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Análisis de guión

39) "Rocky", de Sylvester Stallone

El actor Sylvester Stallone sorprendió con su guión original de “Rocky”, una película de boxeo que logró 3 Oscar incluido el de mejor film, el libreto tuvo que conformarse con la nominación al codiciado premio.

39) "Rocky", de Sylvester Stallone

El guión de Sylvester Stallone de Rocky se toma su tiempo a la hora de contar una historia. Aunque los anclajes sobre los que se sustenta la narración son fuertes y están claros, sobre todo se nos cuenta la trayectoria de un personaje sencillo, Rocky Balboa, “El potro italiano”, un púgil de boxeo de humilde condición en la ciudad de Filadelfia, y cómo llega a enfrentarse de un modo inesperado al campeón mundial de los pesos pesados, el arrogante Apollo Creed.

Los primeros compases de la historia están concebidos para que nos hagamos una idea cabal de quién es Rocky Balboa, y ponernos en situación. La primera escena nos lo presenta en el ring, combatiendo en un salón de barrio contra Spider, un boxeador que no es de gran categoría, y al que vence con relativa facilidad. Luego, en los vestuarios, se reparte el dinero en liza entre los dos combatientes, Rocky recibe una cantidad algo mayor que la que obtiene Spider, pero desde luego aquello no le va a sacar de pobre. De vuelta a casa, saluda a gente del barrio que se calienta con un fuego sobre un bidón y canta canciones. Se nota que es alguien popular y que se muestra afectuoso con la gente con la que se encuentra. Más tarde le vemos en su modesto apartamento, adornado con un póster del mítico Rocky Marciano, con algunas fotos familiares y acompañado de dos tortugas y un pez. Se subraya así su soledad, a pesar de que es un buen tipo.

rocky apartamento

El retrato quedará apuntalado cuando Rocky entra en una tienda de mascotas, y vemos sus esfuerzos por resultar simpático y gracioso a la muy tímida dependienta Adrian Pennino. Se nota que ella le gusta, y que se empeña en caerle bien, seguramente los animales que tiene en su casa han sido una excusa para poder frecuentar el establecimiento. Rocky es además amigo de Paulie, el hermano de Adrian, que trabaja en un matadero, del que busca su complicidad para salir con ella. Además, en el puerto, conocemos el otro trabajo de Rocky para redondear sus ingresos, él es recaudador del mafioso local de poca monta Tony Gazzo, y con su poderosa musculatura debe ser alguien disuasorio para que los que tienen deudas con él paguen lo debido. Pero está claro que Rocky es un buenazo, que aceptará de un deudor que pague sólo una parte, presionando lo justo y excusándole luego ante Tony. La bondad de Rocky se observa también cuando devuelve a un borracho a su casa, o cuando a una jovencita le conmina una noche a volver a casa, para no iniciar una senda cuesta abajo que no le conviene.

Rocky entrena en un gimnasio de barrio. Un día se encuentra con que su taquilla ha sido ocupada por otro habitual de lugar. Mickey Goldmill, el dueño y entrenador, le ha relegado al lugar de los clientes de mínima categoría, su victoria con Spider no le ha impresionado, más bien le ha confirmado en la idea de que sus días en el mundo del boxeo están contados. Anticipa así una álgida escena posterior en el guión, en que le reprocha a las claras que podría haber sido un campeón, pero que no se ha esforzado. Y es que en fin, su relación con la “nobleza” del mundo del boxeo, no va más allá de lo que puede ver en la pantalla de televisor en blanco y negro donde asoma Apollo Creed, que no es muy popular en el gremio, pero a quien Rocky respeta porque es el campeón.

Se busca rival para el campeón del mundo

El detonante que pone en marcha la historia es la máquina publicitaria que se reúne alrededor del campeón del mundo de los pesos pesados Apollo Creed. Sus consejeros buscan algún combate que despierte la atención sobre el imbatido campeón, y aumente su popularidad, con ocasión de los festejos que se preparan para la celebración del bicentenario de los Estados Unidos. Para la ocasión tenían programada la pelea con un potente aspirante al título, pero una lesión inoportuna da al traste con los planes, y tienen que improvisar en un momento en que no hay nadie disponible. Entonces surge la idea de buscar a un desconocido, lo que serviría para subrayar la idea de que Estados Unidos es el país de las oportunidades, donde surgen las posibilidades para cualquiera de ver cumplido el “sueño americano”. Y buscando entre los boxeadores registrados en Filadelfia, la cuna de la independencia, cae en gracia a Apollo la denominación de “potro italiano”.

