Los últimos piratas ingleses antes del fin de la guerra (III): Simón Bourman, un singular personaje nacido en España, y Jack Ward que se convirtió al Islam e inspiró a ‘Jack Sparrow’
Con este capítulo damos fin a los capítulos de los piratas ingleses de los últimos años antes del fin de la guerra entre España e Inglaterra.
Hemos elegido a los que hemos considerados más importante entre otros muchos facinerosos dedicados atacar los buques y costas de la América española, aunque en este capítulo incluimos a otro famoso pirata inglés, posteriormente convertido al islam, que atacó las costas mediterráneas españolas.
Nuestro siguiente pirata es Simón Bourman, un curioso caso de pirata poco importante, pero con unas características especiales.
Fue capturado y declaró que: había nacido en Sevilla; era hijo de un inglés llamado Simón Bourman y de una mujer malagueña llamada Isabel Gil y había sido llevado a Inglaterra con cinco meses donde se hizo protestante y trabajó con el conde de Essex.
Tenía familia en España: un tío materno, el capitán Juan Gil de Laysalde, regidor de Málaga, y una prima hermana, Cecilia Bourman, casada con Manuel de Benavides.
En octubre de 1601, con un navío y una lancha, exploró y saqueó las costas venezolanas entre el pueblo de Cumaná (ciudad de Venezuela, capital del Departamento de Sucre, en la costa del Mar Caribe) y Riohacha (pueblo situado en la costa norte de Colombia, en la desembocadura del río del mismo nombre en el Mar Caribe).
Ese mismo mes fue capturado por una galera española con base en Cartagena de Indias (ciudad portuaria de la costa caribeña de Colombia).
Declaró haber nacido español y, para salvarse de la horca: abjuró del protestantismo y se convirtió al catolicismo y ofreció información al gobernador de Cartagena, el vallisoletano Jerónimo de Zuazo y Casasola. Revelando los puntos más débiles de la defensa española de las costas y las rutas seguidas por los piratas ingleses, así como recomendaciones para mejorarla
Fue enviado a España donde estuvo prisionero hasta el final de la guerra.
Entre la declaración era particularmente relevante la referencia a Las Salinas de la Punta de Araya, donde llegaban, prácticamente a diario, buques holandeses e ingleses a cargar la sal que necesitaban para sus industrias queseras y conserveras de pescado.
Por la guerra de los Ochenta años habían perdido las salinas de las provincias costeras y los suministros procedentes de España y Portugal.
La península de Araya está situada en las costas venezolanas del Mar Caribe, en el actual estado de Sucre. Es un territorio árido y seco con unas famosas salinas.
La presencia holandesa dio lugar a continuos choques con los españoles. En 1605 una flota española al mando del almirante Luis Fajardo, originariamente destinada a Flandes y que se desvió de su ruta, cayendo por sorpresa sobre la flota holandés, aniquilándola y capturando nueve navíos, además de muchos prisioneros que acabaron remando en las galeras basadas en Cartagena de Indias.
La Tregua de los 12 años (1609 – 1621) entre los rebeldes holandés y los españoles, fue un período de paz en Araya, paz que terminó con el fin de la Tregua.
Avisado el gobernador de Cumaná, Diego de Arroyo y Daza, de la posible llegada de flotas de los Países Bajos a por sal, había hecho construir un fortín con cestones de tierra y artillería.
En noviembre de 1622, una flota neerlandesa ataca a la guarnición española, desembarcan 700 hombre e inician el asalto del fortín. Los españoles, apoyados por aliados indígenas, rechazaron el ataque matando al alférez y a cuatro capitanes. Creyendo que su almirante ha muerto, desmoralizados, abandonan el combate y la península. En su huida, la escasa artillaría del fortín consiguió hundir tres buques enemigos.
Inmediatamente de acabar la batalla, llegaron los refuerzos de Cumaná y de la isla Margarita (isla del Caribe venezolano), mandados por Andrés Rodríguez de Villegas.
La flota fugitiva se encontró en el mar con otra formada por 16 cargueros y, en enero de 1623, vuelven juntas a presentarse en la península. Mandaron un ultimátum conminando al gobernador a entregar los prisioneros, el fortín y a dejarlos cargar sal para salvar sus vidas, intimidación que fue rechazada.
Los enemigos desembarcan dos grupos de 400 hombre, uno de soldados y otro de obreros, pretendiendo cargar la sal bajo la protección de los militares.
Los arcabuceros españoles lo impiden y los neerlandeses deciden embarcar y abandonar las salinas después de perder bastantes hombres, además de tres naves por el fuego de la artillería del fortín.
Para evitar nuevos ataques, los españoles decidieron construir la Real Fuerza de Santiago de Arroyo de Araya.
Los neerlandeses no desistieron de buscar sal en el Mar Caribe, pero nunca más en las salinas de Araya.
