Río Lerma, una cloaca enorme y maloliente - Grupo Milenio
Más Estados

Río Lerma, una cloaca enorme y maloliente

El afluente recibe aguas residuales de industrias y casas, por lo que está muerto biológicamente, señala un investigador de la UNAM y de Stanford. Ecologistas y sociedad civil exigen su saneamiento.

El río Lerma está biológicamente muerto. Ambientalistas lo describen como una cloaca enorme y maloliente que requiere un esfuerzo sin precedente para sanearlo. Se trata de un afluente usado como drenaje. "No hay oxígeno a lo largo de los primeros 15 kilómetros de río Lerma que cruzan por el Estado de México.

El problema de las aguas residuales no se ha resuelto. Las precipitaciones generalmente sobrepasan los viejos drenajes y el exceso de agua de lluvia mezclada con aguas negras se descarga en el río para evitar inundaciones, aunque en casos extraordinarios llegan a derramarse sus aguas anegando zonas habitacionales de los municipios de Lerma, Ocoyocac, San Mateo Atenco y otros circunvecinos.

Este río es parte de la cuenca Lerma-Chapala-Santiago, donde hay grandes áreas industriales, y va hacia el noroeste del Valle de Toluca, Estado de México, Querétaro, Guanajuato, Michoacán y desagua en el lago de Chapala, Jalisco. Tiene una longitud de 708 kilómetros, donde rcibe descargas de residuos tóxicos industriales y domésticos.

Allá, en los manantiales de Almoloya del Río, donde nace, el caudal es limpio, pero a medida que avanza, la polución lo enferma y lo hace peligroso.

El Lerma recorre 125 kilómetros de territorio mexiquense, nace en Almoloya del Río y pasa por San Antonio La Isla, Tianguistenco, Texcalyacac, Santa Cruz Atizapán, Capulhuac, San Mateo Atenco, Metepec, Lerma, Toluca, Otzolotepec, Temoaya, Almoloya de Juárez, Ixtlahuaca, Jocotitlán, Atlacomulco y Temascalcingo.

Por su margen derecho recibe las aguas residuales de los ríos Tianguistenco, Ciénega de Texcaltenango, Ocoyoacac, Amealco, Atarasquillo, San Pedro, Caparrosa, Temoaya y Solano, y manantiales de Jocotitlán y Sila.

Además, por el lado izquierdo, vienen corrientes de Verdiguel, Calixtlahuaca, Almoloya de Juárez, Santa María del Monte y Mineral del Oro.

La cuenca alta del río Lerma es de las zonas con mayor desarrollo económico del país; ahí se localizan alrededor de 2 mil 500 industrias: todas ellas producen aguas residuales que contienen químicos que alternan actividades agrícolas y biológicas.

Los ambientalistas y la ciudadanía han exigido el saneamiento del Lerma, ya que su contaminación tiene amplias repercusiones negativas ambientales, sociales, económicas y políticas.

"Este debe ser uno de los temas prioritarios del nuevo gobierno estatal", sentenció Gerardo Ceballos, especialista en Biodiversidad e investigador titular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e investigador visitante de la Universidad de Stanford.

Este esfuerzo requiere la participación de todos los sectores de la sociedad y el gobierno, dijo.

Mencionó que es preciso tomar medidas urgentes porque sin agua limpia los seres humanos no pueden vivir, afirmó Ceballos, quien también es integrante de la Academia Mexicana de la Ciencia.

La primera vez que en nuestro país se condujo agua entre dos cuencas fue en 1952, a través del Sistema Lerma, cuya construcción inició ese año. En su primera etapa aprovechó los manantiales del Almoloya del Río. Actualmente operan 382 pozos entre los municipios de Ixtlahuaca y Lerma para abastecer de agua a la CdMx con tres mil 908 litros por segundo y a los mexiquenses con mil litros por segundo.

La agonía

Para Ceballos, la otrora belleza del río sobrepasa la porquería, generada por las descargas del drenaje de las poblaciones, metales pesados cancerígenos, basura y desechos. Por si esto fuera poco, sus márgenes se encuentran recubiertas de un encaje de heces fecales. El río Lerma está muerto biológicamente, sentencia.

En estas aguas nada puede vivir, porque su nivel de oxígeno es de cero por ciento. Las aguas subterráneas que lo alimentan se agotan, sobreexplotadas para el consumo humano, aunado a la especulación de sus tierras desecadas.

Técnicamente los primeros 15 kilómetros del río están muertos biológicamente; ahí se vierten más de 425 millones de metros cúbicos de aguas negras domésticas e industriales anualmente, reseña el ambientalista y consultor Enrique Collado López.

El deterioro del afluente es un símbolo de la crisis del agua dulce que amenaza seriamente a la población de Ciudad de México y del territorio mexiquense.

En la región ya se perdió 70 por ciento de la superficie y almacenamiento de agua original, que hasta 1949 producía 100 millones 217 mil metros cúbicos, contra 23 mil metros cúbicos que existen actualmente, advierte Ceballos.

De acuerdo con Collado, el río se puede recuperar con un plan integral de la cuenca, pero se necesita una inversión de más de 60 mil millones de pesos.

El consultor mencionó que los intentos gubernamentales por devolverle al afluente agua limpia se limitan a la operación de 30 plantas de tratamiento, distribuidas en sitios estratégicos, que son insuficientes para cesar las hostilidades en el Lerma.

Mencionó que en 2008, autoridades estatales decidieron iniciar acciones para restaurar la Cuenca Alta del Río Lerma, conjuntamente con el gobierno federal y los estados de Michoacán y Jalisco, pero no hubo continuidad en los trabajos.


[Dé clic sobre la imagen para ampliar]

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.