Libia: el combate por la simbólica ciudad de Sirte

  • Alastair Leithead
  • BBC
Fuerzas anti Gadafi avanzan hacia Sirte

Fuente de la imagen, Reuters

Pie de foto, Los combatientes eran conductores de camiones o abogados, pero han aprendido a luchar rápidamente.

Sirte es uno de los últimos bastiones pro Gadafi. Pero a pesar de que se encuentra bajo el asedio de unas fuerzas cada vez mejor organizadas, se defiende ferozmente.

Es difícil saber exactamente cómo referirse a quienes una vez fueron considerados rebeldes, que emergieron de entre la gente y que ahora son el brazo armado del Consejo Nacional de Transición, reconocido por muchos países como el nuevo gobierno de Libia.

Pero ya sea que se les diga "ex rebeldes" o "combatientes del Consejo Nacional de Transición", siguen siendo los mismos abogados, ingenieros, conductores de camiones y tenderos que pusieron una pausa en su trabajo cotidiano para unirse a la revolución.

Pero, por lo que hemos logrado entender tras pasar sus controles de seguridad y reunirnos con sus comandantes en el largo y tedioso camino costero que va de Benghazi a Sirte, parecen haber aprendido mucho.

Quizá ha sido gracias a las tropas extranjeras, quienes a pesar de lo que digan los políticos, se encuentran en el terreno como "tutores", o ayudando a las fuerzas aéreas de la OTAN o a los combatientes libios a dar en el blanco.

Tampoco hay duda de que el conocimiento de aquellos que han desertado del ejército del Coronel Gadafi les ha ayudado a tener una mayor comprensión de táctica y estrategia y, por supuesto, también han aprendido de sus errores.

Ciudad simbólica

La batalla se está convirtiendo en una guerra más avanzada, una que aún no parece terminar en tanto Sirte se ve rodeada y las bajas en ambos bandos parecen incrementarse.

Conquistar Sirte es altamente simbólico y la especulación indica que quizá Gadafi esté aquí, en su lugar de nacimiento, decidido a pelear una última vez.

El lugar ofrece una ruta de escape hacia el mar o hacia el sur mirando al vasto desierto del Sahara.

El Consejo Nacional de Transición ha realizado declaraciones optimistas sobre la posibilidad de capturar pronto la ciudad.

Pero obtener información precisa en el terreno es difícil, sobre todo porque el lugar no cuenta con cobertura de telefonía celular y los radios están reservados para coordinar la artillería. Además, los teléfonos satelitales son caros y escasos.

Sólo podemos informar de lo que vemos y escuchamos de nuestras fuentes.

Un combatiente registra una casa

Fuente de la imagen, RTV

Pie de foto, Casa por casa, los combatientes buscan armas escondidas en un pueblo cerca de Sirte.

Un coronel me dijo que las fuerzas pro Consejo de Transición al oeste de Sirte lograron llegar a una estación de combustible a 3 kilómetros de la ciudad, pero tuvieron que replegarse al ser recibidos por artillería intensa.

No hay obstáculos naturales que impidan el avance a la ciudad, pero está defendida por soldados profesionales y se especula que el desierto está minado, por lo que cualquier avance puede ser costoso.

En el sur y en el este, las distancias son enormes. La puerta del este de Sirte se encuentra a 40 km del centro de la ciudad y hay muchas defensas naturales antes de que se pueda acercar a ella como el lecho de un río y una inusual franja de colinas desérticas, que le otorga a las fuerzas de Gadafi una línea de defensa.

Pero el esfuerzo militar del Consejo de Transición en el este está fuertemente respaldado y sus líneas están avanzando lentamente.

Los combates, que continúan todos los días, se dividen en dos frentes: un intercambio de fuego con cohetes a la distancia y lucha cuerpo a cuerpo en el frente de batalla.

Las tropas avanzan acompañadas de camionetas con metralletas a través del desierto para ganar espacio kilómetro a kilómetro.

"Mantener el momento"

Aquí están los riesgos más grandes de la batalla .

Las armas de fuego que se confiscan a las fuerzas leales a Gadafi son rusas y tienen un alcance de hasta 30 kilómetros.

Las coordenadas arriban por tierra o desde un avión de reconocimiento y un ingeniero mecánico que estudió inglés en el Reino Unido las traduce en ángulos y posiciones con ayuda de un compás antes de decidir hacia donde dirigir el próximo ataque.

"Los puntos desde los que disparamos están avanzando todos los días y tenemos municiones de sobra", dice con seguridad mientras se comunica por radio.

Más adelante, los tanques se usan para defenderse de cohetes, pero considerando las distancias y el hecho de que no tienen la ayuda de los satélites de la OTAN las fuerzas de asedio están convencidas de que las armas de Gadafi están disparando a ciegas.

La presión, sin embargo, no es sólo para los comandantes en el terreno, sino para la gente que vive en Sirte y que está sin agua y sin alimentos.

El dilema es no moverse rápidamente y arriesgar la vida de civiles o tratar de avanzar lo más pronto posible en forma arriesgada para "mantener el momento".

Las fuerzas pro Gadafi aún controlan la ciudad pero saber cuánto tiempo resistirán dependerá quizá de por qué o por quién están peleando y qué tan preparados están para resistir un sitio o pelear a muerte.