Interpretación a discreción
Guy Pearce no es uno de esos grandes nombres del cine que a todos suenan, aunque no será por falta de talento. Pero no hay que compadecerse, pues no todos necesitan ser una estrella para ser felices, ya que a algunos, con amar su trabajo les basta.
Guy Pearce nació el 5 de octubre de 1967 en Cambridgeshire (Inglaterra) y cuando tenía 3 años toda su familia se mudó a Australia. El cambio de residencia estuvo motivado por el trabajo de su padre, que era piloto neozelandés. La vida de los Pearce cambió drásticamente cuando cinco años después de haber llegado a Australia el padre murió en accidente aéreo. Un hecho que podría haber motivado la vuelta a Inglaterra de la familia; pero sin embargo, optaron por quedarse en su nuevo hogar, donde acabaron haciendo su vida. Guy todavía era muy pequeño, pero ya mostraba mucho interés por el arte y la música, así que con 11 años se unió a un grupo teatral con el que representó obras como “El mago de Oz” o “Alicia en el País de las Maravillas”.
Ya por aquel entonces, Guy no era un niño muy seguro de sí mismo, como confiesa que le ocurre en la actualidad. Motivado por estas inseguridades, decidió compaginar su faceta interpretativa con el mundo del culturismo, donde llegó a ganar algún premio. Sin embargo, no siguió los pasos de otros compañeros de profesión como Sylvester Stallone o Arnold Schwarzenegger. Él pronto se decantó por la actuación, y en 1985 consiguió un papel en la popular serie de televisión Neighbours, donde fue Mike Young, un estudiante convertido en profesor. Su paso por la serie le propició fama, especialmente entre los adolescentes.
Su primer papel en el cine llegó en 1990 con el thriller Friday on My Mind, un género que se ha repetido bastante a lo largo de su carrera. A partir de ese momento trabajó en varios títulos intrascendentes, hasta que se le presentó la oportunidad de coprotagonizar Las aventuras de Priscilla, reina del desierto (1994), donde fue un alocado travesti de gira de conciertos por Australia. Con este papel demostró su calidad como actor, cosa que ha vuelto a hacer posteriormente. Hasta aquel momento, su carrera se desarrollaba en Australia, donde tenía su hogar pasado y futuro, pues en 1997 se casó con su amor de juventud Kate Mestitz, con la que vive en Melbourne. A pesar de este justificado apego australiano que continúa hasta hoy, el caramelo de Hollywod es tentador, y Guy no rechazó encarnar al teniente Ed Exley en la fabulosa cinta de cine negro de Curtis Hanson L.A. Confidential (1997). En compañía de Kevin Spacey, Russell Crowe y Kim Basinger, Pearce bordó a su oficial de policía novato deseoso de limpiar el corrupto cuerpo de policía. Su personaje, a la vez horrendo y entrañable, ha sido el mejor trabajo del actor hasta la fecha. Esta buena actuación, sin embargo, no estuvo seguida de títulos memorables. En 1999 se convirtió en una estrella del pop en A Slipping-Down Life, lo que le posibilitó mostrar al público su talento como músico, ya que Guy es un apasionado y canta, toca el piano, la guitarra y el saxo. En esta línea de trabajos más desconocidos está la peculiar Ravenous, también de 1999, una cinta de época sobre el canibalismo. Un año después volvió a tener la oportunidad de demostrar sus buenas dotes como secundario del drama militar Reglas de compromiso, que protagonizaron Tommy Lee Jones y Samuel L. Jackson.
Entonces llegó su momento más comercial, de la mano del inquietante thriller Memento (2000) de Christopher Nolan, donde encarnó a un hombre sin memoria a corto plazo que trataba de resolver la muerte de su esposa. A pesar de este punto más comercial, de llegar a un público más amplio, la vida profesional y personal de Guy está ligada a la discreción. Y la fama del comienzo de su carrera no se ha desmadrado, algo que le complace, pues como él mismo afirma, “no quiero ser una celebridad. La pequeña cantidad de fama que tuve en el pasado estuvo muy bien, pero cuando la has conocido te das cuenta de que realmente no la quieres volver a tener”. Y así es precisamente como es su vida actual, pues a pesar de su valía como actor, no es especialmente conocido a nivel mundial.
Si bien Guy ha conseguido hacerse una carrera en Hollywood, no se ha olvidado de su querida Australia, donde ha continuado protagonizando títulos como el western La propuesta (2005). Entre sus trabajos más recientes se encuentran dos en los que se ha convertido en un personaje real. Para la ocasión ya tenía experiencia, pues su primer papel protagonista fue en Flynn (1996), un drama biográfico sobre el actor Errol Flynn. Recientemente ha sido Andy Warhol en Factory Girls (2006), una biografía dramatizada sobre Edie Sedgwick, musa del artista, y Houdini en El último gran mago (2007), que llega ahora a los cines, aunque esta vez el personaje es real, pero los hechos no. La historia de amor que vive en pantalla con Catherine Zeta-Jones choca con una de las últimas imágenes que Pearce había dejado en la retina del público. Fue en el desasosegante thriller First Snow (2006), marcado por la fatalidad del destino. Este género ha continuado dándole trabajo a Pearce, que acaba de rodar How to Change in 9 Weeks, sobre la muerte de una adolescente, The Hurt Locker, aderezado con notas bélicas, y Traitor, que aúna el thriller militar de las dos anteriores, pero esta vez con unas gotitas de espionaje. Actualmente rueda junto a Viggo Mortensen y Charlize Theron el título apocalíptico La carretera, basado en una novela de Cormac McCarthy. Lo que no falta es trabajo a discreción para este discreto hombre de negocios.
Artistas relacionados
Filmografía
Las aventuras de Priscilla, reina del desierto
1994 | The Adventures of Priscilla, Queen of the Desert