Andante, adagio, allegro… llevas toda la vida oyendo hablar de estos términos pero nunca has llegado a saber exactamente qué significan. En esta entrada vamos a explicártelo. ¿Nos acompañas?
Índice de contenidos
Tempo
El artículo que os traemos hoy está muy relacionado con nuestro artículo sobre cómo medir el ritmo en música.
El tempo de una pieza musical nos indica la velocidad a la que debe ser ejecutada. Hasta la invención del metrónomo, el tempo de una obra se indicaba por medio de palabras como Moderato o Presto. Evidentemente este método era bastante subjetivo y poco preciso. Fue Beethoven el primer compositor que en 1817 comenzó a anotar indicaciones metronómicas en sus partituras y esta costumbre sigue vigente a día de hoy entre los compositores.
Imagen de un metrónomo
Indicación mediante metrónomo
Pero, ¿qué es un metrónomo? Se trata de un aparatito que marca un ritmo de forma constante. Los músicos lo usamos para ayudarnos a mantener el mismo tempo cuando practicamos una obra.
La velocidad a la que marca el ritmo viene determinada por un número denominado bpm (beats per minute). Este número nos indica cuantas veces sonará el metrónomo en un minuto, y por tanto cuanto mayor sea este número, más rápida será la pieza.
Normalmente se suele indicar de la siguiente manera:
Ejemplo de indicación metronómica
Como vemos en la imagen, el compositor asigna una velocidad a la negra (o a cualquier otra figura), y esto determinará la velocidad hasta el final de la obra o hasta que encontremos otra indicación diferente.
Metrónomo. 110 bpm
Indicación mediante expresiones
Aunque las indicaciones metronómicas son bastante precisas, hay compositores que optan por utilizar las expresiones de tempo. Y también hay compositores que usan las dos formas de indicar el tempo, como vemos en este ejemplo:
Sonata opus 19 para piano y violoncello de S. Rachmaninoff
Las indicaciones de tempo se indican al comienzo de la obra. Suele escribirse sobre el primer compás.
A veces, en el transcurso de una pieza musical hay un cambio de tempo. En este caso se establecerá el nuevo tempo con una indicación justo sobre el compás en el que se produce el cambio.
A continuación vamos os dejamos las expresiones de tempo más utilizadas ordenadas de más lento a más rápido:
Largo: muy lento (20 bpm).
Lento: lento (40 – 60 bpm).
Grave: lento y solemne (40 – 43 bpm).
Adagio: lento y majestuoso (66 – 76 bpm).
Andante: al paso, tranquilo, un poco vivaz (76 – 108 bpm).
Moderato: moderado, como su propio nombre indica (80 – 108 bpm).
Allegretto: un poco animado(96 – 112 bpm).
Allegro: animado y rápido (110 – 168 bpm).
Vivace: rápido (121 – 140 bpm).
Presto: muy rápido (168 – 200 bpm).
Prestissimo: rapidísimo (más de 200 bpm).
Una mención especial se merecen los términos Ad libitum y Rubato, que indican que la música ha de ejecutarse a voluntad del intérprete, sin estar sujeto a ningún tempo específico.
Otras expresiones
Aunque lo normal era utilizar alguna de las expresiones italianas citadas más arriba, había compositores que no se conformaban con las indicaciones de tempo tradicionales y sugerían sus propias expresiones de tempo, a veces incluso en otros idiomas.
Por ejemplo, esto fue muy común en la época del impresionismo, donde encontramos expresiones de tempo más personales y sugestivas, como en la Gymnopédie número 1 de Erik Satie, donde puede leerse en francés “Lent et douloureux” (Lento y doloroso).
Primera Gymnopédie de E. Satie
En las partituras de música popular (Pop, Jazz, Rock, etc…) es típico encontrarse indicaciones del tipo Fast Swing o Medium Bossa Nova. De este modo el músico que va a interpretar la pieza se hace una idea del tempo de la canción y del estilo en el que ha de tocarse.
Giant Steps de J. Coltrane
Indicadores de un cambio en el tempo
Lo normal en una obra musical es que el tempo se mantenga constante, pero hay veces en las que los compositores quieren que el tempo varíe. Para ello existen las siguientes indicaciones.
Accelerando: nos indica que debemos incrementar el tempo. Por ejemplo, antes de la indicación de “accelerando” llevaríamos un ritmo de negra = 60, y después del “accelerando” llevaríamos un ritmo de negra = 80. Se puede indicar de forma más breve escribiendo «accel.«
Rallentando, Ritardando: son dos formas de indicarnos que tenemos que aminorar la velocidad. Por ejemplo, antes de la indicación de “Rallentando” llevaríamos un ritmo de negra = 80, y después del “Rallentando” llevaríamos un ritmo de negra = 60. Se puede escribir «rall.» o «rit.» para referirnos a estos términos de manera más breve.
Estos cambios de tempo suelen aplicarse de forma progresiva.
Conclusión
Nada más por hoy. Esperamos que hayáis aprendido con este artículo. No dudéis en preguntarnos cualquier duda y recordad compartid esta entrada con quien pueda interesarle 🙂
¡Hasta pronto!
AUTOR:
DAVID TROYA
Titulado Superior en Bajo Eléctrico y Composición Musical en Jazz & Pop (ArtEZ University of Arts).
Estudia en los conservatorios de Granada, Cracovia (Polonia) y Arnhem (Países Bajos).
Profesor de Bajo Eléctrico y Teoría Musical en EOM.
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