Reedición de «Esto no es una salida» de Nacho Vegas, mini LP de seis canciones y cuarenta minutos de música, y para muchos de sus seguidores su mejor «hermano pequeño», que era su manera para referirse a los discos de menor minutaje -que no importancia- que los álbumes.

 

Coproducido junto a Paco Loco en El Puerto de Santa María durante los meses de septiembre de 2004 y agosto de 2005. Mezclado por John Agnello y masteriado por Jose María Rosillo.

 

Contiene «Nuevos planes, idénticas estrategias» -una de las canciones más celebradas de «Desaparezca aquí» (Limbo Starr, 2005) y un clásico de su repertorio en directo-, más cinco canciones exclusivas de este disco, todas pertenecientes a las sesiones de grabación del mismo álbum.

 

Entre ellas «Hablando de Marlén» -otro clásico en sus directos-, y «Cosas bien hechas», tremenda canción de más de nueve minutos de duración en la que alcanza la cúspide de ese rock yonkie que junto a Las Esferas Invisibles (Iker González, Manu Molina, Jairo Moreno y Xel Pereda) llevó a su máxima expresión en el imprescindible álbum doble «Cajas de música difíciles de parar» (Limbo Starr, 2003), uno de los discos más importantes en castellano de la pasada década para la prensa musical, desde Rockdelux a Rolling Stone.

 

De lenta cadencia, de cabezazo tenso e interpretada con una precisión capaz de parar el tiempo, aquí se encuentra el Nacho más sincero y brutal. Completan el disco «Con amor y absurdidad» -otra brutal canción que ahonda en esos ambientes oscuros tan atractivos cuando se convierten en obra de arte-, «Mi Marilyn particular» -que contó con la colaboración de miembros Los delincuentes en lo que supuso un acertadísimo acercamiento a los ambientes flamencos-, y «El último baile», preciosa canción a guitarra y voz, faceta fundamental de su estilo.

 

Todas ellas excelentes canciones que confirmaron una vez más el momento de explosión creativa que el autor vivió durante la pasada década, que lo convirtió en uno de los cantautores rock más inspirados del panorama en lengua castellana, y le permitió llevar su música también a Latinoamérica y grabar sendos discos con Enrique Bunbury y Christina Rosenvinge.

 

La edición en vinilo de 12″ incluye un relato del autor titulado también «Esto no es una salida» y el diseño gráfico es obra de C. S. Ulla, quien fue fundamental para definir desde las portadas de sus discos su personalidad y universo personal y por el que fue reconocida como mejor diseñadora gráfica en los primeros premios UFI.