Escritos de Ignacio Almudévar Zamora
jueves, 23 de mayo de 2024
El bovino ibérico y la memoria de los españoles
miércoles, 22 de mayo de 2024
DÍA DE LAS FUERZAS ARMADAS EN HUESCA
Hoy día 28 de Mayo del Año 2.022, por la mañana, cierro las cortinas de mi galería para que no estorbe el sol, que desde el Este, al fondo del paisaje,se exhibe desde el Cielo un color verde de los árboles. Unos son cipreses, acacias y del fondo se alzan abedules y chopos. Estos verdes árboles, desde fondo de su altura, alzan su mirada sobre la arboleda del parque, dándole una visión del fondo de las copas arbóreas , del abrazo que se están dando el pico de Guara con la alta Catedral Oscense.
Este parque coronado por la Catedral y el Pico de Guara y coronados por un cielo azul, esta asistido por vuelos de palomas, picarazas blancas y negras, que toman el sol, desde su salida en la madrugada, madrileños caballos elegantes montados por caballeros, que pasean por bellas sendas por el parque desde el que vigilan cuidadosamente, el Palco del Trono real, a cuyo lado se han establecido bancos para los ciudadanos amigos de su Majestad el Rey Felipe VI.
Dando un recuerdo se alza en la entrada del Parque el primer rey de Aragón Ramiro I frente al actual Rey Felipe VI que llega para presidir el día de las Fuerzas Armadas junto a los miembros del Cuartel General, celebrando con el actual Felipe VI una historia unida de España.
En la entrada al Parque, en la calle Juan XXIII, además de los palcos donde se sitúan los Reyes Felipe y Leticia , se hallan asientos para ciudadanos oscenses. Estos tienen por delante el trono de Felipe VI y a sus lados los importantes mandos militares del Ejército Español cuyos soldados van a obsequiar al Rey y a los ciudadanos oscenses con un bello desfile militar con soldados , aviones y vehículos blindados y salvas procedentes de bellos y antiguos cañones dispuestos en el Parque para esplendor de dicho acto.
Frente y dentro del Parque se encuetra en primer lugar levantada la estatua del primer Rey de Aragón Ramiro 1, alzando su espada y la Cruz de Cristo Rey. La posición en que se encuentran los esposos Reyes de España, en el moderno Palco, en la Avenida de Juan XXIII frente al Jardín del Parque de Miguel Servet ,permite a los Reyes recordar la Historia entre Ramiro I de Aragón con los actuales Reyes de España.
martes, 21 de mayo de 2024
Guara es la gigantesca estatua de un hombre muerto
lunes, 20 de mayo de 2024
Río Tajo
viernes, 17 de mayo de 2024
La poesía
jueves, 16 de mayo de 2024
Del Monasterio de San Martin de la Valdonsera a Quinto.
En la Val D`Onsera en la misma Sierra de Guara, se encuentran los restos del Monasterio en que vivían en comunidad San Urbez y sus frailes, cuando los moros ocuparon la Península Ibérica.
En tal Monasterio, estaba honrando al Señor, San Urbez, cuando los moros invadieron casi toda España. Era San Urbez un humilde eremita, que, en aquellos tiempos de la invasión mora, se refugiaba en la Sierra de Guara, en un “lugar horroroso”, como escribió el Padre Huesca. Este humilde y oculto centro de la Sierra de Guara, fue ocupado como eremitorio en la Sierra, en un lugar oculto, en el siglo VIII por los visigodos huyendo de los moros. A esta ermita, acudió San Urbez desde Nocito. Allí se convirtió en pastor de almas, al ser ordenado sacerdote. En Nocito fue unas veces pastor de almas para alabar a Dios acompañado de los monjes, y alternando su vida espiritual con la de pastor de ovejas. Era un hombre nacido en Burdeos y después de correr los Pirineos, San Urbez se acogió el año de 750 en las entrañas de la SIERRA DE GUARA por las que bajaban más tarde los cristianos, por el Monte de Loarre, el de Montearagón, y por Santolaria la Mayor, e Isarre y a la más tardana Ermita del Viñedo, donde ya fabricaban los cristianos vino, situada en la misma Sierra de Guara. San Urbez, caminaba por la Montaña, cuando Carlomagno, con la idea de conquistar Zaragoza, corría las montañas del Pirineo y hacía posible que bajara hasta OLA y SIÉTAMO San Urbez para cuidar un rebaño de ovejas.
