Stanley es un troll un tanto curioso que, en vez de comportarse mal como suelen hacer todos los trolls, resulta que tiene buen corazón y no le gusta asustar a los humanos ni hacer maldades. Viendo su comportamiento como algo imperdonable para uno de su especie, la reina de los Trolls se enfada con Stanley y decide que ha de morir. Pero el rey, algo más piadoso, decide perdonarlo y enviarlo al exilio como castigo. A partir de ese momento, Stanley vivirá oculto en el centro de Manhattan, en Central Park. Allí conocerá a dos niños a los que pronto cogerá cariño, la pequeña Rosie y su hermano mayor Gus, para los que, mediante su dedo mágico, creará bonitos y vistosos jardines de flores de uno y mil colores. Cuando la reina de los Trolls se entere de lo que hace Stanley en su exilio, volverá a enfadarse todavía más con Stanley, lanzando, furiosa, una tormenta sobre el parque. A partir de ese momento, si Stanley quiere salvar su vida y la de sus nuevos amigos, tendrá que hacer uso de todo su ingenio…
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