El complejo de Agripina podría explicar cómo algunas madres actúan enamoradas y “seducen” a sus hijos.
Julia Agripina, conocida como Agripina la Menor –para diferenciarla de su madre-, fue la hija mayor de Germánico y de Agripina la Mayor, bisnieta de Marco Antonio y de Octavia la Menor. Agripina fue hermana de Calígula, se convirtió en la esposa de su tío, el emperador romano Claudio, y fue madre de Nerón.
Origen del complejo de Agripina, historia de una madre manipuladora
El complejo de Agripina tendría un significado similar al complejo de Edipo, descrito por Freud. No obstante, en la mitología griega, Edipo no sabía que cometía un incesto, ya que no estaba al tanto de que su esposa Yocasta era en realidad su madre. Pero, de Agripina sí se dice que sedujo a su hijo Nerón.
Para comprender mejor el complejo de Agripina es necesario conocer su historia, la cual está marcada por incesto, traición, poder y muerte.
Según algunas fuentes, Agripina fue una mujer decidida, con un carácter fuerte, capaz de hacer lo que fuese para que su hijo llegase al trono, incluso si el precio fuese su propia vida. Unos astrólogos le habrían predicho que su hijo Nerón sería emperador, pero que él la mataría, a lo cual ella respondió que eso no importaba, con tal de que él reinara.
Agripina la Menor apenas pudo conocer a su padre, ya que él murió en extrañas circunstancias. La madre, Agripina la Mayor, fue condenada al destierro. Estos hechos impactaron la vida de la codiciosa Agripina la Menor, quien creció convencida de que a su padre lo había enviado a envenenar el emperador Tiberio.Estos hechos le hicieron creer a Agripina la Menor que su familia debía recuperar el honor y el poder.
En el año 28 d.C se casó con Cneo Dominicio Ahenobardo, con quien tuvo a Nerón, una figura que representa los excesos y la decadencia del Imperio Romano. De hecho, se dice que Ahenobardo era un hombre cruel y violento y que Agripina habría dicho que de esa unión solo podría nacer un monstruo.
A la edad de 34 años, Agripina se casó con su tío, el emperador Claudio. También aconsejó a su hijo Nerón casarse con su ahora hermanastra, Octavia. Una vez que Agripina consigue el título de emperatriz y Augusta, además de honores, convence a su esposo para que adopte como heredero a Nerón y hace que él tenga más privilegios que el hijo biológico de Claudio, Británico. Cuando logra su cometido, se dice que ordena envenenar a su esposo. De este modo, Nerón llega al trono a la edad de 16 años. Agripina entonces trata de controlar a su hijo para ella gobernar.
Esta relación entre madre e hijo, además de incestuosa, se vuelve complicada, en la medida que ambos tratan de tener el control del Imperio.
Se narra que Nerón envía a tres verdugos para que maten a su madre. Pero Agripina sospechaba de los planes de su hijo y su nuera, por lo que comenzó a tomar dosis pequeñas de veneno para inmunizarse.
Al no lograr envenenarla, Nerón intenta que hundan el barco en el que ella nada. Sin embargo, Agripina escapa nadando. Finalmente, ella encuentra la muerte en el mismo lugar en donde dio a luz a su hijo, en la villa de Antium, luego de que ella misma pidiese que le traspasasen el abdomen con una espada, ya que allí gestó al hijo que ahora la mataba.
Asimismo, se dice que la imagen de Agripina atormentó a Nerón hasta el punto de volverle loco y hacerle morir en agonía.
¿Qué se deduce de la historia?
De la historia sobre la vida de Agripina y la relación con su hijo se deduce que ella, en su afán por ejercer el poder, procura controlar a su hijo, lo cual le irrita a tanto él que siente el deseo de querer matar a su progenitora. Una madre podría actuar con sentimientos poco claros hacia su hijo, “seducirlo” o “enamorarse”, quizá en un sentido simbólico, hasta llegar a anularlo y vivir a través de él.