El último pirata inglés de esa serie es John Ward o Birdy (alias Jack Ward) también llamado, después de su conversión al islam, Yusuf Reis. (En la foto de la ilustración)
John había nacido en Kent, en el sudeste de Inglaterra. Después de 1588, se dedicó a saquear las embarcaciones españolas como corsario al servicio de la reina Isabel I.
En 1603 estaba enrolado en la Armada inglesa, de donde desertó junto a otros treinta compañeros. Robando una pequeña embarcación y con ella empezaron sus correrías de pirata. Pero la paz con España de 1604 hizo que el rey Jacobo I prohibiera las actividades de corso y retirara patentes.
A los corsarios se le acabó su modo de vida, pero muchos continuaron con la misma actividad, pero como piratas (corsario es aquel que atacaba a buques mercantes con patente/permiso de su Gobierno; pirata es aquel que se dedica al abordaje de barcos en el mar para robar).
Por entonces las costas mediterráneas españolas estaban siendo atacadas por piratas moros, holandeses, franceses, ingleses y renegados españoles que tenían sus bases/refugios en Argel, Bujía, Trípoli y otras ciudades del norte de África en poder de los turcos, a pesar de las escuadras del imperio español que operaban en el Mediterráneo.
John Ward se dedicó a asaltar a todo los barcos que encontraba a su paso, aunque prefería atacar a buques españoles, italianos y franceses que navegaban por sus áreas de caza.
Entre los años 1603 y 1606 apresó un buen número de buques lo que la proporcionó fama de gran pirata.
Este último año en el puerto de Salé (ciudad marroquí de la costa atlántica en las proximidades de Rabat) se le unieron varios piratas ingleses y holandeses y con ellos consiguió formar una escuadra temida en las proximidades del Estrecho de Gibraltar.
El puerto de la ciudad de Argel estaba siendo usado como puerto refugio por el holandés Simón Danser, Ward lo intentó, pero no lo consiguió porque algún otro pirata ingles había atacado barcos propiedad del gobernador de la ciudad.
Pero si fue admitido en Túnez por el gobernador turco de la ciudad, el Uthmán Dey, a cambio de recibir un quinto del valor de las presas que Ward pudiera capturar.
Ward se unió a Danser y formaron una escuadra pirata temible.
Sus actividades no se limitaron al Mediterráneo occidental, en 1607 puso al Mar Adriático y el Mediterráneo oriental donde capturó a un navío veneciano, la Reniera e Sorderina, cargado con mercancías valoradas en medio millón de escudos, navío que pasó a ser su buque insignia.
Los venecianos intentaron capturarlo usando sus galeras, pero consiguió escapar y regresar a su zona preferida, las costas del sudeste español y las proximidades del estrecho.
Los venecianos amenazaron con declarar la guerra a Inglaterra por los muchos barcos venecianos atacador por Ward. En 1608, este pidió el perdón al rey inglés Jacobo I, ofreciendo a cambio de su perdón 40.000 libras, pero el Rey se negó a perdonarlo.
En 1609, el almirante español Luis Fajardo (murciano, hijo segundo del marqués de Los Vélez) inició una campaña exitosa contra la piratería. Zarpó de Cádiz, a mediados de año, con una flota compuesta por seis navíos grandes, tres pataches y tres carabelas en búsqueda de los piratas John Ward y Simón Danser.
Después de fondear en Mazalquivir (ciudad ubicada al noroeste de Argelia, en el golfo de Orán, en la costa sur del Mar mediterráneo), continuó hacia Argel y finalmente hasta Trípoli (capital de Argelia) y la Goleta (puerto de la ciudad de Túnez, la capital del país).
En la Goleta consiguió, con escasas bajas propias, incendiar a 21 navíos y apresar otros, destruyendo la mayor parte de la flota de Ward y de Danser.
Ward se convirtió al islam y adoptó el nombre de Yusuf Reis. Vivió en Túnez hasta su muerte en 1622.
Al parecer, este pirata fue el que inspiró el cinematográfico Jack Sparrow de la serie Piratas del Caribe.
Joaquín de la Santa Cinta, autor de «50 héroes españoles olvidados» y «135 Presidentes del Ejecutivo español en la Decadencia española (1788 -1905)»
Para saber más:
- Diccionario Biográfico. Real Academia Española de la Historia.
- Lucena Salmoral, Manuel. Piratas, bucaneros, filibustero y corsarios en América.
- Fernández Duro, Cesáreo. Historia de la Armada Española desde la unión de los reinos de Castilla y Aragón. VII, Expediciones a Ultramar. Instituto de Historia y Cultura Naval
- Burset Flores, Rafael. Ser Señores de las Indias: las agresiones inglesas al Caribe español (1590-1620). Revista de Indias, 2021, vol. LXXXI, núm. 283.
- Velasco Hernández, Francisco. Corsarios y piratas ingleses y holandeses en el Sureste español durante el reinado de Felipe III (1598-1621). Universidad de Murcia.
- Brito García, Luis. Demonios del Mar. Piratas y corsarios en Venezuela (1528-1727). Tomo I.