Yokai Watch: La película (2014)

Gracias a su reloj especial, el jovencísimo Nathan podía ver a los yo-kai, variopintos seres que viven entre los humanos pero pasan desapercibidos. Sin embargo, éste ha desaparecido por arte de magia de su muñeca, al tiempo que unos maquiavélicos seres comienzan a hacer estragos. En busca de pistas en el pueblo de Kemamoto, donde vive su abuela, conocerá a Fuyunyan, un yo-kai que le informa de que debe viajar 60 años atrás en el tiempo, para conocer a su abuelo de joven, pues éste inventó los valiosos relojes y le puede proporcionar otro.

Creada en 2013 la franquicia de videojuegos Yo-Kai Watch sigue la estela de los famosos Pokèmon, ya que también tiene como protagonista a un niño que busca criaturitas. Como en el caso de aquéllos los personajes están concebidos para dar pie a todo tipo de juguetes y merchandising variado; triunfa en especial el reloj de juguete, donde se insertan medallas de los personajes. Ya habían dado lugar a un manga y a una serie televisiva antes de la llegada del largometraje, que inicia una saga tras arrasar en Japón.

Desde hace unas décadas, se explotan los grandes éxitos del cine vendiendo todo tipo de objetos relacionados con los mismos. El problema llega cuando se pretende llevar a cabo la jugada al revés, o sea que se concibe un largometraje sólo como apoyo publicitario para las ventas. Ocurre en este caso, donde se nota que no había mucho que contar, así que se ha optado por un argumento manido, donde caben incluso chistes escatológicos, un tanto tontorrones.

Dirigido específicamente a los más pequeños, éstos posiblemente lo pasen a lo grande, y aprenderán pequeñas enseñanzas sobre el valor de abrirse a los demás y entablar amistad. La animación limitada nipona típica de las producciones de menor presupuesto cumple su función sin deslumbrar. Los adultos mirarán su reloj, a ver cuándo acaba, aunque los aficionados al manga disfrutarán de un par de gags metacinematográficos del fantasma Whisper, que se mofa de los recursos típicos del anime como nombrar a gritos el tipo de ataque que se va a realizar.