sobre la mesa europea un apocal�ptico escenario: el de un 'gran apag�n' en el que se colapsar�a el sistema energ�tico del pa�s y esto arrastrar�a los de otras naciones vecinas. En los �ltimos d�as, en plena crisis de suministro de gas, en Espa�a se habla de esta posibilidad de perder la luz a nivel global. Si bien los expertos no consideran que sea un riesgo real, s� advierten de la dificultad que supondr�a reactivar el servicio, un proceso que podr�a llevar incluso semanas.
La ministra de Defensa austriaca, Klaudia Tanner, fue quien puso la atenci�n sobre el problema -"un riesgo realista y al mismo tiempo subestimado"- en una publicaci�n de Instagram. El ej�rcito del pa�s realiz� unas maniobras, a las que asisti� Tanner, para prepararse ante esta eventualidad. Austria tambi�n conmina a sus ciudadanos a hacerse con suministros como velas, mantas o comida enlatada no perecedera para hacer frente a este escenario.
"Lanzar ese mensaje me parece demasiado sensacionalista y un poco irresponsable", lamenta Roberto G�mez, profesor de Empresa de la Universidad Europea de Valencia y experto en suministro energ�tico. "En el caso de Espa�a es improbable un apag�n de este tipo", tranquiliza. Eso s�, si ocurriese "ser�a un problema muy grande": "No s�lo estamos a oscuras en casa, es que absolutamente toda la econom�a se para". Adem�s, no ser�a tan sencillo como volver a subir los fusibles; "costar�a d�as o semanas". Las centrales nucleares, por ejemplo, tardan d�as en apagarse en una situaci�n de emergencia para evitar que se genere demasiado calor y volver a ponerlas en funcionamiento tambi�n lleva tiempo. "La reconexi�n ser�a muy laboriosa y costosa", resume el experto.
En cualquier caso, G�mez no duda que el regulador del sistema el�ctrico, Red El�ctrica Espa�ola, "estar� poni�ndose en guardia" para que no fallen las herramientas previstas para evitar un posible apag�n.
Uno de los primeros seguros que se podr�an utilizar para amortiguar un pico de demanda son los contratos de interrumpibilidad: hay consumidores que pagan la energ�a a un precio menor o reciben una compensaci�n a cambio de ser los primeros a los que se les cortar� el acceso en un momento en el que el sistema est� tensionado. "Grandes demandantes de energ�a", resume G�mez, como hornos de fundici�n o empresas cementeras que "se han comprometido a sacrificarse para que la red no caiga".
Adem�s, los planes de contingencia tambi�n podr�an contemplar volver temporalmente al carb�n, que est� en el banquillo a la espera de retirarse definitivamente, pero podr�a volver a saltar al terreno de juego en caso de emergencia y aportar "unos cinco gigavatios" de energ�a.
En su opini�n, no tiene sentido hacer pensar a los ciudadanos que tienen que aprovisionarse "como si fueran Rambo", sino que se deber�a haber optado por transmitir mejor la idea de que tal vez sean necesarias medidas concretas, como cortes de luz. Porque el sistema, asegura el experto, es robusto y no va a caer: "Mandar a los ciudadanos a buscar hornillos y bater�as es como decir que el barco se va a hundir y nosotros hemos saltado".
"Estamos en una coyuntura de mucho nerviosismo porque hay muchos sectores que est�n desequilibrados", contextualiza G�mez. En general, el sistema parece "muy robusto", apunta, pero peque�as variaciones producen "unas grandes alteraciones". As�, vemos problemas de transporte o suministro -no �nicamente de gas- que, en muchos casos, son consecuencia de la recuperaci�n econ�mica tras la pandemia.
En el contexto energ�tico, el problema es que la electricidad es un vector de energ�a. Es decir, tiene que generarse con otras fuentes, ya sean renovables (como el sol) o f�siles (como el gas). �ste llega a Espa�a principalmente por dos gasoductos argelinos, GME (v�a Marruecos, entrada por Tarifa) y Medgaz (v�a la propia Argelia, entrada por Almer�a). El primero cerrar� el 31 de octubre por los conflictos entre los dos pa�ses africanos. Las renovables son inagotables, pero dependen de su disponibilidad -es imposible generar fotovoltaica de noche o e�lica sin viento- y en momentos de escasez hay que tirar de combustible (del que, en cualquier caso, por ley hay reservas para cubrir hasta 20 d�as de suministro). Y cuando no hay capacidad suficiente para cubrir la demanda llega el apag�n.
Es, compara el profesor, como si el sistema el�ctrico fuese un coche que llega cargado y sin potencia a una cuesta de subida, que es la demanda. Si empieza a ahogarse tendremos que bajar de marcha y soltar lastre para que no se cale. Un peque�o apag�n sectorial que evita un gran apag�n global.
Una isla
De todos modos, Espa�a tiene una ventaja: la pen�nsula geogr�fica es una isla energ�tica. "Espa�a est� en una posici�n mejor que el resto de pa�ses de Europa frente a un gran apag�n", apunta G�mez. Esto hace que sea m�s dif�cil que si un pa�s del continente cae, se convierta en una ficha de domin� que arrastra al nuestro. La red est� muy mallada, algo que proporciona estabilidad y codependencia, pero �nicamente hasta los Pirineos.
"Tenemos una conexi�n que proporciona un 3 o un 5%, en el mejor de los casos, de la energ�a que necesita Espa�a por Francia", explica el experto. Ese 95% de producci�n propia hace que estemos acostumbrados a "no tener apoyo externo" y "generar o importar los combustibles para poder producir la electricidad".
As�, por la cordillera apenas entran unos gigavatios al sistema nacional y "es relativamente f�cil quitar tres fichas del domin� para que se caiga en Europa y a nosotros no nos arrastre". "Nuestro sistema, que ha sido un problema porque hemos tenido que cubrir las necesidades con nuestros recursos, puede ser una bendici�n", reconoce el profesor.
Plan de contingencia
Pero, �y si ocurriese? Vox ya pregunt� al Gobierno si el Departamento de Seguridad Nacional incluir� como riesgo uno de estos apagones que, apuntan fuentes de Defensa, no est�n recogidos actualmente en los planes de actuaci�n. S� que hay, como es l�gico, "planes gen�ricos de actuaci�n en apoyo de las autoridades y de protecci�n de infraestructuras cr�ticas".
En el caso de uno de estos eventos el Departamento de Seguridad Nacional estar�a al mando de la situaci�n "con el apoyo de varios departamentos". En primer lugar, Interior, pero tambi�n Defensa "en temas secundarios de control y protecci�n de infraestructuras cr�ticas y en apoyo log�stico en general".
Conforme a los criterios de