Tuvimos la suerte de que había una exposición de steam punk y artesanía relacionada con la época. Todos iban vestidos con ropa de la época y el espectáculo era de los más colorido. Funcionan los telares y muchas máquinas que se conservan en el museo. Una pasada además se puede ver el molino y el edificio está al lado del canal. Si te interesa esa época ve a este museo.

Mi hijo y yo disfrutamos del ambiente en el piso superior hecho realidad gracias a un tipo que operaba la Mula, que era un gran narrador de historias y estaba muy bien informado sobre las condiciones de trabajo dentro del molino. ¡Le doy 5 estrellas! El resto del edificio era interesante, pero podría mejorarse utilizando guías (como el chico) para reforzar una experiencia más original, con un mejor uso de los sonidos y olores, etc. En general, disfrutamos la experiencia de Mill.