Los pasos que ponen en marcha el combate se desarrollan paralelamente al modo en que progresa la relación de Rocky con Adrian. Su hermano Paulie querría que el otro le consiguiera un trabajo con Tony, está cansado del matadero, pero Rocky le da largas, quizá porque no cree que le convenga; en cualquier caso Paulie asegura que Adrian le aguarda en casa para tener una cita y cenar fuera, pero al llegar ella no está arreglada, es una situación que ha forzado el otro, y viendo el panorama, Rocky intenta suavizarla; lo que no se espera es que, hablando a Adrian desde detrás de una puerta, ella se asoma arreglada para salir.

rocky adrian patinando

Sabiendo que a Adrian le gusta patinar, acude a la pista sobre hielo, que está cerrada al público, pero con su habitual labia, Rocky logra persuadir al empleado que aún está en el lugar para que les deje estar diez minutos. Aunque él no patina, la acompaña siguiendo su paso e incluso corriendo, mientras no para de hablar, gozando ambos del mágico momento, y a pesar del férreo cronometraje al que les somete el empleado. La intimidad creciente aumenta en el pase de regreso, en que llegan a la casa de Rocky y él invita a Adrian a entrar. Ahí conoce al Rocky más privado, indaga en su familia, y acaban al final besándose.

El promotor de combates George Jergens convoca a Rocky, quien cree que Apollo Creeds le ha seleccionado como sparring para prepararse, de ahí su estupor cuando le proponen un combate con el título de campeón en juego. En su modestia su inclinación es rehusar la oferta, sabe que él está en otra liga. Pero el dinero que ganará es un poderoso incentivo, que le lleva a aceptar. En el anuncio a los medios, se subraya el contraste entre la actitud de los rivales, para Apollo se trata una exhibición, puro espectáculo, para el otro es algo más importante. De nuevo se usa el recurso de la interacción con una pantalla en blanco y negro de un televisor, donde Rocky, Adrian y Paulie ven la noticia. Y vemos una evolución en los personajes. Paulie quizá tiene algo de celos de la pareja, él tiene una nueva oportunidad, y su hermana ya no está sólo para servirle. Pero le aconseja que busque un entrenador, no puede estar solo. Adrian muestra personalidad detrás de su timidez para argüir con su hermano. Y Rocky reconoce que hay cosas que le molestan, no le gusta que quede como un tonto en televisión, aunque quiera quitarle importancia.

Toca entrenar

Mickey, enterado del combate que aguarda a Rocky, acude a su casa. Tras lo que han vivido ambos previamente, toca acercar posturas por ambas partes. El veterano entrenador sabe que el otro lo necesita, y es una gran oportunidad para él prepararle, pero humilló a Rocky quitándole la taquilla y poniéndole en evidencia delante de los otros boxeadores. El pronto natural del aspirante a campeón es rechazar al anciano, que le da coba y rememora antiguas glorias, darle así una lección devolviendo la humillación, y reprochándole que no le ayudó cuando lo necesitaba, algo subrayado por el marco de la acción, una escalera que se sube con aspiraciones y se baja con el rabo entre la piernas.. Pero podrá más el hecho de ser una buena persona, y darse cuenta de que necesita ayuda.

