Si hay alguien que haya visto los restos del Titanic en el fondo del mar más que nadie en el mundo, sin duda es el director de la película que relató el trágico viaje del trasantlántico, James Cameron, quien se precia de haber realizado unas 33 inmersiones.

Pero, ¿en qué se diferencia la cápsula de Cameron con el sumergible Titan que desapareció e implosionó con cinco ocupantes a bordo esta semana?

La nave, construida especialmente para James Cameron se llama Deepsea Challenger, y fue diseñada en secreto en Australia en conjunto con National Geographic y con apoyo de Rolex, que creó un modelo de reloj y probó que podía soportar la inmersión. Aunque su reto era llegar más profundo: la Fosa de las Marianas.

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Este hito lo cumplió en 2012 cuando el 26 de marzo descendió mucho más profundo en el lecho marino, hacia la Fosa de las Marianas, a 10.908 metros, y considerado el punto más profundo del mar. Este logro fue retratada en una película documental: Deepsea Challenge 3D.

El equipo que diseñó y desarrolló el Deepsea Challenger se demoró siete años en su construcción y armó dispositivos de iluminación, baterías y pesas: sistemas únicos y específicamente pensados para aguantar ocho toneladas por pulgada cuadrada de presión, recuerda el diario español El País. Menciona que es importante que la nave pueda soportar la presión al llegar al fondo de las profundidades.

Foto de Rolex Magazine que muestra al director de cine James Cameron en el Deepsea Challenger.

Para esta expedición, Cameron se metió en una esfera piloto tan pequeña que no podía extender los brazos. Era el único ocupante de una embarcación compleja de 7,3 metros de largo (24 pies) una esfera con paredes de acero de 64 mm de grosor y espuma de vidrio altamente especializada. Mientras maniobraba en el fondo del océano en medio de terrenos inexplorados y nuevos animales extraños, Cameron filmó imágenes para un documental de largometraje y recolectó muestras para una investigación histórica. ¿Por qué? Promover la exploración y el descubrimiento científico, señala National Geographic.

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Casi nula seguridad del Titan

Respecto a la nave siniestrada de la empresa OceanGate Expeditions, James Cameron dijo que fueron ignoradas muchas advertencias sobre la seguridad del sumergible turístico que implosionó cerca del Titanic, matando a cinco personas.

“Estoy impresionado por la similitud entre el desastre del Titanic, cuyo capitán fue advertido varias veces sobre el hielo frente al barco, y aun así aceleró a toda máquina hacia un campo de hielo en una noche sin luna, y en consecuencia mucha gente murió”, dijo Cameron en entrevista con la estadounidense ABC News.

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Para Cameron hubo varios “puntos potenciales de falla” en el sumergible Titan e indicó que su ‘talón de Aquiles’ era el cilindro de fibra de carbono. Agregó que el casco se rompió en “pedazos muy pequeños” después de que Titan implosionó cuando el casco se fracturó debido a la presión.

Cameron criticó el diseño por alejarse de las técnicas probadas en favor de los métodos experimentales. “Hay tres posibles puntos de falla y, con suerte, la investigación puede localizar exactamente lo que sucedió”, dijo a Good Morning America. ‘La ventana de visualización en el frente era una ventana de acrílico. Me dijeron que no estaba probada para tanta profundidad de la que estaban buceando, lo cual es un punto. También tenían dos esferas de vidrio en el submarino, pequeñas, para flotar, lo cual es una mala idea, dijo Cameron quien reiteró que el casco de fibra de carbono era el ‘eslabón más débil’.

Un sistema de alerta probablemente hizo sonar una alerta y la tripulación intentó ascender en el momento previo a la implosión, consideró el explorador que ha realizado al menos 72 inmersiones sumergibles, 51 de las cuales fueron en sumergibles rusos Mir a profundidades de hasta 4.877 metros, incluyendo 33 al Titanic.

Los fallecidos

A bordo del sumergible viajaban el millonario británico Hamish Harding, el empresario paquistaní Shahzada Dawood, y su hijo Suleman -ambos también con nacionalidad británica-, el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet, y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, que cobraba 250.000 dólares por turista.

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Cameron mencionó su amistad de 25 años con Nargeolet.

“Que haya muerto trágicamente de esta manera me resulta casi imposible de procesar”. (I)