Nunca antes una pel�cula comercial se hab�a acercado tanto al l�mite. En cualquiera de los sentidos. Pleasure no es una pel�cula pornogr�fica, pero su argumento no es otro que la pornograf�a en su expresi�n m�s evidentemente expl�cita. Todo est� a la vista con un pudor calculadamente imp�dico. Pleasure no es una condena del porno, pero su detallada descripci�n del negocio se aproxima con una claridad desusada a la simple n�usea. Pleasure no reivindica nada, pero acierta a dar voz a unos trabajadores que no hacen m�s que cumplir con las exigencias de sus clientes (nosotros). Pleasure es feminista puesto que su objetivo, en palabras de la directora, es denunciar una concepci�n del sexo exclusivamente al servicio del hombre y que transforma a la mujer en simple mercanc�a. Pero Pleasure tambi�n discute el feminismo (o parte de �l) desde la defensa de �un porno �tico�, de un porno realizado por mujeres, de un porno �desde otro punto de vista�. �Las mujeres reclaman su derecho a desear�, concluye la directora Ninja Thyberg. Nada que ver con ese extra�o producto de �xito tan cerca de la apolog�a de la violaci�n que representan pel�culas aceptadas socialmente como 50 sombras de Grey o 365 d�as. Pleasure es una brillante contradicci�n con la virtud del grito y del magnetismo.
La pel�cula, seleccionada el a�o pasado en Cannes despu�s de impresionar en Sundance, cuenta la aventura de una joven sueca que decide viajar a Los �ngeles para convertirse en estrella del cine para adultos. Su decisi�n es firme y completamente libre de escr�pulos. Lo que sigue se mantiene tan cerca de Ha nacido una estrella como del m�s elemental descenso a los infiernos. Siempre en equilibrio, tambi�n �l dantesco. �Mi �nico m�todo ha sido creer a mi personajes, ni juzgarlos ni psicoanalizarlos�, cuenta Thyberg a modo de pr�logo.
A su manera, el trayecto de la protagonista interpretada con un aplomo descomunal por la actriz debutante Sofie Kappel (la �nica no profesional del porno en el elenco) guarda cierta y muy prudente similitud con el de la propia directora. Tambi�n ella viaj� al epicentro de esa industria �tab�� desde su Suecia natal y tambi�n su prop�sito era completar el deseo o el trabajo de toda una vida. �Me empec� a interesar por el porno con 14 a�os. Mis amigas y yo le�amos novelas rom�nticas y ligeramente er�ticas con una idea edulcorada y muy falsa del sexo. Y as� hasta que vi con mi pareja entonces una pel�cula porno. Lo que para �l era excitante, a m� me resultaba degradante y brutal�, comenta para describir el principio de una obsesi�n que le ha perseguido hasta ahora que tiene 37 a�os.
Cuenta Thyberg que primero se convirti� en activista anti-porno para luego iniciar unos estudios de g�nero que la colocaron en la necesidad de saber m�s. Y de ah� hasta completar el cortometraje de 2013 (tambi�n titulado Pleasure) del que la pel�cula que ahora se estrena en Espa�a es su conclusi�n casi obligada. �Es el trabajo de mi vida y se puede decir que me he hecho una persona adulta en su elaboraci�n�, comenta sin un asomo de iron�a.
Pleasure es una ficci�n pero de un rigor que la coloca del otro lado. Antes de su rodaje (que se complet� en 25 d�as entre septiembre y octubre de 2018 ), la directora convivi� durante meses en una casa con actrices porno, visit� infinidad de rodajes y ella misma presume de haberse entrevistado con absolutamente todos los que tienen que ver -mucho o poco, desde un g�nero u otro, desde lo m�s extremo a lo m�s soft- con la industria. Desde el agente Mark Spiegler a actrices como Evelyn Claire o Aiden Starr, todos tienen su papel. �Lo que intento decir�, se interrumpe a s� misma Thyberg, �es que culpamos a las personas que hacen porno y las vemos como pervertidas, pero s�lo est�n dando a los clientes lo que �stos quieren. Recuerdo que una vez estaba en un set con dos hombres negros y una ni�a apenas mayor de edad vestida de colegiala. El director estaba inc�modo, se volvi� a m� y me dijo '�Qu� les pasa a ustedes? �Por qu� quieren ver esta mierda?'. No oculto que uno de los objetivos de mi pel�cula es que nadie que la vea vuelva a ver la pornograf�a de la misma manera�. Se toma un segundo y sigue: �En cualquier caso, no quiero que nadie se sienta culpable por excitarse. La culpa no es un sentimiento constructivo. Basta con reflexionar y ser consciente de que al colocar la verg�enza de tu propia sexualidad en las mujeres, ellas pasan a ser la pecadoras. Y es as� como se construye el concepto de puta�. Y ah� lo deja.
La pel�cula no evita mostrar nada. �En realidad, nos las ingeniamos para que el espectador imagine m�s de lo que ve. Las reglas durante el rodaje fueron muy estrictas para que nadie se sintiera nunca utilizado�, precisa. Y pese a la precisi�n, todo se ve. Cada cent�metro de verg�enza y tambi�n de dolor. Y de humillaci�n. �S�, todo eso est� ah�, pero tambi�n el compa�erismo, la amistad y la conciencia de ser nada m�s que un reflejo de todos nosotros. No quiero que sea una pel�cula sobre el porno, sino sobre la sociedad que lo cobija�, dice. Y as� es.
�Habr�a que prohibir el porno? �No creo que ese sea el camino. Lo cre� de joven, ya no. Creo que el cambio tiene que venir desde dentro. Ahora mismo se est� produciendo un cambio en la industria y las mujeres cada vez tienen m�s poder. Es importante apoyar esa transformaci�n ya en marcha... Tendr�amos que centrarnos en sostener y promover el sexo consensuado. Hay que acabar con la imagen del hombre depredador de un objeto sexual que es la mujer. Es un cambio en el porno, pero sobre todo en la mente de todos. Los j�venes s�lo ven sexo expl�cito en el porno y creen que �sa es la �nica manera. Eso es lo que hay que cambiar�.
�Pleasure� es la respuesta que da la protagonista al agente de aduanas cuando le pregunta si su viaje es de negocios o de placer. El negocio del placer.
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