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El tejano simpático
Comenzó su carrera pisando fuerte y poco a poco se ha ido consolidando como un actor muy convincente, cuya especialidad son las comedias románticas o las películas de aventuras con mucho, mucho romance…
Y es que tiene esa pinta, estilizada y elegante, pelo rubio y ojos verdes, que se pide a todo seductor que se precie. Eso a pesar de que hace años ese aspecto le jugó una mala pasada que pudo acabar con su carrera casi antes de empezar: la prensa le “convirtió” de la noche a la mañana en el nuevo Paul Newman, lo que son palabras mayores y, claro, no todo el mundo puede soportarlo. Pero el chico se mantuvo en la brecha, aguantó el envite como pudo, lidiando con esa montaña rusa que es la fama, y a fuerza de buenos trabajos ha acabado finalmente por encontrar un destacado status de acuerdo con su talento.
Matthew David McConaughey nació en Uvalde, un pueblo de Texas, el 4 de noviembre de 1969. Su madre es profesora de escuela, y su padre, ya fallecido, fue jugador profesional de fútbol americano. Tras acabar sus estudios en el instituto, Matthew quiso cambiar de aires y se largó a Australia, donde estuvo trabajando un año lavando platos y viviendo al estilo Cocodrilo Dundee. A su regreso, estuvo en un tris de estudiar derecho en la Universidad de Austin, pero algún duende le debió de desaconsejar la abogacía porque lo que hizo fue matricularse en la escuela de cine. Muy pronto hizo algunos anuncios comerciales como modelo. Luego, el productor y director Don Phillips le presentó a un joven llamado Richard Linklater, que se preparaba para dirigir Movida del 76 (1993). Aunque consiguió un papel, a Linklater le pareció que Matthew era demasiado apuesto como para ser un tipo que va detrás de las mujeres todo el día, así que el actor se dejó barba y el pelo largo. Además, lo que en principio iba a ser una intervención breve en tres escenas, pasó a ser de unas 300 líneas en el guión que iba improvisando Linklater. Fue algo más que un debut esperanzador.
Al año siguiente el joven tejano acompañó a la entonces absolutamente desconocida Renée Zellweger en una de las secuelas de La matanza de Texas. Pero no fue hasta 1996 cuando dio el gran campanazo con dos películas que le pusieron en el ojo del huracán. La primera fue el fantástico western moderno Lone Star, obra del prestigioso director independiente John Sayles; y la segunda, el thriller judicial Tiempo de matar, adaptación de la novela de racista ambiente sureño escrita por John Grisham. La película sirvió para catapultar a McConaughey como el nuevo Paul Newman. Seguidamente, el actor pasó a engrosar el reparto de producciones de prestigio como el drama científico Contact (1997), junto a Jodie Foster y basado en una obra de Carl Sagan, y el drama histórico Amistad (1998), obra de Steven Spielberg. Sin embargo, los resultados de taquilla no fueron demasiado pujantes, y la popularidad de Matthew disminuyó hasta una altura ya más moderada. De esa época es además su única incursión por el momento en labores de guionista y director, con su cortometraje The Rebel (1998). A continuación, su filmografía creció con un puñado de películas más que aceptables, y si bien su presencia como cabeza de cartel no fue definitiva en taquilla, sí es cierto que el prestigio quedó asegurado: fue uno de los cuatro chicos de The Newton Boys (1998), segunda colaboración con Richard Linklater; protagonizó la fallida comedia mediática Edtv (1999), dirigida por Ron Howard; fue el protagonista del estupendo drama bélico U-571 (2000); y dio rienda suelta a su verdadero carácter, jovial y desenfadado en la comedia romántica Planes de boda (2001), con Jennifer López. Más tarde el talento de McConaughey se hizo notar con mucha fuerza en el impresionante drama coral Vidas contadas (2001), escrita y dirigida por Jill Sprecher. En un gran cambio de registro, el actor maravilló esta vez con su sufriente personaje, quizá su mejor actuación hasta la fecha.
En la última época, este tejano treintañero se ha paseado por la aventura fantástica con El imperio del fuego (2002), por comedias románticas estilo Cómo perder a un chico en 10 días (2003), y por una mezcla de ambos géneros con la reciente Sahara (2005). Ahora tiene por estrenar el thriller Apostando al límite, con Al Pacino y Rene Russo.