Doctor Strange en el multiverso de la locura

Creo que es la primera vez en mi vida que me duermo tres veces con una peli, me volvía a despertar y me seguía pareciendo tan aburrida que otra vez a dormir, solo cobra interés la ultima media hora cuando por fin el protagonismo lo tiene el Doctor Strange. Los efectos especiales son bastante malos para mi gusto se nota mucho el ordenador. La idea de los multiversos es original pero muy mal desarrollada, no entiendo porqué el protagonisto lo tiene Wanda y por cierto este personaje me parece de lo más insufrible. La peli tiene un sentido del humor muy ridículo, una historia muy simple y si la piensas intrascendente para la profundidad que en teoría tiene la peli. Nada recomendable, creo que Marvel está haciendo un cine muy infantilizado y con un concepto de falsa profundidad y trascendencia cuando el realidad son pelis muy absurdas y en los efectos especiales se notan a la legua el ordenador y el acelerón que le pegan a las escenas, me sobran además casi todos los personajes y hubiera hecho falta mucho más protagonismo de Benedict/Doctor Strange. Wanda lo peor de la peli junto con la niña del principio... puff que horror....

El enésimo artefacto pirotécnico diseñado por la factoría Marvel para reventar las taquillas mundiales. Se consume como una hiper hormonada hamburguesa Big Mac y se olvida igual de fácil.
Aunque la primera peli de la saga me gustó bastante, esta mediocre secuela parece la exploración de un metaverso de juguetería de plástico por un chimpancé lobotomizado. Me ha llamado la atención el irritante empeño de incluir en el mayor número de planos posible a hispanos, afroamericanos, chinos, musulmanas con pañuelo, homosexuales, etc. a fin de ser lo más inclusivo posible y que todo el mundo que paga su entrada pueda sentirse representado.
Si fuera solo un engendro artificioso, infantiloide, y vacío aun tendría un pase, pero resulta que además es un bodrio inenarrable.

Segunda entrega en solitario del personaje protagonizado en el MCU por Cumberbatch y que nos trae como coprotagonista a Elizabeth Olsen de nuevo como Bruja Escarlata. Se nota la mano de Sam Raimi en el sentido de que es más dinámica y a la vez más oscura que la entrega anterior, y ese toque favorece mucho a la ambientación y al tono de la película, que ya contaba con la virtud del actor protagonista encajando como un guante en el personaje, pero quizás aquélla era algo más densa y menos entretenida que esta segunda entrega que coge un ritmo bastante mejor y no aburre en absoluto.

Desde prácticamente el principio te puedes figurar cómo se va a desarrollar el final. Lo que quita la mitad de la emoción. Todo es tan evidente y simple...
Tiene acción a raudales, eso sí, es trepidante y a los que nos gusta el tema de magia, brujería, etc, es un festival. Se nota la mano de Sam Raimi
Por supuesto no podía faltar su toquecito agenda globalista con dos mamis chachipirulis. Avisados estáis los que queráis proteger a vuestros hijos de adoctrinamientos globalistas.

Odio ver como Sam Raimi ha querido dar rienda suelta a su creatividad y que Marvel le haya cortado de raíz y dejándole libre en momentos contados.

No puedo con la tónica que quiere llevar Marvel Studios al cine obligando a que la dirección artística de sus películas se parezcan entre todas y cuando viene alguien como Sam Raimi a intentar innovar un poco y dar su toque creativo a las cintas se le corten las alas. Hay cada momento en los que puedes ver el arte del director plasmado que es espectacular para luego ver como se cargan literalmente todo lo que ha intentado en la siguiente escena.

He de decir que al menos yo he notado un descenso en la calidad de los guiones pues parece que está escrita deprisa y corriendo para cubrir los plazos de la gran M, ¿me da la sensación a mí o se han cargado todo el progreso de la Bruja Escarlata y la han ridiculizado a más no poder?

Falta me hace que empiecen a venir directores como Sam Raimi y James Gunn para dar su toque en estas películas pues ya estoy harto de ver la misma construcción en todas las películas, se me está haciendo bola.