Requiem por un boxeador (1962), de Ralph Nelson

Mountain Rivera (Anthony Quinn) es un exboxeador que tras una larga carrera durante años decide dejarlo porque más golpes podrían lisiarle de por vida. Intenta buscar trabajo para salir adelante y conoce a Grace (Julie Harris), una trabajadora social de la que se siente atraído. Su aprovechado manager Maish (Jackie Gleason) le dice que para pagar sus deudas solo hay una solución, y es, que participe en un torneo de wrestling. Desoyendo los consejos de Grace y de su buen amigo y entrenador Army (Mickey Rooney), Rivera accede a pelear en el bochornoso show que consiste en peleas fingidas entre dos boxeadores.

Ralph Nelson dirige este drama donde Anthony Quinn, perfecto en el papel del boxeador algo tontito, debe decidir ante las posibilidades que le plantea la vida. Mickey Rooney (La ciudad de los muchachos, Fuego de juventud, Puños de oro), interpreta aquí, al amigo entrenador. Rod Serling, el creador de la serie En los límites de la realidad escribió ya esta historia para una serie de televisión en 1957 que protagonizaría Jack Palance. También destaca Julie Harris (Al este del Edén, Reflejos en un ojo dorado), como la musa de un hombre algo retrasado con la que encuentra una motivación en su vida.