Lombroso, el padre de la Criminología

Lombroso, el padre de la Criminología

Nacido en 1835 en Verona (Italia), Cesare Lombroso fue un influyente médico italiano cuyos estudios abarcaron desde la patología cerebral hasta la ciencia forense. Sin embargo, fue su revolucionaria obra “El hombre delincuente” (“L’Uomo delinquente”), publicada en 1876, la que dejó una huella indeleble en la criminología. Lombroso introdujo una idea provocadora: la criminalidad podía heredarse y los delincuentes identificarse por características físicas particulares.

Lombroso propuso que ciertos individuos presentaban rasgos atávicos, es decir, características físicas primitivas o ancestrales que les predisponían a la criminalidad. Este concepto, derivado del término latino “avatus” (antepasado), sugiere que estos individuos representan una forma biológica distinta y más primitiva de la humanidad. Según Lombroso, estas características evolutivas regresivas hacen que los delincuentes sean más propensos al comportamiento antisocial.

Lombroso y la escuela positivista

Cesare Lombroso, a menudo considerado el padre de la criminología moderna, fue una figura central en el desarrollo de la Escuela Positivista de criminología. Esta escuela de pensamiento supuso un cambio radical de las teorías clásicas de la delincuencia, que hacían hincapié en el libre albedrío y la racionalidad del comportamiento humano, a un enfoque más determinista que consideraba la biología y la patología como factores fundamentales del comportamiento delictivo.
La Escuela Positivista, surgida en el siglo XIX, se basa en la aplicación del método científico para comprender el comportamiento humano, en particular la conducta delictiva. Los positivistas creían que la ciencia es capaz de revelar las verdaderas causas del comportamiento delictivo y, por lo tanto, promovieron el estudio de los factores biológicos, psicológicos y sociales que podrían influir en la conducta delictiva.

Principios clave de la escuela positivista

  • Determinismo: En contra de la idea del libre albedrío, el determinismo sostiene que el comportamiento delictivo está causado por factores que escapan al control del individuo, como anomalías genéticas, trastornos psicológicos o influencias ambientales.
  • Objetividad: La observación y la medición objetivas deben ser la base del estudio criminológico, utilizando técnicas y métodos científicos para recopilar y analizar los datos.
  • Naturalismo: El comportamiento delictivo debe estudiarse como cualquier otro fenómeno natural, sujeto a leyes naturales y, por tanto, predecible y controlable mediante el estudio científico.

Lombroso y la teoría del delincuente nato

Lombroso introdujo el concepto de “delincuente nato”, una persona biológicamente predispuesta a delinquir debido a ciertas características físicas y mentales. Según Lombroso, estos individuos podían identificarse por rasgos físicos atávicos, que él consideraba signos de una evolución detenida o regresiva. Entre ellos se encuentran:

  • Anomalías craneales
  • Asimetrías faciales
  • Orejas de tamaño irregular
  • Brazos excepcionalmente largos
  • Otras características físicas peculiares

Lombroso realizó amplios estudios en las cárceles italianas para documentar y analizar estas características, llegando a la conclusión de que los criminales natos representan un paso atrás en la evolución humana hacia formas de vida más primitivas.

Características físicas de los delincuentes según Lombroso

  • Ladrones: Rostro expresivo, destreza manual, ojos pequeños y desviados.
  • Asesinos: Mirada fría y vidriosa, ojos inyectados en sangre, nariz prominente.
  • Delincuentes sexuales: Labios gruesos, orejas prominentes.
  • Mujeres delincuentes: Baja estatura, arrugas pronunciadas, cabello oscuro y cráneo pequeño.

Impacto y legado

El enfoque de Lombroso, aunque controvertido y criticado por su determinismo biológico, influyó significativamente en el desarrollo de la criminología. Su obra impulsó la adopción de métodos más científicos en el estudio de la delincuencia y sentó las bases de futuras investigaciones que integrarían enfoques multidisciplinares para comprender la delincuencia.

  • Influencia política: Las ideas de Lombroso influyeron en las políticas penales y reformatorias de su época, promoviendo enfoques más científicos y humanos para el tratamiento de los delincuentes.
  • Evolución del pensamiento criminológico: A pesar de las críticas, la perspectiva de Lombroso abrió el camino para que los futuros criminólogos exploraran la interacción de los factores biológicos, psicológicos y ambientales en el comportamiento delictivo.

Conclusiones

Aunque las teorías de Lombroso sobre las características físicas específicas como indicadores de criminalidad han sido superadas por enfoques más modernos que tienen en cuenta diversos factores biológicos y sociales, su legado sigue siendo fundamental para comprender la historia y el desarrollo de la criminología.

Cesare Lombroso no sólo marcó una época, sino que desafió las nociones preconcebidas sobre el libre albedrío y la culpabilidad, influyendo decisivamente en el pensamiento criminológico y abriendo nuevas vías para comprender la mente humana en relación con la ley y la sociedad.