AÑO: 2017 | TÍTULO ORIGINAL: Fun Mom Dinner| DIRECCIÓN: Alethea Jones | PRODUCCIÓN: Gettin’ Rad Productions, June Pictures, Voltage Pictures | GUIÓN: Julie Rudd | FOTOGRAFÍA: Sean McElwee | MÚSICA: Julian Wass | REPARTO: Toni Collette, Adam Scott, Katie Aselton, Jaz Sinclair, Molli Shannon, Paul Rust, Kathryn Prescott | GÉNERO: Comedia | DURACIÓN: 89 MINUTOS.
Hay una regla no escrita en los despachos de Hollywood que dice que un chico y una chica no pueden ir al cine a ver una comedia juntos. Eso es así. Para empezar, el género romántico es (o era) cosa de féminas, las películas de Meg Ryan (que daba igual quién las protagonizara, seguía siendo una película de Meg Ryan) tenían un target muy específico: arrastrar a regañadientes a tu novio al cine. Eso parecía que sería siempre así hasta que Judd Apatow amplió el género al cromosoma Y. Pero claro, sus películas sobre el conflicto creado por abandonar la eterna adolescencia al encontrar el amor verdadero parece que no iba con ellas.
Estrenos de cine en España: 15 de septiembre de 2017
Aún así, había nacido la comedia romántica para machotes. ¿Y qué pasaba con el otro subgénero de comedia, la comedia gamberra (sí, porque parece ser que si no eres Woody Allen, no hay más opciones que la comedia romántica o la comedia gamberra)? Pues que era cosa de chicos hasta que Paul Figg abrió el género a las mujeres, tanto como protagonistas como público. Aunque el cine de Figg se ve a leguas que lo dirige un hombre (tampoco pretende lo contrario), hay que reconocerle el mérito y la osadía de vender en los despachos de los señores de Hollywood lo que a priori era veneno para la taquilla. Pues si La boda de mi mejor amiga era cine para solteras, Juerga de mamis es lo mismo pero para casadas.
La cinta de Alethea Jones no está a la altura de las de Figg pero tampoco son una total pérdida de tiempo. Juerga de mamis entretiene, tiene chistes que funcionan, es simpática, pero ya está. El verdadero problema de la película es que juerga, lo que se dice juerga, no la hay por ninguna parte. Se supone que las protagonistas rompen por una noche sus monótonas rutinas y viven la experiencia de sus vidas, pero es que no hacen nada que no hayamos hecho nosotros cualquier noche, y no de las memorables, sino de las más corrientitas. Fumarse un porro, ligarse a un camarero, hacer un simpa, bañarse en el mar y cantar en un karaoke. He visto capítulos de Hanna Montana con un plan más alocado que ese. Incluso alguno de Dora la exploradora. ¿En serio a su guionista no se le ha ocurrido otro desfase? ¿Es es lo más que se ha divertido en su vida? Pero si eso lo hemos hecho todos nosotros y ninguno ha pensado que sea digno de ser una película, y no me refiero a un sábado de agosto en Ibiza sino a un martes en el pueblo. Señora Julie Yaeger Rudd: Si me está leyendo en este momento la invito a pasar un fin de semana conmigo. Le prometo que va a tener material para una saga cinematográfica, cuatro series y un par de telenovelas.
Por otra parte, el detonante de la acción está un poco cogido por los pelos. Son un grupo de cuatro mujeres que salen por primera vez juntas y son dos parejas de amigas entre sí. De las cuatro, a una no la soportan y a la otra la acaban de conocer. Pues pasan de tener una cena de lo más incómoda a ser amigas del alma en dos fotogramas de diferencia. El detonante para pasar del primer al segundo acto se lo podrían haber trabajado un poco más, las cosas como son. Y luego, «los papis» que se quedan en casa tienen también su subtrama. No es que moleste, pero ni es especialmente divertida ni contribuye al desarrollo de la historia. Tampoco hay un conflicto muy definido ni que funcione demasiado bien, sólo son cuatro madres que terminan en un karaoke y como todos los karaokes, son divertidos (porque lo son) pero tampoco como para decir que ha sido la noche de tu vida. Así es esta película. No está mal, tiene puntos divertidos, la química entre las cuatro actrices funciona pero juerga, lo que se dice juerga, va a ser que no.