Así como Carlomagno bajó hasta Zaragoza para conquistarla, San Urbez bajaba por el pueblo de Loporzano, por Siétamo y Olivito, al pueblo de OLA. Desde este pueblo, mirando hacia la Sierra de Guara, se observa el Castillo- Monasterio de Montearagón, construido en una altura, desde la que se ve la Plana de Huesca, sobre la que se asienta la capital. Sobre la carretera que lleva a Huesca se ve al Norte el Castillo-Abadía, que se observa como una fortaleza, que está vigilando dicha ciudad mora de Huesca, capital de la Hoya. Pero desviando la mirada hacia el Sur, al otro lado hay un conjunto de campos, con el pequeño río Botella, que baja del Monte de Loporzano ya en la carretera N-240, que la cruza para seguir por OLA y acabar en el río Guatizalema. Ascendiendo la cuesta que sube desde la Hoya de Huesca, se contempla a la izquierda Montearagón y al otro lado se alza el Saso donde se alza un Cruz.
Por ese Somontano corre hasta debajo de Alcalá del Obispo y entre el Saso y montes de la Sierra de Guara, el río Botella o Botellac. Entre la visión del edificio de Montearagón y el principio del elevado Saso, sube la carretera N-240. La carretera ascendente desde la Hoya de Huesca al Somontano, está llena de curvas y al llegar al desvío que indica el camino a Loporzano, se torna la carretera recta hacia OLA. En el Monasterio de la Val de Onsera, fundado entre los años 507 y 511, tiene una fuente dentro de la iglesia, cuyas cascadas desembocan en el río Flumen, vivió San Urbez. Y desde allí bajaba por el pueblo de SAN JULIÁN de BANZO a LOPORZANO, donde ya se podían contemplar campos sembrados de trigo. Entre Loporzano y Siétamo estaba la Vía Romana, que pasaba y sigue pasando el pueblo de QUINTO, así llamado por encontrarse a cinco unidades romanas de distancia de Huesca. Igual que Tierz y Siétamo están distanciadas de Huesca a tres y a siete unidades de medida en Vías Públicas.
Y SAN URBEZ, sacerdote de aquella Orden tan antigua, bajaba a OLA a pastar un rebaño de ovejas, para alimentar a los cristianos de la Sierra de Guara.
Era un sacerdote pastor de los cristianos y de las ovejas y en territorio de Ola y de Siétamo, creó según cuentan vecinos de los citados pueblos, una fuente de agua, que hace unos pocos años suministraba de agua al Campo de Aviación de Monflorite. Yo he comprobado en Siétamo y en Ola brotes de agua que surgen en ambos Montes. En casa OTAL DE OLA guardan con gran devoción una losa pétrea, en que dormía el Santo, tapado don pieles de oveja. Cuando salía San Urbez, ya no pisaba la Sierra de Guara, sino que pisaba cada vez más tierras sembradas de cereales. En pocos lugares de España se conservan tan pocas reliquias de Santo, como en OLA.
En el Monasterio situado en la Sierra de Guara, todavía se conserva la llegada de peregrinos por sendas muy rústicas Y cada año se celebran peregrinaciones para venerar al Santo que alcanzó los cien años de edad.
Mosen Rafael, que es Clérigo de San Viator, cada año celebra la Misa en el Monasterio de la Sierra de Guara.
miércoles, 15 de mayo de 2024
Los endemoniados de Jaca con los fieles de Yebra de Basa.-
Tengo un antiguo recuerdo de
Santa Orosia, cuya cabeza traían los de Yebra a
Jaca, cantando con energía : “Todos los pechos aragoneses, y los de
Yebra en la Montaña,- A Orosia cantan con frenesí”. Es verdad lo que canta el
himno, pues yo de unos seis o siete años, en Jaca conocí la cabeza de Santa
Orosia, que traían los de Yebra al Templete (que ya no existe), donde se
veneraba a la Santa en la Plaza Biscós y rogaban ellos, unidos a los de jaca,
por la Paz y por los endemoniados, que iban acompañando a la Santa para verse
libres del mal demoniaco.