La autora Diana Borja Reinoso, en su estudio sobre la sobreprotección familiar, señala que cuando las madres sobreprotegen a sus hijos, ellos tiene un desarrollo pobre de las habilidades, adoptan una postura de pasividad y generan dependencia.
En la vida adulta, quien ha sido sobreprotegido, probablemente tendrá problemas para asumir sus responsabilidades, podrían sentir miedo, baja autoestima, inseguridad y dificultad para tomar decisiones, lo cual le lleva a depender de otros.
En el caso del complejo de Agripina, entre madre e hijo hay una lucha por el poder. A Nerón se le califica como tirano y violento, pero también con una personalidad débil e influenciable, además de ególatra. Desde la niñez, Nerón fue dominado por su madre, quien impuso su sombra sobre la vida de él. En la actualidad, el complejo de Agripina podría aplicarse a las madres que son manipuladoras e intervienen sin medida en la vida de sus hijos. Estas progenitoras sienten celos cuando sus hijos experimentan apegos hacia otra persona.
Las madres con el complejo de Agripina planifican la vida de sus hijos, sin importar lo que ellos deseen. Los hijos crecen con miedo e inseguridad.
Cuando el hijo no desea someterse a las normas de la madre, se enfrenta a ella y surgen las discusiones. Secretamente, las madres con este complejo sienten felicidad si el hijo se separa de su esposa y vuelve a buscar los cuidados maternos.
En el caso de Agripina, ella logró que Claudio nombrara como sucesor a Nerón, sin que éste tuviese ningún mérito para el puesto, lo cual hizo que Nerón generara una conducta compulsiva, con necesidad de reconocimiento. Así, las intrigas de la madre facilitaron que Nerón ostentase un poder ilimitado, sin que nadie más importase y de este modo, se hizo consagrar dios. A pesar que su autoridad era escasa, su extravagante poder no tenía barreras gracias a la figura protectora de su madre.
Nerón pedía que cualquiera que le contrariase, fuese ajusticiado. El mismo Séneca pagó con su vida por el hecho de escribir mejor poesía que el nefasto emperador, pues la débil personalidad de Nerón no podía sentirse amenazada, así que obligó a Séneca a cortarse las venas.
Una madre con el complejo de Agripina, controladora, ambiciosa y despiadada, puede causar estragos en la personalidad del hijo. En el caso de Nerón, la egolatría estaba acentuada. Se dice que, en una de las carreras de Olimpia, él cayó del caballo y llegó de último, pero hizo que le nombraran vendedor. Además, disfrutaba de los aplausos de sus soldados.
Lo peor para la madre que padece del complejo de Agripina es su desenlace, pues, esta mujer no estimó que su hijo maduraba y quería dirigir su vida personal y la política. Ante este hecho, los arrebatos de ira de Agripina fueron más frecuentes y le recordaba a Nerón que todo lo debía a ella, e insinuaba que aún quedaba otro posible heredero para ocupar el trono: Británico, lo cual llevó a que Nerón envenenara a su hermanastro, sin consultarlo con su madre. En ese momento, ella comprende que ha perdido el control.
Nerón destituyó al aliado de su madre, Palante, la obligó a mudarse de palacio, eliminó su guardia personal y decidió ejecutarla. He allí el destino de la madre que, real o simbólicamente, seduce a su hijo e intenta vivir a través de él.
Bibliografía
- Borja Reinoso, D. P. (2013). La sobreprotección familiar y su incidencia en el desarrollo integral de los niños y niñas del Centro Infantil Buen Vivir Creciendo Felices de la Universidad Técnica de Ambato(Bachelor’s thesis).
- Fernández Uriel, P. (1991). Nerón y neronismo: ideología y mito.
- Requena Jiménez, M. (2006). Nerón y los mares de Agripina. Historiae, (3), 0083-107.
- Southon, E. (2019). AGRIPINA: La primera emperatriz de Roma. Lingua, 2, 70.
