El legado de los esp�as

Soy un fan incondicional de la literatura de espionaje, curiosamente el considerado m�s importante escritor de este tipo de novelas nunca fue mi preferido, reconozco que su experiencia no es comparable con ning�n otro, form� parte del MI5 y MI6 agencias del servicio secreto brit�nico, personalmente prefiero a Frederick Forsyth, Ken Follett o Tom Clancy, supongo que es cuesti�n de gustos. La historia nos devuelve a uno de sus protagonistas principales George Smiley, en esta ocasi�n un colaborador suyo ya jubilado, Peter Guillam, es requerido por el Servicio Secreto para investigar unas actuaciones de su grupo en plena Guerra Fr�a, las nuevas generaciones sin conocimiento de esa �poca se atreven a juzgar y condenar a los que lucharon y murieron en las dos partes del Muro de Berl�n. Como ya he dicho, prefiero otros escritores, pero para los amantes de esta literatura muy recomendable.

Hoy comparto con ustedes la rese�a de El legado de los esp�as de John le Carr�. Acced� a este libro mediante la iniciativa Masa Cr�tica de la red social para lectores Babelio.

Despu�s de enterarme de que me iban a mandar este libro, me puse a buscar informaci�n sobre el libro y el autor, y descubr� que esta novela estaba relacionada con otros libros escritos por le Carr�. Yo pens� que era autoconclusivo, pero resulta que habla sobre hechos y personajes que aparecieron en El esp�a que surgi� del fr�o y El topo. Yo nunca hab�a le�do un libro de le Carr� y no ten�a tiempo de tratar de conseguir y leer sus novelas, as� que busqu� res�menes de los libros previos y pude comprender qu� hab�a pasado y c�mo eran los personajes.

Esta es la segunda novela de esp�as que leo en mi vida. Antes hab�a le�do Ashenden de William Somerset Maugham que trata sobre un agente secreto durante la Primera Guerra Mundial. El legado de los esp�as est� narrada en primera persona por Peter Guillam, un anciano exesp�a que trabaj� para el servicio secreto brit�nico en la �poca de la Guerra Fr�a.

Me gusta c�mo el escritor nos hace ir y venir entre el presente y el pasado. En el presente, tenemos a un Peter al que convocan en medio de una investigaci�n sobre operaciones realizadas en el pasado que dieron como resultado algunas muertes. Los hijos de estas personas muertas, a las que en su momento conoci� Peter, reclaman dinero y saber bien qu� paso con sus progenitores, mientras que los investigadores actuales quieren saber si las operaciones se llevaron a cabo con �tica profesional. al quedar en medio de la investigaci�n, Peter rememora varios hechos y an�cdotas de su pasado como esp�a a fines de la d�cada del cincuenta y principios de los sesenta.

Es una novela muy �gil y me gustaron mucho los di�logos. Creo que le Carr� se luce en los di�logos ya que no pod�a parar de leer las conversaciones entre Peter y los investigadores. Le Carr� nos mete de lleno y con rapidez en la historia con una narraci�n en la que no solo hay di�logos, sino tambi�n informes y cartas que se enviaban los esp�as junto con los recuerdos personales de Peter.

Me gust� el hecho de tener que dudar de todos los personajes. Saben mentir muy bien los esp�as. Nunca sab�s cu�ndo dicen la verdad o si son agentes dobles. Nunca se sabe bien qui�nes son los buenos y qui�nes los malos. No son esp�as glamorosos como James Bond, sino todo lo contrario, personas comunes y corrientes que pueden pasar desapercibidas. Es interesante ver c�mo se las arreglaban para comunicarse entre ellos en una �poca donde no exist�a la tecnolog�a actual. Me hizo acordar a mi ni�ez cuando eran comunes las historias de la Guerra Fr�a. Recuerdo muy bien cuando cay� el Muro de Berl�n. Yo estaba en la primaria, y la ca�da del Muro m�s el desmembramiento posterior de la antigua URSS fueron hechos que marcaron una �poca. Se dec�a que era el fin de las ideolog�as, que ya no iba a haber m�s derecha ni izquierda. Yo estaba acostumbrada a las series y pel�culas de estadounidenses contra rusos o alemanes. En este caso, tenemos brit�nicos contra rusos o alemanes.

Mi personaje preferido es, sin dudas, Peter, este viejito que parece un anciano com�n y corriente, pero que en sus a�os mozos, vivi� much�simas aventuras, no solo con esp�as, sino tambi�n con mujeres porque Peter era un gran seductor en su juventud.

