Elena añora celebrar el 10 de Mayo acompañada de sus hijos y deleitarse un rico mole de gallina
En su hogar las sonrisas infantiles de sus dos hijos han desaparecido y no se encuentra más al partir a otros lugares lejos de ella, por lo que espera vivir en soledad el Día de Las Madres
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Los años han hecho estragos en el cuerpo de Elena Prado Guardado, esa mujer activa, emprendedora que salía a las calles a vender en sus años de juventud han quedado en el pasado y hoy se enfrenta a una cruel y dura realidad.
En la actualidad doña Elena tienen 78 años de edad, es originaria de la comunidad de Tecualilla, y sus hijos están lejos de ella y vive sola en su pequeño hogar.
Su movilidad es muy lenta y requiere de una silla de ruedas para poder trasladarse y salir en busca del sustento para su diario vivir..
En ocasiones Elena se arma de valentía y de fuerzas extraordinarias para salir de su hogar, abordar la unidad de transporte y dirigirse a la cabecera municipal de Escuinapa, para colocarse en una esquina y vender dulces para buscar recursos para subsistir.
Al arribar al lugar en donde se encontraba doña Elena dos monedas de la venta de dulces cayeron al piso, al hacer contacto con ella empezó a llorar con gran sentimiento.
¿Qué le pasa? "Tengo mucho sentimiento porque antes era una mujer muy activa, y hoy no puedo ni moverme para juntar unas monedas". ¿Y quién la acompaña?; " Vengo solita, mis dos hijos ya no viven conmigo, están lejos y yo vivo sola en Tecualilla, vivo cerca de la escuela de la comunidad".
¿Sus hijos la apoyan para subsistir?; "No, vivo con el apoyo que me da el gobierno y con lo poco que saco de la venta de dulces. Incluso aproveché el dinerito que me dieron hace unos meses para echarle el techo a un cuartito y estar segura en tiempos de lluvias".
¿Y sus hijos en dónde vive? "Mi hija Ramona tiene 55 años y vive en Tijuana, y el otro pues mejor ni hablamos”.
¿Me comenta que en años pasados era comerciante?; "Sí, toda la vida he vendido en la calle, me iba hasta Mazatlán a vender camarones secos, cuando no había camarones vendía ejotes y canela, pero siempre bien activa, eso es lo que más extraño, el poder hacer esa vida libre e independiente".
¿Cada cuando sales a vender tus dulces? "Cada que tengo hambre, siempre, siempre me encuentro gente buena que me compra mis dulces y de ahí sale poquito para comer". ¿Te gustaría poder ingresar al asilo de ancianos?; "Yo digo que sí, me dijeron que tenía que entregar papeles para poder hacer la solicitud de ingreso, pero la pienso porque ya no podré salir a la calle a vender mis dulces".
Una triste celebración de 10 de Mayo
Doña Elena seca sus lagrimas y se adentra a una amena platica en donde relató sus tiempos de bonanza en esa cuando era una mujer joven y fuerte, que nada, ni nadie la detenía para salir a vender camarón seco, trabajo con el que pudo sostener a su familia.
Pese a las adversidades que hoy en día enfrenta, al estar enferma y padecer desde hace dos años parálisis cerebral y ser diabética, relata cómo será su festejo del Día de Las Madres.
“Para este 10 de Mayo me voy a preparar un rico mole de gallina, es mi comida favorita, yo solita me lo preparo, con mucho cuidado me levanto de la silla de ruedas para cocinar. Ya invité a unas vecinas, y si no vienen pues me lo comeré yo solita”, expresó con una amplia sonrisa.