El entrañable largometraje de Ratatouille, además de despertarnos una gran pasión por la gastronomía, nos regala un viaje parisino único. Y es que, aunque la acción podía haber quedado limitada a la cocina y los fogones, Brad Bird no quiso desaprovechar la oportunidad de mostrarnos la icónica Ciudad de la Luz como nunca antes la habíamos visto.
“Si vamos a estar en París, veamos París”. El reto del equipo de producción de este largometraje era cómo mostrar una ciudad parisina de cuento de hadas, por lo que decidieron crear una versión atemporal, estilizada y caricaturizada. Pero como suele decirse, la casa no se empieza por el tejado, y si algo saben bien en Pixar es que no hay mejor forma de documentarse sobre un lugar que visitándolo.
Un viaje a Paris
La diseñadora de fotografía Sharon Calahan y el diseñador de producción Harley Jessup, realizaron un viaje turístico a París durante una semana. Recorrieron sus calles prestando atención hasta al más mínimo detalle, realizando miles de fotografías que posteriormente servirían como una de las principales fuentes de documentación.
Calahan observaba París desde su punto de vista de fotógrafa, mientras que Jessup como diseñador de producción, lo que les permitía intercambiar sus puntos de vista y alimentarse mutuamente. Fueron ambas percepciones las que dieron lugar a la visión de París que finalmente
La arquitectura parisina
Con sus objetivos, Calahan y Jessup, capturaron los elementos arquitectónicos puramente parisinos que, en su diseño de París, posteriormente caricaturizarían: las ventanas altas, los balcones, los frontones, la piedra, los techos abuhardillados, las columnas y molduras, etc. Con toda esta documentación gráfica en la mano, los artistas de Pixar crearon la escenografía de la ciudad, siempre manteniendo intactos todos aquellos elementos que dan a París su aspecto único.
Por su parte, los sombreadores y pintores, estudiaron las texturas de todos estos elementos y muchos más para crear la sensación adecuada de solidez, edad y desgaste de la ciudad. Lo que puede que muchos no sepáis es que varios de los escenarios que aparecen en Ratatouille pueden visitarse, ya que son fieles recreaciones de localizaciones reales de París. ¿Te apuntas a este pequeño viaje por las localizaciones reales de París que aparecen en Ratatouille?
El Restaurante Gusteau’s
Bien es cierto que si buscamos en cualquier guía de París el Restaurante Gusteau’s no lo encontraremos por ningún sitio, ya que fue creado para el film. Sin embargo sí que localizaremos el famoso restaurante parisino que Harley Jessup tomó como inspiración, La Tour d’Argent (La Torre de Plata).
Aunque a día de hoy cuenta con una modesta Estrella Michelin, el restaurante que presume haber tenido como comensal al mismísimo Enrique IV, no hace mucho tiempo tenía 3 Estrellas Michelin. Tanto si observamos el exterior de La Tour d’Argent como el interior, las similitudes con el Restaurante Gusteau’s son más que evidentes.
La cocina del The Frech Laundry
Cuando cruzas las puertas de la cocina del Restaurante Gusteau’s, automáticamente nos trasladamos a un escenario “bélico”, en el que cada uno de los miembros de la cocina saben lo que tienen que hacer. Para poder recrear fielmente como funciona el backstage de un restaurante, Mark Andrews y Dylan Brown fueron durante toda una noche a las cocinas del The French Laundry (California).
Aprendieron realmente cómo se trabaja en los fogones, las funciones de cada uno, el nivel de detalle, así como la gran cantidad de herramientas que utilizan cocineros y pinches. Con el The French Laundry como referencia, decidieron diseñar la cocina del Restaurante Gusteau’s basándose en esta.
Las alcantarillas
Una de las localizaciones que visitaron el diseñador de producción Harley Jessup y la directora de fotografía Sharon Calahan, son las alcantarillas de París (El Museo del Alcantarillado de París). Para Jessup era una visita más que obligada, que este largometraje no se concebía sin ellas. Pero cuando el diseñador de producción las vio descubrió que, lamentablemente, no eran tan evocadoras y románticas como había imaginado. Así que para la película decidió tomarse ciertas licencias artísticas, y crear un alcantarillado del tipo El Fantasma de la Ópera.
El apartamento de Linguini
Nuestra siguiente parada por las localizaciones reales de Ratatouille en París, nos lleva al apartamento de Linguini. Brad Bird imaginó el hogar de este personaje como el ático más económico de París, un espacio habitable que tiene lo justo y necesario que necesita el personaje priorizando las impresionantes vistas de París. Y son precisamente estas vistas las que nos indican que el apartamento se encontraría en la sección de Montmartre.
El Petit Pont y Notre Dame
Cuando descubren a Remy en la cocina del Restaurante Gusteau’s, es Linguini quien debe deshacerse de la pobre rata. Por lo que coge su bicicleta y le vemos pasar por delante de la Catedral de Notre Dame, para luego detenerse bajo el Petit Pont.
La tienda de control de plagas
Aunque si hay una localización real que el equipo de Pixar recreó con sumo detalle en Ratatouille fue la tienda de control de plagas, Aurouze. La encontramos en el 8 de la Rue des Halles en el distrito 1, y está abierta desde el año 1872, casi nada.
Sainte-Chapelle
Llegamos a la última parada de nuestro viaje por las localizaciones reales de Ratatouille, en este caso la iglesia de Sainte-Chapelle. Cuando el padre y el hermano de Remy tiran la gárgola desde la iglesia para rescatar al propio Remy del baúl, esta iglesia parece ser Sainte-Chapelle. Aunque no está confirmado lo cierto es que existe gran similitud entre ellas.