Desde aquella fecha del 25 de Junio del
año 1.937 en que se celebraba la Fiesta en honor de la Santa, acudimos los
hermanos acompañados por mi padre Manuel Almudévar y nos
encontramos con el jacetano don Paco Ripa, tío nuestro, que fue en
viejos tiempos Alcalde de la ciudad de Jaca, antiguo tío jacetano de nosotros,
emigrantes en Jaca, a causa de la Guerra Civil, Todavía poseen sus nietos su
casa jacetana con su capilla.
Por cierto hacen ya de este encuentro
más de sesenta años y después de tanto tiempo, este himno de la Santa Orosia,
me lo hizo recordar el vecino de Yebra de Basa, Santiago Villacampa, el que
tiene una gran amistad con el hijo de Ibieca, comerciante en la ciudad de
Huesca, señor Sorribas. ¿Por qué son tan amigos el señor Sorribas y
el danzante de Yebra de Basa?. Por mi desconocimiento de que Santa Orosia es la
patrona del pueblo de Ibieca, desde hace ya muchos años y en este pueblo de
Ibieca se le tiene una devoción inmensa a la citada Santa.
JOSÉ LUIS MELERO, escritor aragonés,
escribió que hasta los principios del siglo XX “la procesión de los
endemoniados de JACA, ofrecía un espectáculo macabro y convertía la catedral
jacetana en refugio de trastornados”. Mi familia y yo fuimos observadores en un
año de la Guerra Civil como enfermos mentales casi todos ellos a los que
llamaban “endemoniados o espírituados”, que acudían a una procesión presidida
por Santa Orosia, para que los librara del Demonio.
Pero estos “espirituados”, ya acudían a
procesiones en la provincia de Huesca, para combatir a los demonios que
atacaban sus espíritus. Los lugares a que acudían para combatir a los malos
espíritus eran diversos, unos Nocito, otros Santa Elena en Biescas,
a Sarsamarcuello o a Fiscal. Pero el día que estuve en el almacén del señor
Sorribas, situado en la carretera de Huesca a Barbastro, cerca de Quicena, al
lado del Hotel Montearagón, me encontré con Santiago Villacampa,
cuyo sobrino Rafael, hijos de Yebra de Basa, durante generaciones han hecho
sonar el “chiflo, salterio o chicotén, en el Baile de Yebra de Basa”.
En 1.871, Cosme Blasco publicó en la
imprente PÉREZ, una Historia de Jaca, que trataba de una procesión en la que
hablaba de una procesión en la que participaban “roncalesas con su traje negro,
cuajado el jubón de gargantillas y rosarios; chesas y ansotanas con su ancha
saya verde y enderezada gorguera y no faltaban francesas descalzas”. “Blasco
nos cuenta que a la capilla se Santa Orosia, en la Catedral, iban muchos de los
que se dicen poseídos del espíritu maligno para tratar de encontrar remedio a
sus males y que con grandes alaridos rompían el silencio del 2 destajo”templo”.
Manuel Bescós Almudévar, conocido por
Silvio Kosti, primo hermano de mi padre, dedicó en 1.910, uno de sus relatos a
los “espirituados de Santa Orosia”. “Según Bescós, los “espirituados” ofrecían
en la procesión “un cuadro único de visión macabra, reclamando el pincel de un
Goya”.
Escribió Bescós que entre esos
endemoniados se encontraba algunos psicasténicos, con obsesiones sacrílegas que
“blasfemaban a destajo” y narra como una chesa que “soltaba obscenidades y
picardías y se esforzaba por alzarse los briales y mostrar la roña de sus
muslos”. Entre el gritos dentro de la Catedral de
Jaca, parecía ésta convertida en aquellas ocasiones en un “inconfesable burdel
o extraño falansterio”.
El año de 1.947 obispo de Jaca, el
zaragozano José María Bueno Monreal, prohibió la asistencia de endemoniados a
la procesión. Como se ve en la orden del señor obispo, prohibió la asistencia
de endemoniados a la procesión.
Pero el tiempo permitió que mi tío
“Silvio Kosti” narrara la negra actitud diabólica de aquellas procesiones y que
yo presencié en el Campo del Toro, más tarde Plaza de Biscot el año de 1.936.
El bovino ibérico y la memoria de los españoles
He estado hablando con José María Puyuelo Sorribas, natural de Ibieca y luego me he puesto a pensar y a recordar tiempos pasados y he llegad...
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