Crítica 'Entrevista con el vampiro': Los reyes de la noche
Crítica de la primera temporada (AMC+)

‘Entrevista con el vampiro’: Los reyes de la noche

Para todos aquellos que crecimos leyendo 'Crepúsculo' y viendo series como 'Buffy', 'Crónicas Vampíricas' o 'True Blood', es difícil no caer en las redes de cualquier producto cultural que tenga colmillos. Apunten, apunten, que esto os gustará: 'Entrevista con el vampiro'.

Las historias sobre sangre, inmortalidad y todos aquellos seres que se refugian en las sombras siempre han sido un éxito entre los amantes de la fantasía. Romantizar una vida de juventud eterna llena de aventuras moralmente cuestionables, es un guilty pleasure que todos deberíamos darnos de vez en cuando.

Pero ¿qué convierte a Entrevista con el vampiro en una serie especial?

Basada en la mítica novela de Anne Rice con el mismo nombre, esta historia se centra en el encuentro entre Louis de Pointe du Lac y un famoso reportero al que le relata la historia de su vida y cómo se convirtió en vampiro.

Previamente llevada a la gran pantalla en la película del año 1994 con el mismo título –con Tom Cruise, Brad Pitt y sus pelucas como protagonistas–, esta serie de AMC+ es una renovada y juguetona mirada al gótico y sangriento mundo de Entrevista con el vampiro. Por lo que no solo gustará a los fans de las novelas, sino que también conseguirá ampliar públicos más allá de las fronteras de la fantasía vampírica.

Entrevista con el vampiro está disponible en AMC+

Reinvención del género y vampiros queer

A los pocos minutos de Entrevista con el vampiro, un personaje incita a otro a contar su historia. Verdad y reconciliación. Ambos se conocen, pero su anterior encuentro no salió del todo bien. Es por eso que con cierta impaciencia y bravuconería, el reportero Daniel Molloy (Eric Bogosian) insiste en ir al grano del asunto. Enciende la grabadora, corrige su postura y dispara: “¿Cuánto tiempo lleva muerto?”, le pregunta a Louis (Jacob Anderson). El vampiro ríe e inicia la narración. Ya estamos dentro: año 1910, Nueva Orleans. Suena la música.

Esta es una ficción que va más allá del mito y sus luces y sombras

Los vampiros son criaturas sobrenaturales que han alimentado historias durante siglos. Pero muchas de las re-visitas audiovisuales contemporáneas de sus figuras han intentado alejarse de la mitología más clásica para intentar presentar sus historias desde un prisma más “real” o “integrado en sociedad”. Aunque estos primeros intentos de personificar sus figuras eran algo novedoso y ausente en el género, en la mayoría de los casos, este «realismo forzado» acabó resultando algo manido. O lo que es peor, retrocediendo cada vez más hacia ideas anteriores para acabar convirtiéndose en un batiburrillo de conceptos confusos: ¿Nos caen bien? ¿Tienen forma humana? ¿Son desagradables? ¿Son sexys? ¿Son buenos? ¿Son malos?

Pero en Entrevista con el vampiro –gracias en parte al encanto de la historia de época y las equilibradas intersecciones con la actualidad– nos encontramos con una ficción que va más allá del mito y sus luces y sombras. Una serie que tiene la virtud de combinar su preocupación por tratar temas como la identidad, el abuso, el racismo, o la sexualidad, a la vez se las arregla para seguir siendo un entretenido relato sobre dos tipos con incisivos gigantes que duermen en ataúdes. Literalmente.

Jacob Anderson y Sam Reid en Entrevista con el vampiro

Desde el principio, Entrevista con el vampiro se siente fresca e impredecible. Un claro testamento y carta de amor al mundo de Anne Rice. Un exitoso imaginario que ha tenido décadas para mejorarse y reinventarse a sí mismo. Además, se nota que su creador y directores/as han puesto mimo y paciencia en asegurarse de que esta nueva adaptación no sea un contenido genérico de vampiros que se apoya excesivamente en temas trillados e iconografías cómodas.

Una historia guiada por dos brillantes protagonistas que saben cómo hacer uso de sus talentos para infundirnos su veneno

La serie además, brilla en su re-apropiamiento del subtexto queer de la novela (¡por fin!), llevándolo al centro nuclear de la historia. Dejémonos de hombres, mujeres o criaturas extrañas. Esto es por encima de todo una historia de amor y pasión. Una historia, eso sí, guiada por dos brillantes protagonistas que saben cómo hacer uso de sus talentos para infundirnos su veneno.

Sam Reid (visto recientemente en The Newsreader), ocupa los cuatro bordes de sus planos hasta los topes con su Lestat de Lioncourt. Un hombre  con una elegancia y seguridad propias de un seductor que se sabe encantador. Por su parte, Anderson (nuestro querido Gusano Gris en Juego de Tronos) consigue mimetizarse perfectamente con las dos caras de Louis: el joven proxeneta y el vampiro entrevistado.

La nueva gran serie de AMC+: un universo ampliado

Teniendo en cuenta que The Walking Dead y Better Call Saul se han despedido de la pequeña pantalla recientemente, da la sensación que Entrevista con el vampiro ha llegado en el momento perfecto para tomar el relevo y convertirse en la nueva gran serie de AMC+. Algo que tiene mucho sentido ya que es una serie que permite su propia expansión en múltiples temporadas temporadas e infinitos spin-offs.

La fascinación por los vampiros no acabará nunca. Y AMC+ ha sido muy inteligente a la hora de apostar por este contenido. Una historia conocida, pero no lo suficientemente reciente como para resultar cansina. Mientras que muchas otras plataformas se afanan por hacerse con la propiedad intelectual más brillante posible para atraer a espectadores nostálgicos, lo mejor que se puede decir de esta adaptación, es que respeta el material original a la vez que lo mejora en su adaptación a un nuevo medio.

Bailey Bass en el papel de Claudia

Y nosotras, como consumidoras obedientes de todo aquello que nos proporcione placer y fantasía, intentamos convencer al resto de que se unan al visionado para poder comentarlo a medida que avanza. Como muy bien dice Louis de Pointe du Lac en el primer episodio: ¡Let the tale seduce you, just as i was seduced!

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