Las 4 etapas de una relación de pareja

Las 4 etapas de una relación de pareja

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Juan y María se conocieron en una fiesta de amigos en común. Desde el primer momento, sintieron una conexión especial y comenzaron a salir. Se enamoraron profundamente y después de sólo dos años de relación, decidieron casarse en una hermosa ceremonia rodeados de sus seres queridos.

Al principio, todo parecía perfecto. La pareja estaba feliz y emocionada de comenzar una nueva vida juntos. Sin embargo, pronto descubrieron que la vida matrimonial no era tan fácil como pensaban.

Tuvieron que enfrentar desafíos como la falta de comunicación, el estrés financiero y la infidelidad entre otras dificultades. A pesar de intentar solucionar estos problemas, la tensión en su relación aumentó con el tiempo.

Finalmente, la pareja decidió tomar caminos separados y se divorciaron después de sólo tres años de matrimonio.  Esta historia demuestra que el amor no siempre es suficiente para mantener una relación saludable y feliz.

A veces, las parejas enfrentan desafíos que parecen insuperables, y la única opción es seguir adelante. Aunque puede ser doloroso, también puede ser una oportunidad para crecer y aprender, y tal vez incluso encontrar un amor más fuerte y duradero en el futuro.

Es cierto que las etapas del amor son iguales para todas las parejas, pero no todas logran atravesarlas con éxito. En el caso de Juan y María, las dificultades que enfrentaron en la etapa de crisis fueron demasiado grandes para superarlas juntos.

A pesar de su amor, no pudieron navegar por las dificultades y finalmente tomaron caminos separados.

Sin embargo, esto no significa que el amor no sea posible o que las etapas del amor sean imposibles de superar. Al contrario, el éxito de las parejas para navegar por estas etapas es a menudo la clave de su satisfacción en la relación y la construcción de un amor verdadero y duradero.

Los neurocientíficos y los expertos en el amor han delineado cuatro etapas de una relación. Van desde enamorarse hasta vivir felices para siempre o, al menos, por un tiempo.

Es por eso por lo que resulta importante conocer estas cuatro etapas: desde la euforia de los primeros meses, pasando por la etapa de la temprana unión, enfrentando la crisis que puede surgir en el camino, y finalmente llegando a la etapa de una unión profunda y duradera.

Conocer y entender estas etapas puede ser de gran ayuda para aquellas parejas que buscan construir una relación sólida y duradera.

Las etapas de una relación

Aquí están las etapas que se han encontrado, junto con formas de navegar con éxito en cada una de ellas:

  • Etapa 1: La etapa eufórica – 6 meses a 24 meses
  • Etapa 2: La etapa de apego temprano – 1 año a 5 años
  • Etapa 3: La etapa de la crisis – 5 años a 7 años
  • Etapa 4: La etapa de apego profundo – 7 años y más allá

La etapa eufórica o de enamoramiento

Las etapas del amor están basadas en la investigación de la doctora Helen Fisher, neurocientífica e investigadora principal del Instituto Kinsey, y la doctora Lucy Brown, profesora clínica de neurología de la Facultad de Medicina Einstein de Nueva York, quienes han estudiado la actividad cerebral de las personas enamoradas en todas las etapas.

En la primera etapa, la del enamoramiento, la otra persona se convierte en el centro de la vida. Se perdonan errores y defectos, y lo bueno vale más que lo negativo (Fischer & Brown, 2006).

Durante los primeros meses de relación, Juan y María se encontraban en la etapa del enamoramiento eufórico. Se sentían irresistiblemente atraídos el uno por el otro y pasaban todo su tiempo libre juntos. A pesar de los pequeños errores y defectos del otro, se perdonaban mutuamente y se centraban en lo positivo de su relación. Incluso cuando tenían discusiones, trataban de comprenderse y de no juzgarse negativamente.

Según Brown, en esta primera etapa, muchas personas muestran una disminución de la actividad en el córtex prefrontal, que es la parte del cerebro que tiene que ver con el juicio negativo de las personas.

En otras palabras, cuanto más tiempo una pareja pueda mantener la suspensión del juicio negativo hacia el otro, más posibilidades tendrán de éxito en la relación. Cuando los investigadores hicieron un seguimiento de los participantes, descubrieron que las parejas que habían permanecido juntas durante tres años o más eran las que presentaban una actividad más reducida en esta parte del cerebro.

Según los estudios de Brown, esta fase dura entre 6 meses a dos años, aunque una pequeña parte de la población, aproximadamente entre el 15% y el 30%, afirma que sigue enamorada y que todavía se siente como en los primeros seis meses, incluso después de 10 o 15 años.

A algunas personas les resulta más fácil reavivar las primeras etapas. Eso no quiere decir que los demás no podamos. Sin embargo, la embriaguez del nuevo amor acabará transformándose en la siguiente etapa: el apego temprano.

La etapa de apego temprano o consolidación de la relación

En la fase de apego temprano, la parte más evolucionada del cerebro comienza a tomar el control y las hormonas del apego, como la vasopresina y la oxitocina, juegan un papel importante.

Según Brown, las parejas que llevaban casadas al menos un año describían el amor de forma diferente. “Es más rico, profundo, y hay un mayor conocimiento del otro”, según Brown. “Se han integrado los recuerdos -tanto positivos como negativos-, se han atravesado algunas dificultades y se ha desarrollado un fuerte apego”.

