Frases célebres de Jordan Peterson: Inspiración y reflexión

Frases célebres de Jordan Peterson

Verificado Redactado por Bernardo Peña el 18 noviembre 2017. Artículo revisado, actualizado y verificado por nuestro equipo de psicólogos el 18 mayo 2023.
Descubre las frases más impactantes de Jordan Peterson, el polémico intelectual y psicólogo canadiense.

Jordan Peterson es psicólogo clínico, crítico cultural e investigador sobre psicología de la personalidad, las religiones y las ideologías. Es canadiense e imparte clases en la Universidad de Toronto. Política y moralmente conservador, es conocido por sus críticas hacia el marxismo cultural.

Jordan Peterson no solo es un gran intelectual, profesor y psicólogo, sino que sus libros tratan de ofrecer una salida personal y espiritual frente al caos sociocultural reinante en Occidente. Ha sido muy atacado por colectivos feministas, LGTB, izquierdistas, etc. No obstante, también es admirado por millones de personas en todo el mundo.

Así es Jordan Peterson; querido por unos, odiado por otros, pero indiferente a nadie. Conozcamos un poco más él a través de algunas de sus frases más polémicas:

Frases célebres de Jordan Peterson

Si continúas aceptando ser un esclavo, continuarás generando tiranos.

La gente piensa que el propósito de la memoria es recordar el pasado y ese no es el propósito de la memoria. El propósito de la memoria es extraer del pasado, lecciones para estructurar el futuro.

La vida es una secuencia de problemas que deben ser resueltos, si no los resuelves sufrirás y morirás.

Compárate con quien eras ayer, no con cómo es otro hoy.

Ordena tu casa perfectamente antes de criticar el mundo.

Apunta alto. Pon tu mirada en el mejoramiento del Ser. Alinéate, en tu alma, con la Verdad y el Bien Superior. Hay un orden habitable que establecer y hay belleza que traer a la existencia. Hay mal que derrotar, sufrimiento que calmar, y estás tú, que te tienes que mejorar. Esto es, en mi interpretación, lo que constituye la cumbre ética del canon occidental.

Hazte amigo de quien quiere lo mejor para ti.

Trátate a ti mismo como a alguien a quien tienes la responsabilidad de ayudar.

Débil y miserable como eres, todavía puede hacer frente a la terrible tragedia de la vida y prevalecer.

Hay un ataque, una tendencia de quienes defienden la doctrina de la tiranía patriarcal. La mayor parte de nuestras estructuras jerárquicas están basadas en competencias y, en la medida en que la aspiración al poder y la jerarquía están asociada a la masculinidad, asociamos masculinidad con tiranía. Y esto es muy duro para los jóvenes, para los hombres que quieren aspirar a ser competentes, y es la causa de esa crisis.

La discriminación positiva como elemento corrector es horrible.

Es más probable que seas víctima de violencia si eres hombre.

No vivimos una tiranía patriarcal. Caracterizar la relación hombre-mujer como una relación de dominio ignora la historia. En la Revolución Industrial, por ejemplo, hombres y mujeres cooperaron para sobrevivir, para sacar adelante a sus hijos y ese es un resumen mucho más saludable de la historia que la opresión de la mujer.

Si no estás dispuesto a errar nunca podrás convertirte en un maestro.

La gente desarrolla una visión ideológica del mundo porque no quiere pensar las cosas de manera realmente detallada.

En una crisis, el sufrimiento inevitable que implica la vida puede rápidamente reducir a burla la idea de que la felicidad es el propósito adecuado del individuo.

En Occidente, nos hemos ido alejando de nuestras culturas centradas en las tradiciones, las religiones y hasta las naciones, en parte para disminuir el peligro del conflicto grupal. Pero cada vez más somos presa de la desesperación de la falta de sentido, y eso no es una mejora en absoluto.

La desigualdad es real pero no hay brecha salarial de género.

La jerarquía de dominio no es el capitalismo. No es el comunismo, tampoco. No es el complejo militar-industrial. Tampoco es el patriarcado, ese artefacto cultural desechable, maleable, arbitrario. Ni siquiera es una creación humana, no en el sentido más profundo. Es en cambio un aspecto casi eterno del medioambiente. […] Hemos luchado por una posición desde antes de tener piel, o manos, o pulmones, o huesos. Poco hay más natural que la cultura. Las jerarquías de dominio son más antiguas que los árboles.

Mucha gente carga el peso intolerable del disgusto por sí misma, el autodesprecio, la vergüenza y los complejos. […] Merecemos respeto. Tú mereces respeto. Tú eres importante para otras personas, tanto como para ti mismo. Y tienes un papel vital que cumplir en el destino en desarrollo del mundo. Estás, por lo tanto, moralmente obligado a cuidarte. Deberías cuidarte, ayudarte y ser bueno contigo del mismo modo en que deberías cuidar, ayudar y ser bueno con alguien a quien amas y valoras.

Al asumir un sacrificio, nuestros antepasados comenzaron a manifestar lo que se consideraría una propuesta, si se expresara en palabras: que en el futuro se podría lograr algo mejor si en el presente se renunciara a algo de valor.

Los niños sufren en el mundo moderno. […]  Las niñas juegan, por ejemplo, juegos de niños, pero los niños se resisten más a jugar juegos de niñas. Esto en parte se debe a que resulta admirable que una niña gane cuando compite con un niño. También está bien que pierda con un niño. Pero para un niño ganarle a una niña no está bien, y con frecuencia perder ante una niña está menos bien.

Trabaja con todas tus fuerzas en al menos una sola cosa y ve qué sucede.

Las personas generalmente no cambian a menos que ocurra un evento traumático en su vida que desencadene al cerebro a una nueva acción.

Si la religión era el opio de las masas, entonces el comunismo era la metanfetamina de las masas.

Licenciado en Psicología por la Universidad de Jaén (2010). Máster en Análisis Funcional en Contextos Clínicos y de la Salud por la UAL (2011) y Máster en Psicología Jurídica y Forense por el COPAO, Granada (2012). Doctorando en Ciencias Humanas y Sociales por la Universidad Pontificia de Salamanca. Ha publicado 8 artículos científicos y es autor de los siguientes libros: «Psicopatología General», «Neurociencias: etiología del daño cerebral» y «Evaluación Psicológica». Además, es coautor del libro «Modelo ROA: Integración de la Teoría de Relaciones Objetales y la Teoría del Apego».