Maomao, la hija de un boticario, ha sido arrancada de su pacífica vida y vendida a los estratos más bajos de la corte imperial. Ahora simplemente una criada, Maomao se acomoda a su nueva vida mundana y oculta su extenso conocimiento de medicina para evitar cualquier atención no deseada.
Poco después de la llegada de Maomao, los hijos infantes del emperador comienzan inexplicablemente a experimentar síntomas graves, casi como si una maldición hubiera sido lanzada. La curiosa Maomao resuelve fácilmente el misterio y, para permanecer fuera del foco de atención, intenta dejar una pista anónima. Desafortunadamente, el apuesto y perspicaz eunuco Jinshi se da cuenta y logra identificarla.
En reconocimiento a su talento, Maomao es ascendida a dama de compañía de la concubina favorita del emperador, Gyokuyou. Mientras Maomao continúa remediando las numerosas dolencias que afligen a la corte imperial, su expertise farmacéutico demuestra rápidamente ser indispensable.