Top 15 películas de Stephen King que debes ver

Repasamos la carrera en el cine del maestro de la literatura de terror

Ya está aquí la nueva Carrie protagonizada por Chloë Grace Moretz. Y eso implica hablar de Stephen King, uno de los escritores con más traslaciones de sus obras al cine que recordamos. Y no nos referimos solamente a sus novelas más emblemáticas, sino también a relatos cortos e incluso textos que nunca llegaron a publicarse. La literatura de Stephen King, que ha poblado nuestras pesadillas de payasos malignos, padres de familia enloquecidos, automóviles con vida propia o enfermeras groupies, ha dado lugar a una larguísima serie de producciones cinematográficas que, en algunos casos incluso, han engendrado sorprendentemente secuelas.

Y eso sin hablar de la activa participación del propio King, durante algunos años, en guiones cinematográficos, codeándose con titanes como George A. Romero. El estreno de la nueva adaptación de Carrie –¡y ya van tres!– es la excusa perfecta para repasar las mejores, peores y más curiosas adaptaciones al cine de los horrores del escritor afincado en Maine. Ah, y por si no lo sabéis, se esperan nuevos filmes basados en Apocalipsis, Eso, Cell, Un buen matrimonio y La Torre Oscura.

Carrie (1976)

Publicada en 1974, no es, al contrario de lo que suele creerse, la primera novela escrita por el entonces jovencísimo Stephen King, sino la primera publicada. Dos años después, el maestro Brian De Palma realiza una obra maestra imperecedera que hoy forma parte del imaginario popular. Una adaptación estilísticamente deslumbrante, cromáticamente alucinada, irónica, sexual y, durante su última media hora, furiosa y brutal.

Sissy Spacek se entregó en cuerpo y alma al papel de la adolescente Carrie White, la chica rarita del instituto que descubre que tiene poderes telequinéticos tras su primera y traumática menstruación. Margaret White (una sensacional Piper Laurie), su madre, trataba de reprimir las fuerzas psíquicas de su hija a base de oraciones, bofetadas y bibliazos en la cabeza. Pero nada puede evitar que, tras sufrir una cruentísima broma durante el baile de fin de curso, la pelirroja se lleve media ciudad por delante.

Como curiosidad, bajo el nombre de La ira, Katt Shea realizó una cochambrosa secuela, con un par de ideas curiosas, donde una imaginada hermanastra de Carrie volvía a liarla.

El misterio de Salem's Lot (1979)

Tobe Hooper, que ya contaba en su haber con la decisiva La matanza de Texas, fue el responsable de adaptar en una miniserie una de las más poderosas novelas de King. Un pelín envejecida por el paso de los años –algo que ha sucedido, en mayor o menor medida, con toda la filmografía de Hooper–, lo cierto es que se trata de una solvente historia de vampiros que no escatima en mostrar los detalles más sombríos del original.

Ben Mears (David Soul) vuelve a Salem’s Lot para escribir la truculenta historia de una casa embrujada. Justo cuando piensa comprarla, se entera de que un enigmático extranjero, Richard K. Straker (James Mason), se ha hecho con ella. A medida que su investigación va avanzando, asiste a una serie de sucesos extraños que, poco a poco, van mermando la salud del pueblo hasta convertirlo, como adivinaréis, en un nido de sedientos vampiros.

King se inspiró profundamente en el Drácula de Bram Stoker para urdir esta inmersiva pesadilla que vuelve a uno de los temas que más obsesionan al autor: la disolución de los lazos comunitarios, la descomposición de la colectividad.

El resplandor (1980)

Stephen King mostró su descontento, desde el principio, con la adaptación llevada a cabo por Stanley Kubrick de su tercera novela. No nos extraña, pues el realizador, como cabía esperar de él, arrastró el original a su universo estético y lo convirtió en una experiencia audiovisual que dejaba de lado las relaciones familiares y la psicología de los personajes en favor de potenciar la idea de un hotel cuyas paredes proyectan fantasmagorías e inducen, finalmente, al pobre Jack Torrance (desmelenado Jack Nicholson) a la locura.

Jack, típico escritor torturado kingiano que ha de lidiar día a día con su mitad oscura, va a cuidar durante el invierno del Hotel Overlook, quedando aislado de la civilización junto a su mujer Wendy (Shelley Duvall) y su hijo Danny (Danny Lloyd) durante varios meses. El único que parece intuir lo que está pasando allí es el más pequeño de los Torrance, poseedor del esplendor, un poder que le permite leer mentes y percibir tanto el pasado como el futuro.

¿Cómo olvidar al desquiciado Nicholson recorriendo hacha en mano los interminables pasillos alfombrados del monumental recinto mientras no para de soltar chascarrillos? Como curiosidad, Kubrick pretendía cargarse a la familia Torrance y hacerlos regresar, en la última secuencia, como fantasmas. King se opuso tajantemente. El extremo descontento del autor con la adaptación y su indignación por el éxito que obtuvo lo llevó a escribir su propio guión, que adaptaría Mick Garris en formato de miniserie.

Creepshow (1982)

Stephen King y George Romero, dos auténticos monstruos del cine de terror, combinan conjuntamente sus talentos en un proyecto compuesto por varios cortometrajes de terror. Un libro de relatos fílmico irregular, pero cuyas características, como veremos, lo hacen merecedor de un lugar propio en esta lista.

Creepshow fue concebido a modo de homenaje a la edad dorada de los cómics de terror en los años 50, recogiendo el legado de colecciones de culto como House of Secrets y House of Mistery. Tomando un marco para relatar las historias que nos remite a las viejas tradiciones orales, a los cuentos narrados y transmitidos alrededor de una fogata, la película contiene, por un lado, material inspirado directamente por escritos breves de King y, por otro, guiones originales del escritor.

La comedia negra The Lonesome Death of Jordy Verrill (donde el mismísimo Stephen King se pone en la piel del redneck protagonista) y el delirio lovecraftiano The Crate destacan, para quien suscribe estas líneas, por encima del resto de historias. La exitosa fórmula de terror sanguinolento y humor malsano dio para un par de secuelas. En Creepshow II, dirigida por Michael Gornick, el tándem King-Romero volvía a ocuparse del guión.  Creepshow III, rodada por Ana Clavell y James Duddelson, fue sin embargo un desastre que no contó con la colaboración del escritor.

La zona muerta (1983)

Otro de los grandes, David Cronenberg, firmó uno de los trabajos cinematográficos más hermosos y tristes que hayan tomado como fuente de inspiración a King. Una película en la que el canadiense volvía a explorar las mutaciones del cuerpo y de la mente, pero que no estuvo a la altura de las expectativas de quienes esperaban de un encuentro entre Cronie y el tito Stephen una película visceral de género. Sin embargo, esta obra infravalorada funciona espléndidamente como lánguido melodrama fantástico, gélido y amargo.

Johnny Smith (Christopher Walken) es un profesor de primaria al que todo le va razonablemente bien. Una noche al regresar a casa tiene un grave accidente de tráfico y queda en coma por cinco años. Smith amanece de su largo sueño con un resplandor especial: la capacidad de conocer el futuro de una persona tras establecer contacto físico con ella. Gran intepretación de Martin Sheen como un sosias americano de Hitler que gobernaría en el futuro los Estados Unidos si Smith no se hubiese cruzado en su camino.

Michael y Shawn Piller se encargaron de realizar entre 2002 y 2007 una serie de televisión, cancelada al finalizar su sexta temporada, en torno a la misma novela.

Descubre más terrores del maestro King en la siguiente página.

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