Cristian Portugués ‘Portu’, por fin pudo cerrar el círculo con el equipo de su vida, el Girona. El murciano, probablemente, nunca imaginó que, tras dejar al Girona en Segunda División y marcharse a la Real Sociedad por 10 millones de euros que al club gerundense le venían como agua de mayo, acabaría retornando procedente del Getafe sin apenas minutos para aterrizar de nuevo en Montilivi, firmar un doblete frente al Barça y ofrecerle a una ciudad entera una plaza de Champions. El delantero, rendido al lloro, fue de los que más se emocionó en la gran fiesta que se vivió tras el derbi catalán.
Entró al terreno de juego en el minuto 65 para marcar el tanto del empate en ese mismo minuto, regalar una asistencia en el 67 y confirmar su doblete en el 74 con una volea pletórica para la historia ‘gironina’.
“Tenía una espinita clavada con este club. Mi último año aquí viví la otra cara de la moneda que fue descender a Segunda División y me sentí máximo responsable de ello porque jugaba todo los minutos y no di lo mejor de mí ese año. Descendimos y eso siempre lo llevé clavado, y ahora puedo sacarme esa sensación”, introdujo a pleno lloro el jugador, sin poder creer todo lo que pasaba a su alrededor. “Vivir esto y mirarme la camiseta, sabiendo que esta gente disfrutará la Champions, es increíble. Nadie pensaba que podía pasar esto”, destacó.
Los sentimientos siguieron a flor de piel. “No hay nada más bonito que escribir tu nombre en la historia de un club. Además en un club al que quieres, un lugar en el que te apoyan. Me acuerdo de la gente que sigue aquí desde mi vuelta y de toda la gente que trabaja en este club”, recordó tras su marcha. “No hay nada más bonito que ver la recompensa a todo el trabajo realizado”, resaltó emocionado.
El sueño se hizo realidad. “La palabra que define a este equipo y a este club es ‘familia’. Se ha demostrado que, a pesar de ser pequeño, se puede luchar contra los más grandes. Desde que yo estoy aquí, a este club le ha dado igual que todo esto pareciera imposible”, concluyó.
Ni en las películas imaginó una noche igual. “Ganar así al Barça ha sido muy bonito. Estamos un poco jodidos porque queríamos pelear por el liderato, pero, siendo realistas, hoy tenemos mucho que celebrar en la ciudad de Girona”, añadió ambicioso por las ganas que tenían los gerundenses de pelear contra el Real Madrid hasta el final de la temporada.
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Y así se marchó a celebrar con sus compañeros, tras rugir en una noche histórica para el club. Sin ser uno de los titulares indiscutibles, el extremo ha acumulado un total de ocho goles y ocho asistencias para colaborar en los éxitos del equipo.