EL MILITANTE SALTA – POR LIZI MEJÌAS. – Después del 17 de Octubre, no existe para el pueblo trabajador y peronista día más caro que el 1 de Mayo. Porque esa jornada adquirió para el obrero argentino el carácter de una fecha simbólica y representativa del trabajo del General Juan Domingo Perón en su esfuerzo por hacer que el peón y el obrero comenzaran a vivir como ciudadanos.

Desde su surgimiento en la escena política argentina en la década de 1940, el peronismo ha estado intrínsecamente ligado al concepto de trabajo.

Esta conexión arraigada se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de nuestra doctrina peronista, dando forma a sus políticas y acciones a lo largo del tiempo. La relación entre el trabajo y el peronismo es la esencia misma de nuestro Movimiento político y social que es único en la historia argentina.

El Trabajo como Valor Central ha sido y debe seguir siendo la columna vertebral de toda política de gobierno. Porque desde sus primeros días, el peronismo ha promovido el trabajo como un valor central y un derecho inalienable de los trabajadores.

En un país marcado por la desigualdad social y económica, el peronismo emergió como un defensor de los derechos laborales y un impulsor de políticas destinadas a mejorar las condiciones de trabajo y garantizar la protección social de los trabajadores. No podemos claudicar en este empeño.

Las políticas laborales màs emblemàticas se deben al peronismo; desde la creación de los derechos laborales básicos, como el salario mínimo y las vacaciones pagadas, hasta la promoción de la sindicalización y la negociación colectiva, el peronismo ha dejado una huella indeleble en el ámbito laboral argentino.

Pero es la inclusiòn social a travès del trabajo la nave insignia del Movimiento peronista, porque el trabajo no solo es una fuente de ingresos, sino también un instrumento de inclusión social y movilidad ascendente. A través de políticas de pleno empleo y programas de capacitación laboral, el peronismo ha buscado brindar oportunidades equitativas para que todos los argentinos puedan acceder a un trabajo digno y mejorar su calidad de vida.

Sin embargo, hoy el peronismo como la sociedad argentina toda en su conjunto, enfrentan el desafìo de un avance persistente que busca imponer la informalidad laboral, la precarización del empleo y las tensiones entre empleadores y trabajadores.

Estos son sólo algunos de los desafíos que enfrentamos para la realización plena del ideal peronista de justicia social a través del trabajo.

Tenemos que pensar en el futuro del Trabajo en el Peronismo, porque este contexto de cambios económicos y sociales acelerados, el peronismo se enfrenta al desafío de adaptar su visión del trabajo a las realidades del siglo XXI.

Esto implica la búsqueda de soluciones innovadoras para abordar la automatización, la globalización y otras tendencias que están transformando el mercado laboral. Al mismo tiempo, el peronismo debe seguir defendiendo los valores fundamentales del trabajo digno y la protección social como piedras angulares de su proyecto político.

En resumen, debemos todos los Compañeros abocarnos a una militancia que enfrente esta realidad compleja y renovar ese compromiso histórico con la defensa de los derechos laborales y la Justicia Social.

El Tiempo avanza y esta provincia en el conjunto de una Argentina que debe visualizarse como una tierra de esperanza y progreso, debemos continuar desempeñando ese papel crucial en la configuración del destino de nuestros trabajadores, manteniendo vivo ese legado que es compromiso irrenunciable con la Dignidad y el Bienestar de todos los Trabajadores.

Desde esta Página, como Directora, pero antes que nada como Mujer, como Argentina y como Peronista, los abrazo a todos en un caluroso Abrazo peronista, en este DÌA DEL TRABAJADOR.