Muerte en las profundidades

Un grupo de tiburones ataca una plataforma petrolífera y Dane Quatrell y su equipo se dirigen al lugar para investigar. Cuando su submarino es rodeado por los escualos, Quatrell descubrirá la verdad sobre estos agresivos especímenes.

Desde que se estrenó con éxito la película de Steven Spielberg "Tiburón", han sido muchas las películas que han intentado rentabilizar a estos animales acuáticos con fama de asesinos. Al celuloide llegaron títulos como "Deep Blue Sea" (1999) o "Open Water" (2003), pero fue la pequeña pantalla quien explotó más este filón con filmes como "Terror en el mar" (2003), "Megalodon" (2002), "Aguas sangrientas" (2003) o la que nos ocupa. Rodada directamente para su exhibición en el circuito vídeo, la cinta ofrece acción y aventuras sin demasiadas pretensiones con el aliciente de tener como escenario el fondo marino. A destacar también la presencia de Lorenzo Lamas, un actor que, lejos de la imagen de joven y prometedor galán que se ganó en la mítica serie "Falcon Crest", se dedicó casi en su totalidad a protagonizar filmes de serie B o series, en su mayoría en el género de acción.