Aunque no le� las novelas anteriores, disfrut� del libro y pienso leer m�s novelas de le Carr�, quien a pesar de su avanzada edad se mantiene activo. Es obvio que habr�a disfrutado m�s la historia si hubiera le�do los libros anteriores. Por eso, recomiendo este libro a quienes ya leyeron a le Carr�. Indudablemente, este escritor es el rey de las novelas de esp�as y gracias a la iniciativa Masa Cr�tica de Babelio pude conocer su excelente pluma.
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Antes de comenzar, vaya mi agradecimiento a Babelio en Espa�ol, Masa Cr�tica ,y Editorial Planeta por posibilitarme la lectura de este libro y la realizaci�n del comentario que aqu� comparto.
Cuando leemos a John le Carr�, sabemos con qu� nos vamos a encontrar: con un relato atrapante, y con ese mundo de esp�as y contraesp�as, propio de la guerra fr�a, donde nada es lo que parece, donde las lealtades y traiciones son moneda corriente, donde los protagonistas cuentan sus verdades sabiendo que son falsas, y sus mentiras sabiendo que, en ellas, hay un fondo de verdad, y donde las personas son meras piezas en una especie de tablero de ajedrez jugado por otros.
Y en ese sentido, El legado de los esp�as, no defrauda. Pero no esperemos mucha acci�n, - de hecho, por momentos la novela se hace lenta -, ya que el eje de la trama pasa por desentra�ar viejas historias, y los efectos que �stas han tenido en el protagonista, adem�s de reflexionar, de alguna manera, sobre la futilidad de todo ese montaje en el que, lo que pasa con las personas, no importa.
Un ex esp�a, ya retirado, es convocado por sus superiores para informar de sucesos ocurridos muchos a�os atr�s, en los que supuestamente estuvo involucrado, y que terminaron con la muerte de dos personas, - un agente y una mujer inocente-, en las proximidades del reci�n construido Muro de Berl�n, en manos de la Stasi, la poderosa polic�a secreta de Alemania Oriental.
As�, la novela transcurre entre interrogatorios, lecturas de viejos archivos, y recuerdos, en los que, con un tono no exento de iron�a ni de nostalgia, el protagonista va narrando c�mo el pasado vuelve a rendirle cuentas, en la figura de j�venes tecn�cratas que sospechan de �l, del hijo de uno de los muertos, que quiere vengarse, y de sus propios remordimientos, ya que, en ese juego que le toc� jugar, no dej� de involucrarse personalmente, y ya sabemos que, si se trata de esp�as, no hay lugar para la amistad ni para el amor, pero s� para la muerte.
Rememoremos, entonces, todo ese mundo, disfrutando de la lectura de esta muy buena novela, de un gran autor que ya es sin�nimo de espionaje.
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John le Carr� torna a les nostres mans per tancar el cercle que va deixar embastat fa vint-i-cinc anys i recupera el seu m�tic personatge i m�s fam�s espia en George Smiley que va apar�ixer per primera vegada l'any 1961 en �Trucada per a un mort�

A El llegat dels espies ens presenta una historia on es conjuga el passat emmarcat per la Guerra Freda i el present, on m�s que oblidar el passat �s vol tapar amb una estora ben gruixuda i decorar-ho amb el cap de turc de torn.

Sempre em sorpr�n com l'autor encerta amb els t�tols de les seves novel�les, en aquesta ocasi� sembla que en un joc de miralls el propi autor deixa part del seu llegat com a espia entre les planes d'aquesta brillant historia creuada.

Una trama os es q�estionar� la veritat, la just�cia i el joc entre espies, els quals en un moment determinant de la historia foren considerats herois i ara seran investigats a petici� d'una fam�lia que els ha demandat per la mort de dues v�ctimes innocents, Els fills d'Alec Leamas i Liz Gold reclamen una compensaci� per la p�rdua dels seus pares i demanen ajuda a Peter Guillam, deixeble de Smiley.

Moment en el qual ens podem plantejar la responsabilitat dels actes d'aquests espies com a resultat d'ordres i senyalant con a responsable el servei secret o deixant-los a la seva sort i senyalant-los a ells com a �nics responsables d'un fat�dic accident. de la mateixa manera com les relacions personals, el cor i la moral poden afectar en la tasca m�s dif�cil d'un espia.

L'autor t� l'habilitat de dir m�s del que en lletres plasma entre planes, amb unes descripcions molt acurades i uns personatges gaireb� reals ens presenta una novel�la equilibrada, amb girs argumentals plausibles, amb una trama complexa per� molt ben constru�da i un tempo narratiu que atrapa al lector.

Guillam ser� la veu que ens parlar� a cau d'orella, en primera persona i sense artificis ni amagar la veritat anir� confrontant el que sap gr�cies a les notes que es varen prendre en el seu moment amb els descobriments basats sobretot en di�legs i interrogatoris que dinamitzen la narraci�.

L'autor ens portar� a un carrer de dues direccions i ser� el propi lector qui haur� de decidir en quin d'ells vol circular, si el passat ens tira m�s o si �s el present un reflex m�s vera�.

Tinc la sensaci� que John le Carr�, als seus 86 anys vol anar tancant cap�tols de les seves histories, vol deixar al lector amb una narrativa completa, vaig tenir la sensaci� amb �Volar en cercles� on ens parlava d'ell i ara al recuperar un personatge ic�nic i tancar el seu fil sembla que es prepari per tancar portes i obrir-ne de noves.

labutxaca sempre ens regala una prosa majestuosa, per� amb aquest autor supera sempre les expectatives del lector, personalment us recomanaria �L'espia que tornava del fred� que si ho pensem en perspectiva aniria despr�s d'una part d'aquesta historia, �Infiltrat� o �Una veritat delicada�.

No val fer d'espia, si comenceu a llegir no podreu parar fins a descobrir la veritat.

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