«ANATOMÍA DE UN ASESINATO» (Anatomy of a Murder) de Robert Traver (Reseña) – SUSPENSE LEGAL
RESEÑAS
Jesus Marinetto  

«ANATOMÍA DE UN ASESINATO» (Anatomy of a Murder) de Robert Traver (Reseña)

Un clásico indispensable y paradigma del drama judicial

No hacen falta reseñas para alabar a esta impresionante novela que se ha convertido en mi drama judicial favorito y que, sin lugar a dudas, ya está situada en una posición destacada en la biblioteca de Suspense Legal.

Anatomía de un asesinato es de esas joyas que uno encuentra en una tienda de libros de segunda mano y, a pesar de ese olor a rancio y sus hojas amarillentas, producto del paso del tiempo y el uso, descubre que se trata de una obra maestra de la literatura judicial y te acaba sumergiéndo en una historia fascinante. Es de esos libros viejos, medio abandonados, a los que el lector, este humilde arqueólogo de novelas jurídicas en este caso, le da una segunda vida y, espero que con esta reseña, anima a que se rescaten todas las versiones existentes en librerías de segunda mano y viejas bibliotecas.

La lectura de Anatomía de un asesinato es la autopsia que desvela la anatomía de un buen drama judicial.

Anatomía de un asesinato cuenta la historia de Paul Biegler, un abogado, y exfiscal del distrito, que ejerce en un pequeño pueblo ficticio llamado Thunder Bay, que está ubicado en la región conocida como el Upper Peninsula (Península Superior) de Michigan. Biegler se ve envuelto en un caso complicado en el que su cliente, un soldado, el teniente Frederick Manion, es acusado de asesinar al dueño de un bar local que presuntamente violó a su esposa, Laura Manion.

Manion reconoce haber matado al propietario del bar, Barney Quill, pero afirma que lo hizo en defensa propia para proteger a su esposa. Aunque no se acuerda del todo al haber padecido un episodio de amnesia temporal. A medida que el caso se desarrolla, se desvelan secretos y tensiones en la comunidad local.

Biegler, junto con su asistente, Parnell McCarthy, y una atractiva secretaria llamada Maida Rutledge, hacen sus mejores esfuerzos por defender a Manion en el juicio. Para ello, afrontan una difícil batalla legal contra el fiscal asistente, Claude Dancer, quien está decidido a lograr una condena con la máxima pena.

Durante el juicio, el tema central se centra en la legítima defensa y el trastorno transitorio, lo que hace que el caso sea muy complicado y lleno de drama y suspense. El jurado debe decidir si el asesinato fue un acto de justicia por parte de un hombre indignado, cuya mujer ha sido ultrajada, o un frío y premeditado homicidio. El debate ético y moral está servido.

La novela explora temas como la justicia, la moralidad, la ética y las complejidades del sistema legal. A través de giros y sorpresas, Anatomía de un asesinato mantiene al lector intrigado hasta llegar al veredicto final.

Aparte, nos transporta a la América rural de los años cincuenta, dándole un toque de nostalgia a la historia. Si bien es cierto que esto permite al autor explorar temas legales y éticos que podrían ser abordados de manera diferente en épocas posteriores, no es menos cierto que temas como la legítima defensa o el trastorno mental transitorio también pueden ser debatidos hoy en día. El contexto histórico de esa época también influye en la mentalidad y las actitudes de los personajes, y agrega profundidad a la trama, pero es importante tener en cuenta que, aunque la novela se desarrolla en la década de 1950, sus temas y cuestiones legales siguen siendo relevantes y provocativos para los lectores de hoy en día.

Anatomía de un asesinato es verdaderamente excepcional en la manera en que Robert Traver explora las complejidades del sistema legal y la psicología humana. A través del enfoque en el juicio y las estrategias legales empleadas por ambos lados, el autor nos muestra la lucha por la verdad y la justicia en el sistema judicial. Además, la cuestión de la legítima defensa y el trastorno mental transitorio añaden una capa de tensión y misterio a la historia.

Los personajes están magistralmente delineados, cada uno con sus propias motivaciones y conflictos internos. El lector se encuentra en un dilema moral, sintiendo empatía por el acusado, mientras se debate sobre si su acto fue justificado o no. Los personajes secundarios también aportan riqueza a la narrativa y contribuyen al desarrollo de la trama.

La prosa de Robert Traver es envolvente y rica en detalles, lo que te sumerge completamente en el ambiente de un pequeño pueblo del norte de Michigan. La descripción vívida de los personajes y los escenarios hace que sea fácil imaginar cada escena y sentirte parte de la historia.

La novela es una pequeña máquina del tiempo que nos transporta a la sala de justicia de un pequeño pueblo americano en los años cincuenta.

Anatomía de un asesinato es una obra fascinante que te atrapa desde la primera página y te mantiene inmerso en una montaña rusa emocional hasta el último párrafo. Si te gustan los dramas legales bien construidos, esta novela no te decepcionará. Prepárate para un viaje absorbente y desafiante que te dejará reflexionando durante mucho tiempo después de haber cerrado el libro.

La novela fue incluida en 1959 en las 100 mejores novelas de misterio por la Mystery Writers of America. Este premio reconoce a las mejores obras de misterio y crimen en diferentes categorías literarias de todos los tiempos.