En el caso de Juan y María, habían pasado los primeros años de su matrimonio, disfrutando de su amor eufórico en la etapa del enamoramiento. Pero luego de un tiempo, empezaron a notar los defectos del otro y surgieron algunas dificultades en su relación.

A pesar de esto, decidieron seguir adelante y trabajar en su relación. Al hacerlo, llegaron a la fase del apego temprano, donde podían dormir sin pensar en el otro todo el tiempo y se sentían más cómodos haciendo otras cosas en su vida.

Para ellos, el amor era más rico y profundo, habían superado algunas dificultades y desarrollado un fuerte apego después de haber integrado los recuerdos, tanto positivos como negativos.

La etapa de la crisis

La tercera etapa de una relación suele ser el punto de inflexión, es crucial para lo que vendrá después. Brown la llama “la picazón de los siete o cinco años”. “Casi todas las relaciones tienen una fase de distanciamiento”, dice Brown. “O seguirán a la deriva, o se volverán a unir. Necesitan una crisis para superarla y poder hablar de ello juntos: ambos han crecido y cambiado”.

Continuando con el ejemplo de Juan y María experimentaron esta fase después de varios años de casados, cuando empezaron a surgir problemas y diferencias. Juan quería tener hijos, mientras que Maria no estaba segura. Además, hubo una infidelidad que provocó una ruptura, finalmente decidieron separarse.

Para algunas parejas, tener hijos consolidará la relación o provocará el estrés suficiente para que la relación se desmorone. En el caso de Juan y Maria, la decisión sobre tener hijos fue uno de los tantos factores que llevaron a la ruptura de su relación.

Si una pareja logra superar una crisis con éxito, pasará a la siguiente fase: el apego profundo.

La etapa de apego profundo

La etapa de apego profundo es la calma después de la tormenta. Llegados a este punto, la pareja se conoce bien, han pasado por los inevitables altibajos, saben que pueden afrontar las crisis y es probable que hayan elaborado un plan para afrontar crisis futuras.

Al describir esta etapa de las relaciones, el término que Brown reitera es “calma”. “Cuando las parejas llevan juntas muchos años. Es muy, muy tranquila y es segura”. Las parejas han desarrollado una conexión sólida y significativa entre sí. Han superado los obstáculos y han aprendido a trabajar juntos como equipo.

Aunque la pasión puede haber disminuido, hay una sensación de comodidad y seguridad en la relación. Las parejas que llegan a esta etapa a menudo se describen como “almas gemelas” o “compañeros de vida”. Todas las relaciones pasan por diferentes etapas, y cada una tiene sus propios desafíos y recompensas. La clave para una relación exitosa es aprender a navegar a través de estas etapas juntos. La comunicación, el compromiso y la capacidad de trabajar juntos son fundamentales para superar los obstáculos y fortalecer la relación.

Aunque Juan y María no lograron llegar, es posible alcanzar esta etapa de apego profundo en una relación. Esta etapa puede durar mucho tiempo. Si tienes suerte, puede durar toda la vida.

¿Cómo podemos mantener el amor?

Los investigadores sugieren que una de las formas más efectivas de mantener viva la chispa es a través de la novedad. Estudios que han seguido a parejas durante años han descubierto que realizar juntos actividades nuevas, emocionantes y desafiantes tiene enormes beneficios para la relación.

El Dr. Art Aron, uno de los principales colaboradores de Fisher y Brown, y su esposa, la Dra. Elaine Aron, desarrollaron el “Modelo de Autoexpansión”, que ofrece una visión de las primeras etapas del amor y explica en parte por qué los primeros meses de una nueva relación resultan tan embriagadores (Aron, 2013).

“Cuando entras en una relación, literalmente aumentas lo que eres. Asumes y compartes la perspectiva que tu pareja tiene del mundo, además de la tuya propia, su estatus social, sus recursos. Los beneficios de vivir juntos experiencias nuevas y desafiantes son enormes y duran”.

Mantener la mente abierta, reavivar las primeras etapas y mantener la novedad, tal vez sean las claves para descifrar el código del amor duradero.

Fuentes y recursos de información

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  • Aron, A. et al (2013). The Self-Expansion Model of Motivation and Cognition in Close Relationships, En: Jeffry A. et al (eds), The Oxford Handbook of Close Relationships, Oxford Library of Psychology (2013; online edn, Oxford Academic, 1 Aug. 2013), https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780195398694.013.0005
  • Fisher, H., & Brown, L. (2006). Romantic love: a mammalian brain system for mate choice. Phil. Trans. R. Soc. B3612173–2186.  http://doi.org/10.1098/rstb.2006.1938
Carlos Vergara Cano

Psicólogo y Administrador en Servicios de Salud graduado en la Universidad de Antioquia, con experiencia en intervención individual y grupal con niños, adultos y familias. Experiencia en investigación cuantitativa, evaluación, diagnóstico e intervención psicológica con niños, adultos y familias. Intervención grupal con niños, adolescentes y padres de familia, Planeación y formulación de Políticas Públicas en Salud

Pálabras clave: Amor, Relaciones de Pareja