La Plaza Roja de Moscú

Ayer y hoy

La Plaza Roja de Moscú

Este impasible enclave histórico de la capital rusa ha sido testimonio en primera persona de la caída del régimen zarista y del auge del comunismo leninista.

A final del siglo XV, Iván III de rusia ordenó derribar las casas de madera que había frente a la fortaleza del Kremlin. Nacía así este histórico espacio que ha sido mercado, lugar de ejecuciones, escenario de desfiles y hoy de paseos.

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Foto: Age Fotostock

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1910

Ese año, el zar Nicolás II exhibía ante sus invitados la Plaza Roja (en ruso antiguo su nombre también significaba «bella») enaltecida con nuevos edificios. Compartiendo espacio con el amurallado Kremlin y dos catedrales (San Basilio y Kazan, siglo XV), se habían incorporado el Museo de Historia y los Almacenes GUM, este con bóvedas de cristal y estilo modernista, muy en boga por entonces. Aquella vibrante época duró poco porque la Revolución rusa de 1917 borró del mapa el esplendor zarista y convirtió la plaza en el gran símbolo soviético. Con la instalación en 1924 del mausoleo de Lenin, el escenario quedó listo para desplegar en él los desfiles militares que intimidaron al mundo.

Foto: Age Fotostock

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2022

La plaza más extensa de Moscú es hoy un espacio peatonal y un punto de encuentro tanto de moscovitas como de turistas, que llegan para contemplar en persona este lugar de trascendencia histórica. Además de acceder al Kremlin –antes residencia de zares y luego de gobernantes–, los visitantes entran en las iglesias recubiertas de iconos, los museos llenos de tesoros artísticos y también en el GUM, donde encuentran tiendas y cafés que sirven una rica repostería. La imagen de la Plaza Roja es aún más universal desde que empezó a aparecer en películas y en algún concierto, como el que realizó Paul McCartney, cantando en su repertorio el clásico Back in the U.S.S.R.