La adaptación cinematográfica de la novela fue dirigida por Otto Preminger y protagonizada magistralmente por James Stewart, se estrenó en 1959, y también recibió elogios y reconocimientos. La película fue nominada a siete premios Oscar, incluyendo Mejor Película, y recibió diversas nominaciones en festivales de cine y premios cinematográficos.

La banda sonora original, compuesta por Duke Ellington, nos transporta a esa época de la América profunda de los años 50 cargada de buen jazz.

Robert Traver es autor de diversas obras sobre las que daremos cuenta con su biografía y bibliografía en otro momento.

PD: Como miembro de la Generación Círculo de Lectores, tal y como me he autodefinido, me ha sorprendido que en 1963 ya existiera este medio de distribución por catálogo, una iniciativa empresarial a la que hay que agradecer la propagación de la lectura y que esta haya llegado a rincones donde sin esa iniciativa nunca se hubiera producido.

Citas para juristas y no tan juristas

«El asesinato, entre todos los delitos, parece poseer una irresistible fuerza magnética que atrae a la gente y la enreda para su sorpresa, y de vez en cuando para su horror.»

«Quizá la definición más clara de un fiscal ayudante sea la de que es lo mismo que el fiscal jefe sin prensa amiga ni publicidad.»

«[…] a los 40 años me encontré sin empleo, sin más armas para dar la batalla a la vida que un lote de libros de leyes de segunda mano, un título de abogado y algunas cañas de pescar.»

«Un examen de los motivos que impulsan a la gente en los momentos de apuro a elegir el abogado que les ha de defender, llenaría una biblioteca de cinco estanterías. Eso sin incluir un manicomio.»

«En concreto, teniente, a pesar de la catarata en los libros de leyes, solo hay tres defensas en un caso de asesinato: que no hubo tal, sino accidente o suicidio; que, si lo hubo, usted no fue el autor, alegando una coartada, un error en la identificación, etc.; o que aun siendo el autor del hecho, tiene una excusa legal que le justifique…»

«Soy abogado, no juglar, hipnotizador o mago. Cuando decido defender a un hombre ante el jurado, quiero tener una oportunidad legal de sacarle en libertad.»

«Un abogado que se encarga de la defensa de un caso de asesinato es como un hombre recién enamorado. Solo piensa, habla, medita, sí preocupa y sueña acerca del caso. Se esté afeitando, pescando o con una dama, siempre sentirá la presencia de su caso en el subconsciente. El abogado con un caso de asesinato a la espalda, comparte con el enamorado una de las experiencias más exquisitas, desanimadoras, deliciosas, anuladoras, agotadoras e intrigantes de cuantas el hombre puede conocer.»

«[…] ningún abogado decente discute sus honorarios antes de saber si va a defender un caso.»

«Los abogados son como los actores; su campo de acción está limitado por la obra; deben aceptar la farsa tal como está escrita sin cambiar las palabras del diálogo. De hacerlo se convierten en artistas de variedades o picapleitos.»

«Cuando esté en una duda, diga la verdad. Es el mejor modo de confundir a los interrogadores astutos.»

«Un abogado en la audiencia intentando ganar un caso es igual a un periodista ante una gran noticia: no se puede confiar en él.»

«Recuerde que los abogados muy pocas veces tienen asuntos parecidos.»

«Cuando un abogado ha comprendido el caso tiene la batalla ganada.»

«Uno de los encantos de la carrera de abogado son las continuas sorpresas que se reciben de clientes y testigos.»

«Los abogados que pretenden perfeccionarlo todo durante los juicios con frecuencia no consiguen más que desorientar.»

«Un abogado que durante un proceso intenta apreciar su situación es igual que un marido engañado: con frecuencia es el último en enterarse de la verdad.»

«El hombre es el único animal que ríe y que llora, porque es el único que comprende la diferencia entre lo que es y lo que debería ser.»

«La falta de conocimiento que tenemos de las personas, la falta de comunicación humana, de cada uno con sus semejantes, puede ser uno de los graves errores de este viejo mundo».

«Los jueces, como todas las personas, pueden dividirse en dos clases: jueces sin cabeza ni corazón, a los que debe evitarse a toda costa; jueces con cabeza pero sin corazón, que son casi tan malos; jueces con corazón pero sin cabeza, algo peligrosos, pero mejores que los anteriores; y por último, los pocos jueces que tienen a la vez corazón y cabeza.»«[…]los procesos no eran más que una reyerta primitiva; a pesar del «señoría» y de las «venias», de las cortesías y de las leyes, un juicio no era más que una batalla salvaje y primitiva por la supervivencia.»

Datos de lectura

  • Título original: Anatomy of a murder
  • Autor: Robert Traver
  • Traductor: Jacinto León y Domingo Manfredi
  • Editorial: Círculo de lectores
  • Edición: Primera (1963)
  • Páginas: 494
3d book display image of El céntimo

El céntimo

Christian Clarke, un joven abogado de Barcelona, con el apoyo de su novia Eva, economista, se involucra como letrado de oficio en un peligroso e insospechado asunto relacionado con la muerte de David Roca, un prometedor estudiante de Derecho, víctima de un atropello. La sagacidad con los números de Eva revelará una trama criminal en torno a un fraude societario cuyo descubrimiento puede hacer tambalear los pilares del sistema y poner en peligro sus vidas. ¿Conseguirá el abogado Christian Clarke que se haga justicia teniendo en contra a fiscales, jueces y políticos? ¿Lo conseguirá sin convertirse en una víctima más de los tentáculos del poder y de los oscuros intereses de las corporaciones criminales?

YA A LA VENTA