Luisa de Marillac: madre resiliente, empática y creativa - Congregación de la Misión

Luisa de Marillac: madre resiliente, empática y creativa

Luisa de Marillac: madre resiliente, empática y creativa[1]

Unos meses después de que Luisa ha fallecido, Vicente se reúne con las Hijas de la Caridad y les dice:

“¡Qué hermoso cuadro ha puesto Dios ante vuestros ojos! Sí, es un cuadro al que tienen que mirar como un prototipo que las anime a hacer lo mismo, a adquirir esa humildad, esa caridad, esa tolerancia, esa firmeza en toda su conducta, recordando de cómo tendía en todas las cosa a conformar sus acciones con las de Nuestro Señor”. (SVP IX, 1235)

Hoy al celebrarla se actualiza para nosotros esta invitación. Estamos invitados a fijar nuestros ojos en ella quien poniéndose en las manos del gran artista que se convirtió en una verdadera obra de arte de la caridad.

Luisa de Marillac, encarnando el evangelio, supo ser una madre resiliente,  empática y creativa. Para ello en primer lugar tuvo que aceptar su vocación, que es una respuesta de amor a una llamada de amor, porque amando “al Amor y llegaremos a concebir lo que es su duración que no depende en manera alguna de nosotros”. (E. 278)

Supo ser Madre, sin embargo, pareciera que ella nunca llegó a conocer a su madre. Seguramente aquella realidad la hizo sufrir mucho. Ella afirma escribía:

“Dios me ha hecho la gracia de conocer que es su voluntad que yo vaya a Él por medio de la cruz. En efecto, Él quiso que desde mi cuna estuviese marcada con ella, no dejándome casi nunca, en todas las épocas de mi vida, sin ocasión de padecer”. (E. 57)

Así podemos ver que en las manos del gran artista, ella se convirtió en una verdadera madre. Porque como dice el evangelio de Juan, fue capaz de “ir y dar fruto” (cfr. 15,16). Uno de los hechos más importante del encuentro que tuvo con Vicente fue que él la mandó a “ir”, ir a visitar las caridades y a los pobres, en esos viajes que fueron verdaderamente misioneros se fragua en ella el carácter de una mujer fuerte que saliendo de sí misma se pone a servir. Y hoy para nosotros resuena fuerte este testimonio de Luisa y las palabras del evangelio, porque también siempre es un desafío para el cristiano vivir la vida cristiana en salida, en misión, en encuentros profundos que surgen de una mirada compasiva que superen los prejuicios.

Luisa se convirtió en madre saliendo de sí misma para encontrarse con los otros, generando vida en los encuentros y de esta manera siendo verdaderamente un modelo de resiliencia, porque decidió superar las frustraciones de la vida y se puso a servir. Como afirma Santiago: “la fe sin las obras es muerta” (2,17). Ella fue una mujer de fe, unida a Cristo por medio de la fe, pero a su vez encarnando en lo cotidiano las otras virtudes teologales: esperanza y caridad.

Esta madre resiliente también supo ser madre empática. Pudiendo vivir una vida tranquila y piadosa, una vez más “saliendo de sí misma” reúne en su propia casa a las primeras Hijas de la Caridad. Y las hermanas pudieron encontrar en ella una madre empática. Una de ellas afirma: “Tenía mucha caridad con las hermanas. Hacía todo lo posible por no dejar a nadie descontenta. Esto no le impedía reprender las faltas, pero siempre lo hacía con mucho acierto y amor”. (SVP IX, 1228)

Esta madre resiliente y empática fue verdaderamente creativa. Dijo S. Vicente: “el amor es creativo hasta el infinito” (SVP XI, 65), y efectivamente el amor de Luisa a Dios y a los pobres fue de una fecunda creatividad. Empezando por la organización de las cofradías de la caridad y de las hermanas. Fue una verdadera innovadora y ejecutiva. Fue capaz de renovar la vida consagrada (las hijas de la caridad en aquél contexto constituían toda una novedad) y de innovar en el campo del servicio a los pobres, no siendo indiferente a ninguna pobreza de su tiempo. Fue la Tabita del s. XVII, porque “se dedicaba por entero a hacer buenas obras y a socorrer a los necesitados” (Hch 9,36).

En esta Eucaristía pidamos, por intercesión de santa Luisa, que también nosotros podamos ser padres/madres, personas generadoras de vida, resilientes, empáticas y creativas.

P. Hugo R. Sosa, CM

 

[1] Las citas de los fundadores son según la versión española de las Obras Completas de SVP y de los Escritos y Correspondencias de SLM.

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