Siguen entonces las escenas de preparación física, las que puede permitirse alguien sin dinero. Madrugar, tomar unos huevos crudos, recorrer las calles, subir las escaleras que conducen al Museo de Arte constatando que aún no está en forma, ni mucho menos.

rocky carne

Una forma original de practicar con los puños surge en el congelador del matadero donde Rocky visita a Paulie. Éste sigue insistiendo en un trabajo con Tony, y él sigue remoloneando. De modo que un contrariado Paulie utiliza a su hermana para meterse con Rocky, no entiende qué ve en Adrian, y le falta al respeto. “Bocazas”, le llama Rocky, y cuando Paulie pega a las piezas de carne que cuelgan, Rocky le toma el relevo y pega con la potencia de un campeón, descargando así la rabia que han desatado en él las palabras de Paulie; demostrará más tarde su paciencia aceptando una campaña publicitaria que el otro le propone, y encajando los golpes de su mal carácter cuando está bebido y vuelve a ofender a Adrian. Luego ella le curará las manos lastimadas. Cuando Rocky le dice que no puede distraerse con Adrian, escuchando a Paulie y a Mickey, que tiene centrarse en el combate, ella se siente herida, pero él otro delicado, lo advierte y la consolará sin palabras. Y ella le regala un perro, Butkus, para que le acompañe en su entrenamiento. Se entrelazan así las trayectorias de Rocky, Adrian, Paulie y Mickey, hasta que cada uno queda en su sitio. Rocky y Adrian están juntos, Paulie merece compasión, y Mickey va a entrenar, pero ambos no pueden traspasar determinados límites de su vida privada.

Un reportaje televisivo del entrenamiento de Rocky en el matadero sirve para volver con el juego de las pantallas a la inversa. Ahora es en el cuartel general de Apollo donde una televisión, ésta en color, muestra a Rocky golpeando con fuerza, lo que hace que el manager del campeón detecte un rival con ganas, pero no así Apollo que sigue minusvalorando al aspirante, no se está preparando en serio para el combate, piensa solo en ganancias y relaciones sociales.

El entrenamiento de Rocky sigue a buen ritmo, e imágenes de su fortaleza física, corriendo, golpeando el saco, moviéndose en el ring, haciendo flexiones sirven para llevarnos al fin a... la víspera del gran combate, en que de noche, el aspirante a campeón del mundo de los pesos pesados recorre el imponente escenario del Spectrum Philadelphia. ¿No es su sueño de ganar demasiado grande? ¿Podrá al menos aguantar en pie? Las mismas preguntas las expresará en voz alta ante Adrian. Lo que cuenta al menos es mantenerse en pie y “saber por primera vez en su vida que no era sólo el inútil del barrio”.

rocky escalera

El gran combate

Los preparativos de uno y otro púgil no pueden ser más diferentes. Apollo está rodeado de toda una cohorte de ayudantes que le asisten. Rocky, sólo, se pone de rodillas para implorar ayuda a Dios. Adrian, que está ahí, aguardará en el vestuario. El contraste se intensifica en las diferentes salidas al ring. Rocky con un albornoz con la marca publicitaria del matadero, el patrocinador de Paulie. Apollo con una pantomima sobre el bicentenario de la independencia, con calzón con la bandera y pretensiones de ser un nuevo George Washington, o emulando al tío Sam.

combate

Pero en el cuadrilátero las cosas van a ser diferentes. Por supuesto, el campeón es el campeón, y tumba a Rocky en dos ocasiones. Pero los asaltos se suceden, y Rocky aguanta. Y no sólo aguanta, sino que sorprende con sus golpes de zurdo. Y por supuesto la modestia del aspirante suscita simpatía entre el público, en directo siguen el combate Tony y Paulie, o en bares. Y aunque Apollo le diga que no es un boxeador de verdad, y uno de sus ojos peligre, o le rompa la nariz, ahí está. En el asalto 14 Rocky vuelve a levantarse, Adrian sale a verle, y el aspirante recobra fuerzas y le sacude bien al otro en las costillas. Hay dudas en ambos lados para suspender el combate, pero los dos boxeadores quieren seguir. Y el asalto 15 es el asalto de Rocky, donde golpea con autoridad, llevando al otro hasta las cuerdas. Apollo humillado, le grita asegurando que no habrá revancha.

Los jueces dan la victoria a los puntos a Apollo, pero no importa, el ganador moral es Rocky, que ha aguantado todo el combate, y que al acabar lo único que hace es gritar el nombre de Adrian, su gran amor, su otra victoria, las dos victorias son la misma.

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