El cine de terror mexicano sigue siendo uno de los géneros preferidos por los cineastas que buscan expandir los límites de la narrativa cinematográfica. En este afán por innovar y destacarse, "Jugaremos en el Bosque", la ópera prima co-dirigida por Alejandra Cárdenas y Guillermo Granillo, fusiona el terror con elementos históricos y un telón de fondo marcado por la depresión, la pérdida y el duelo, dando lugar a una película que invita a reflexionar sobre la complejidad de la experiencia humana y los eventos que pueden dejar una profunda huella en el alma.
La trama sigue a Javier (Mauricio Isaac) y Mariana (Lucía Uribe), una pareja devastada por la pérdida de su hijo y desesperada por encontrar una salida a su dolor. Al mudarse a una antigua hacienda familiar en un intento de comenzar de nuevo, se ven envueltos en una pesadilla sobrenatural que saca a la luz sus traumas más profundos.
Uno de los aspectos más destacados de "Jugaremos en el Bosque" radica en su habilidad para entrelazar el terror con temas como la pérdida y el duelo, así como los problemas psicológicos que estos conllevan. Sin embargo, en ocasiones, la analogía que intenta establecer entre los espíritus de la casa y los traumas de los personajes no logra sostener la película.
A menudo, la cinta sacrifica el impacto del terror en favor de una narrativa que busca justificar la presencia maligna con hechos históricos o problemas psicológicos, lo que puede hacer que se carezca de la autenticidad necesaria para generar verdadero miedo. A pesar de ello, presenta un interesante giro argumental: la madre, devastada por la pérdida de su hijo Tomás, descubre que está embarazada, creyendo que este nuevo hijo es la reencarnación de su amado Tomás.
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No obstante, la película presenta varios huecos argumentales, como el de las gemelas malditas que atormentan a la pareja, y la falta de desarrollo de elementos clave de la trama deja al espectador con una sensación de vacío.
A pesar de sus aspectos destacados, como la exploración de temas profundos y los giros inesperados, "Jugaremos en el Bosque" no logra evitar los huecos argumentales y un final abrupto, lo que puede dejar a algunos espectadores con una sensación de insatisfacción. Si bien la atmósfera inquietante puede atraer a algunos, aquellos que buscan una narrativa más compleja podrían sentirse decepcionados.
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